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La guerra sin nombre

 

Capitán Archibald H. Maule Ramsay

La guerra sin nombre - Capitán Archibald H. Maule Ramsay

176 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2016
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 190 pesos
 Precio internacional: 19 euros

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta es la historia que el mundo pensó jamás se escribiría en nuestra época, la verdadera historia de los sucesos que desencadenaron la Segunda guerra mundial, contada por alguien que disfrutó de la amistad y confianza de Mr. Neville Chamberlain durante los cruciales meses que transcurrieron entre el acuerdo de Múnich y septiembre de 1939.
La que el capitán Ramsay denomina La guerra sin nombre es un conflicto que se ha venido desarrollando tras bastidores a lo largo de los siglos. En La guerra sin nombre se revela el insospechado enlace que une todas las revoluciones principales de Europa, desde la época de Carlos I de Inglaterra hasta el fracasado intento contra España en 1936. Muestra cómo todas ellas tuvieron una raíz común en su inspiración, diseño y abastecimiento. Las revoluciones y la Guerra mundial de 1939 se estudian como distintas fases de un mismo plan maestro.
Después de una breve revisión de las fuerzas que están detrás de la declaración de guerra y de los arrestos en todo el mundo contra aquellos que se oponen a ella, el autor describe la maquinaria de la Internacional revolucionaria, la maquinaria que aún hoy continúa con su plan de obtener un poder mundial supranacional.
El capitán Archibald Maule Ramsay nació en el seno de una familia aristocrática escocesa. En 1913 se une a la Guardia Coldstream, grupo de regimientos de infantería de élite del ejército británico. Al desatarse la Primera Guerra Mundial sirvió en el segundo batallón de guardias Coldstream hasta que fue severamente lesionado en 1916, quedando desde entonces en el cuartel general de regimiento. Desde 1920 fue miembro de la Guardia escocesa de Su Majestad. En 1931 fue electo como miembro del parlamento por Midlothian y Peeblesshire.
Por su oposición a la guerra Ramsay fue el único Miembro del Parlamento detenido bajo la regulación 18B1 y encerrado en la prisión de Brixton sin juicio ni cargos, con tan absurdas “razones” que aquellos que las concibieron no se atrevieron a someterlas a un juez... Tras su liberación regresa a la Cámara de los comunes, redobla la apuesta y pide la restauración de los Estatutos de judería instaurados en 1275 por el Rey Edward I.
En 1952, tres años antes de su muerte, escribe la autobiografía que aquí presentamos para contar su experiencia, explicar sus acciones y fundamentar sus puntos de vista.

 

ÍNDICE

 

Sobre el autor7
El Camino de los Parásitos9
por John Kaminski9
Devorando naciones pacíficas durante casi cuatro siglos.9
La historia entera en un solo libro9
Mismo Plan, Diferente Día13
Una Excursión a través del Tiempo17
Ninguna Libertad de Expresión21
La guerra sin nombre23
Prólogo27
I.- La revolución inglesa29
II.- La revolución francesa41
III.- La revolución rusa59
IV.- Desarrollo de la técnica revolucionaria67
V.- Alemania le pone el cascabel al gato75
VI.- 1933: Judea declara la guerra a Alemania83
VII.- El bombardeo de civiles pone fin a “la guerra estúpida”93
VIII.- Dunquerque y después de Dunquerque99
IX.- Construyendo el futuro103
X.- El papel del presidente Roosevelt107
XI.- La regulación 18B113
XII.- ¿Quién se atreve?119
Epílogo125
Declaración131
Del capitán Ramsey de la prisión Brixton al portavoz y a los miembros del Parlamento acerca de su detención bajo la regulación de defensa 18B131
Particulares alegados como razones para mi detención147
Razones para la orden dada bajo la regulación 18b147
Particulares148
Mi respuesta a cada uno de los particulares150
conclusión156
Apéndice 1.- Estatutos de judería (1275)159
Prohibición de la usura judía159
Deudas a judíos159
Valuación de tierras que se toman en pago de deudas a judíos160
Garantía a los judíos160
Asentamiento de judíos160
Su distintivo161
Su impuesto161
Propiedad de tierras, etc. de judíos161
Privilegios de los judíos161
Relaciones entre judíos y cristianos162
Propiedades de casas, granjas etc.162
Apéndice 2.- Los judíos en Gran Bretaña165
Apéndice 3.- Personalidades opinan sobre los judíos167
Apéndice 4.- Panfleto diseñado por el autor171
Apéndice 5.- La mordaza oficial173

Sobre el autor

 

“El capitán Archibald Maule Ramsay (4 Mayo 1894 – 11 Marzo 1955) nació en el seno de una familia aristocrática escocesa. Fue educado en Eton y en el Royal Military College, Sandhurst.
En 1913 se une a la Guardia Coldstream (COLDM GDS), uno de los grupos regimientos de infantería de élite del ejército británico, famoso por ser el regimiento más antiguo del Ejército en servicio activo continuo.
Al desatarse la Primera Guerra Mundial sirvió durante dos años en el segundo batallón de guardias Coldstream hasta que fue severamente lesionado en 1916, quedando desde entonces en el cuartel general de regimiento, en la Oficina de guerra, y en la misión de guerra británica en París hasta el fin de la guerra.
Desde 1920 fue miembro de la Guardia escocesa de Su Majestad.
En 1931 fue electo como miembro del parlamento por Midlothian y Peeblesshire.
En 1937, Ramsay forma el ‘United Christian Front’ para combatir los ataques al cristianismo “que emanan desde Moscú”.
Toma notoriedad como un opositor al comunismo y a la “prensa manejada por judíos que pretende llevar a Gran Bretaña a la guerra”.
Tras su fuerte oposición a la guerra, cuando finalmente se llega al desencadenamiento de esta, Ramsay fue el único Miembro del Parlamento detenido bajo la regulación 18B el 23 de mayo de 1940 y encerrado en la prisión de Brixton sin juicio ni cargos hasta el 26 de septiembre de 1944.
A la mañana siguiente de su liberación se presentó a ocupar su lugar en la Cámara de los comunes y ahí permaneció hasta el fin de esa legislatura en 1945. Durante este último periodo pide la restauración de los Estatutos de judería instaurados en 1275 por el Rey Edward I.
En 1952, tres años antes de su muerte, escribe su autobiografía que aquí presentamos para explicar sus acciones y fundamentar sus puntos de vista.

Nota:

1- Durante la segunda guerra mundial el gobierno británico introdujo el muy democrático sistema regulatorio de defensa 18B en el que dictaba la suspensión de los derechos de habeas corpus por primera vez desde la creación de la carta magna. La nueva regulación permitía al gobierno de Churchill arrestar a cualquier ciudadano británico sin dictar argumentos ni juicios al respecto. De esta forma, cualquier ciudadano inglés simplemente sospechoso - sin pruebas - de sostener reservas a propósito de la conveniencia de la guerra contra Alemania podía ser encarcelado indefinidamente. (N.d.E.)

La guerra sin nombre

 

Esta es la historia que la gente pensó jamás se escribiría en nuestra época, la verdadera historia de los sucesos que desencadenaron la Segunda guerra mundial, contada por alguien que disfrutó de la amistad y confianza de Mr. Neville Chamberlain durante los cruciales meses que transcurrieron entre el acuerdo de Múnich y septiembre de 1939.
Desde hace tiempo ha existido una prohibición tácita contra los libros que tratan de la que el capitán Ramsay denomina La guerra sin nombre, el conflicto que se ha venido desarrollando tras bastidores a lo largo de los siglos y del cual muy pocos son conscientes. Los editores de La guerra sin nombre piensan que esta publicación, más que cualquier otro intento anterior, puede ayudar a romper esa conspiración del silencio. Este trabajo es el resultado de las experiencias personales de un personaje público que en el cumplimiento de su deber ha experimentado de primera mano la existencia de una conspiración que dura ya varios siglos en contra de Inglaterra, Europa y la Cristiandad entera.
La guerra sin nombre revela el insospechado enlace que une todas las revoluciones principales de Europa, desde la época de Carlos I [de Inglaterra] hasta el fracasado intento contra España en 1936. Muestra cómo todas ellas tuvieron una raíz común en su inspiración, diseño y abastecimiento. Las revoluciones y la Guerra mundial de 1939 se estudian como distintas fases de un mismo plan maestro.
Después de una breve revisión de las fuerzas que están detrás de la declaración de guerra y de los arrestos en todo el mundo contra aquellos que se oponen a ella, el autor describe la maquinaria de la Internacional revolucionaria, la maquinaria que aún hoy continúa con su plan de obtener un poder mundial supranacional, el viejo sueño mesiánico del judaísmo internacional.
El autor cree que sin el apoyo involuntario de judíos y gentiles la maquinaria terminará destruyéndose a sí misma y aporta sugerencias para lograr que esto suceda.

Los cristianos dicen…

El capitán Ramsay, un caballero cristiano de coraje inigualable, creía que la guerra contra Alemania no estaba concebida para favorecer los intereses de Inglaterra, sino que sólo podía ayudar a cumplir el plan de expansión del comunismo y del poder judío. Por haber advertido a sus compatriotas de estas fuerzas fue encerrado en prisión cuatro años, sin mediar juicio alguno, con tan absurdas “razones” que aquellos que las concibieron no se atrevieron a someterlas a un juez.
Truth

Durante años el capitán Ramsay fue miembro del Parlamento británico. Su libro es un análisis de la guerra judeosionista contra la civilización cristiana.
The Cross and The Flag

Los judíos dicen…

No hay límite para la depravación humana, el capitán Maule Ramsay […] parece haber hecho un tremendo esfuerzo para sobrepasar estos límites.
The Jewish Chronicle

La publicación de tal libro en este momento subraya la urgente necesidad de una ley que estipule como crimen el pregonar el odio racial o publicar libelos en contra de grupos sociales.
The Daily Worker

 


Este libro está dedicado a la memoria de los patriotas que en 1215 firmaron la Carta Magna en Runnymede y la de aquellos que en Arbroath firmaron la Declaración de Independencia en 1320. 27 de julio de 1952.


Prólogo

 

Eduardo I expulsó a los judíos de Inglaterra por sus múltiples delitos, que ponían en peligro el bienestar de su reino y de sus súbditos. Tales delitos se describen en gran parte dentro de los Estatutos de judería aprobados por el parlamento en 1290, acción en la cual desempeñaron un papel preponderante los comunes.
El rey de Francia hizo lo propio poco después y así lo hicieron también otros gobernantes de la Europa cristiana. Tan difícil se volvió la situación para los judíos en Europa que escribieron un llamado de auxilio urgente al Sanedrín, por aquel entonces localizado en Constantinopla.
Este llamado iba firmado por Chemor, rabino de Arlés, en Provenza, con fecha del 13 de enero de 1489. La respuesta llegó en noviembre de ese año, llevando por firma: “V.S.S. V.F.F. Príncipe de los judíos”. En ella se aconsejaba a los judíos europeos que adoptaran la táctica del Caballo de Troya, haciendo de sus hijos sacerdotes cristianos, abogados, doctores, etc. y trabajando para destruir las estructuras cristianas desde dentro.
La primera consecuencia notable de este consejo ocurrió en España bajo el reinado de Fernando e Isabel. Muchos judíos se bautizaron pero siguieron siendo judíos en secreto y en secreto trabajaban para destruir a la Iglesia católica en España.
La amenaza llegó a ser tan grave que tuvo que instituirse el tribunal de la Inquisición para limpiar el país de estos conspiradores. Otra vez, los judíos eran obligados a realizar un éxodo de un país más de cuya hospitalidad habían abusado.
Viajando hacia el este, estos judíos se incorporaron a otras comunidades judías de Europa. Un número considerable huyó a Holanda y a Suiza.
Desde ese momento ambos países se volvieron centros activos de la intriga judía. Sin embargo, la judería siempre ha necesitado adherirse a una nación que sea poderosa en el mar.
Gran Bretaña, recién unificada bajo Jacobo I, era una potencia naval en ciernes, que empezaba a navegar hasta todos los rincones del mundo recién descubierto. Aquí, además, existía un maravilloso ambiente propicio para su criticismo destructivo, pues aunque se trataba de un reino cristiano, la nación estaba divida entre protestantes y católicos.
Muy pronto pusieron en marcha una campaña para explotar esta división y avivar el odio entre ambas comunidades. Su éxito puede juzgarse por el hecho de que uno de los primeros actos de gobierno de su creatura Oliverio Cromwell –después de haber ejecutado al rey, según lo planeado– fue el de permitir a los judíos libre acceso a Inglaterra una vez más.

El Camino de los Parásitos
por John Kaminski

 

Devorando naciones pacíficas durante casi cuatro siglos.
La historia entera en un solo libro

Éste es el libro que más sucintamente relata el cuento de la permanente desaparición de nuestros derechos individuales, cortesía de un solo grupo que ha controlado nuestras vidas desde mucho antes que naciéramos.
El libro condensa cuatrocientos años de Historia en un resumen de titulares históricos que demuelen las fábulas tradicionales predominantes que fueron escritas por los vencedores. Hace la crónica del continuo poder y el dominio mundial de una desalmada banda de archi-criminales étnicos que continúan hoy saqueando al mundo más eficazmente que nunca.
El secreto que este libro analiza ha sido escondido del escrutinio público por las siempre vigilantes «autoridades» que dominan la distribución de información alrededor del mundo. La realidad es pintada por estos proveedores de pensamiento plástico, un tamaño para todos, como que nuestro gobierno siempre es bueno.
Especialmente este libro debería convencer al escéptico más testarudo de que los judíos han gobernado el mundo desde aquel oscuro día en 1649 cuando Cromwell ordenó ejecutar al rey de Inglaterra. Éste es el texto de Historia que ellos deberían enseñar en la escuela, y que los ciudadanos estadounidenses tienen que conocer a fondo, de modo que puedan comprender más fácilmente las reiterativas estafas que constantemente plagan nuestra salud e imprudentemente desperdician las vidas de nuestros hijos.
El libro The Nameless War (La Guerra Sin Nombre) del capitán Archibald Maule Ramsay rastrea el camino del parásito social más letal de todos los tiempos, desde la matanza del rey y la admisión de los judíos en Inglaterra en 1649, hasta la víspera de la Segunda Guerra Mundial en 1940, cuando los judíos estaban arreglando todavía otro drama de la Pasión, el asesinato de millones de personas. Incluso aunque Ramsay fuera un miembro del Parlamento inglés, cuando reveló que él conocía la vieja historia de tres siglos del control judío de la Historia, fue inmediatamente arrojado en prisión y mantenido incomunicado durante el resto de la guerra.
Estar atrapado por el candado mental de los medios de comunicación es aceptar lo que usted escucha por la televisión como algo exacto, objetivo y verificable. De esa manera, cuando usted se encuentra con un no adornado bloque de Historia real que se ha librado del almibarado barniz de imbecilidades que son vertidas en las noticias de televisión, usted se convierte en incrédulo y demasiado a menudo sucumbe a la cláusula de escape y dice “Todo en Internet es una falsificación». “¡Eso no puede ser verdad!”, exclama.
Eso es lo mismo que mirar a un judío a los ojos y decirle que su “Holocausto”es una patraña. Él se retira lejos, suplicando al dios cuya locura adora, que aquél un día busque la venganza por esta afrenta a su prefabricada virilidad.
Sí, mucho en Internet ha sido manipulado para satisfacer a los judíos y sus lacayos, pero grandes cantidades acumuladas de verdad, como el torrente de Ramsay de Historia no fabricada, de vez en cuando todavía se deslizan por entre la red de oscuridad, que nunca debemos olvidar que es poseída por los judíos.
Los buscadores buscan cualquier cosa que explique mejor sus vidas, y usted no tiene que pasar muchos años lejos de sus padres para entender que el mundo es dirigido por un juego de manos, y que el secreto que dirige al mundo es probablemente algo de lo cual usted nunca ha escuchado hablar, a menos que haya estado buscando más allá de los tendenciosos tratados de apocalípticos y catastrofistas y en los explícitos archivos incondicionales de aquel tema más tabú de todos: cómo los judíos han canibalizado y están canibalizando al mundo.
El único libro que recomiendo para convencerse irrevocablemente de que el mundo es atormentado por esos lisiados emocionales para desfigurar y destruír a la Humanidad se titula The Nameless War, un clásico subterráneo cuyo autor fue un miembro del Parlamento británico arrojado violentamente en la cárcel durante toda la Segunda Guerra Mundial por escribir esa brillante exposición de la perfidia judía.
El libro detalla el plan egomaníaco del tirano Oliver Cromwell, que fue financiado por ricos judíos, que comenzó el entrampamiento de la civilización occidental en un gobierno conducido por el judío que continúa saqueando al mundo con sus diabólicos esquemas de estafa.
El libro de Ramsay señala a archi-villanos injustamente olvidados tales como Juan Calvino, el arquitecto de la oposición que finalmente mataría al rey y que admitiría de nuevo a los judíos en Inglaterra, los cuales en menos de un siglo fundaron el Banco de Inglaterra, que todavía hoy gobierna al mundo desde su fortaleza en la ciudad de Londres. Otros famosos saboteadores de esa época incluyen a los pagadores de Cromwell, el judío portugués Fernández Carvajal y el financiero holandés Menasseh ben Israel, así como a Salomón de Medina, quien orquestó la toma del poder desde un rey debilitado (una práctica que los judíos iban a usar con frecuencia en su camino hacia la dominación mundial).
Para ver quién hoy nos controla se requiere ver quién nos ha controlado durante los últimos 400 años, y entender que ellos han tejido un sudario sutilmente urdido que se adelgaza hasta convertirse en una soga alrededor de la garganta de la civilización. La deuda crece, la soga se aprieta. La deuda nunca puede ser pagada. ¿Piensa usted que ha sido estafado?.
La Guerra Sin Nombre de Ramsay ofrece el modo más claro, más corto y más fácil de percibir el ininterrumpido alcance del control judío sobre la civilización occidental, el horror de la profundamente dañina perfidia judía que se ha esparcido a través del tiempo y que ha ocurrido sobre el mundo, que ha arruinado países y asesinado a campesinos, todo por no profesar lo que la criminal clase dirigente ordenó que ellos creyeran.
Al analizar la descripción de Ramsay de sabotajes posteriormente exitosos de países, uno nota una conectora corriente de interferencia extranjera que sirve como una siniestra característica en las historias de cada uno de esos acontecimientos que cambian al mundo. Tiempos diferentes y lugares diferentes, pero siempre los mismos esquemas de dinero rápido que arruinan las ilusiones de líderes populares y causan un enorme daño incidental. En cada caso, la presencia del astuto extranjero judío, extranjero en cada país en el mundo excepto en su propia tierra robada, termina recolectando todo el dinero al finalizar los acontecimientos.
Esto es precisamente lo que está sucediendo en Estados Unidos hoy, lo mismo que le sucedió a todos aquellos otros países antes de que la estafa de los judíos hubiera convertido a todos esos distintos Estados-naciones casi en cadavéricos y grises espectros de la hipocresía corporativa impaciente por sacrificar la Tierra misma para conseguir sus sobresueldos de fin de año.
Mismo Plan, Diferente Día
Cromwell finalmente murió, pero los banqueros judíos que lo controlaban extendieron sus garras alrededor de Inglaterra y nunca la dejaron escapar. Central para la traición fue el tataratío de un tirano del siglo XX, que marcó las pautas para una nación en la que nunca se podría confiar sino sólo temer.
«La figura principal entre aquellos que abandonaron a Jaime II en aquella crucial coyuntura fue John Churchill, el primer Duque de Marlborough. Es interesante leer en la Enciclopedia Judía que ese duque durante muchos años recibió no menos de 6.000 libras por año del judío holandés Salomón Medina.
«El verdadero objetivo de la «Revolución Gloriosa» fue conseguido unos años más tarde en 1694, cuando el consentimiento Real fue dado para la fundación del “Banco de Inglaterra” y la institución de la Deuda Nacional.
«El control del prestamista estuvo completo entonces en todas partes de Gran Bretaña. El peligro consistía en que los miembros del nuevo Parlamento conjunto, tarde o temprano, en el espíritu de sus antepasados, desafiaran esa situación.
«Para precaverse contra eso, por lo tanto, el sistema de partidos fue entonces llevado a la existencia, frustrando la verdadera reacción nacional y permitiendo a los que movían los hilos dividir y gobernar, y usaron su recién establecido poder financiero para asegurarse de que sus propios hombres y sus propias políticas aseguraran el foco de la atención pública y el apoyo suficiente de sus periódicos, folletos y cuentas bancarias para prevalecer».
Fue muy agradable repasar las líneas de tiempo de Ramsay y notar cuán exactamente ellas corresponden a los anales compilados por Eustace Mullins en su libro La Maldición de Canaán y otras obras.
Ramsay lo llamó “el conflicto que ha sido emprendido detrás de la escena política durante siglos, que todavía está siendo emprendido y del cual muy pocos están conscientes”. Esas revoluciones y la Guerra Mundial de 1939 son vistas como partes integrales del mismo plan maestro, predijo Ramsay.
«Ese plan entregó a un comité anónimo el derecho Real de acuñar dinero, convirtió el oro en la base de la riqueza, y permitió a los prestamistas internacionales asegurar sus préstamos con los impuestos del país, en vez de la dudosa empresa de algún gobernante o potentado, que era toda la seguridad que ellos podían obtener antes.
«A partir de aquel tiempo la maquinaria económica fue puesta en movimiento, la que finalmente redujo toda la riqueza a los ficticios términos del oro que los judíos controlan, y vació la sangre de la vida de la tierra, la verdadera riqueza que era el patrimonio de los pueblos británicos».
La enfermedad rápidamente se difundió a Francia, y como Ramsay dijo, “La revolución no fue obra de franceses para mejorar Francia. Fue el trabajo de extranjeros cuyo objetivo era destruír todo lo que había sido Francia”.
Se trataba de un borrado de memoria (mindwipe) hecho por los Illuminati, con segmentos de la población tomando turnos para asesinarse unos a otros. Está sucediendo de nuevo hoy, con alabanzas para los homosexuales y misteriosos incidentes terroristas que inculcan entre el pueblo estadounidense una mentalidad de estar sitiado, preparándolos, muy probablemente, para la lucha racial y la lucha de géneros que está siendo descaradamente instigada ahora por nuestro gobierno de bandera falsa.
Todo esto está a punto de pasar en Estados Unidos con negros que manejan cuchillos y agitan sus labios contra Blancos que manejan escopetas y que están determinados a no entregar su país a africanos portadores de tuberculosis.
«La deuda, particularmente la deuda internacional, es el primer y dominante control. Mediante ella los hombres que están en altas posiciones son sobornados, y poderes e influencias foráneas son introducidos en el Estado. Cuando el predominio de las deudas ha sido firmemente establecido, le sigue pronto el control de cada forma de publicidad y actividad política, junto con un férreo control sobre los industriales.
«El escenario para el golpe revolucionario es establecido entonces. El control de las finanzas por parte de la mano derecha estableció la parálisis, mientras que es la Izquierda revolucionaria la que sostiene la daga y da el golpe mortal. La corrupción moral facilita el proceso entero».
La carnicería creada por el judío conocida como la Revolución francesa no fue ninguna garantía de Liberté, Égalité et Fraternité. La única explicación para diez años de matanza fue revelada por las palabras de Robespierre la noche antes de que él fuera asesinado.
«No me atrevo a nombrarlos en este momento y en este lugar. No puedo rasgar completamente en pedazos el velo que cubre este profundo misterio de iniquidad. Pero puedo afirmar muy positivamente que entre los autores de este complot están los agentes de aquel sistema de corrupción y extravagancia, el más poderoso de todos los medios inventados por extranjeros para la destrucción de la República; quiero decir los impuros apóstoles del ateísmo, y la inmoralidad que está en su base»
Por su franqueza, Robespierre, quien durante un breve momento había sido el tiránico líder de Francia, fue baleado en la mandíbula a la 1:00 AM y degollado a la mañana siguiente. Ramsay comentó:
«Fíjese: En una manera algo similar Abraham Lincoln fue baleado y muerto por el judío Booth durante la tarde de su declaración ante su gabinete de que él tenía la intención en el futuro de financiar los préstamos estadounidenses sobre una base libre de deudas similar al dinero libre de deudas conocido como “Greenbacks”, con los cuales él había financiado la Guerra Civil».
Todos estos hechos surgen de improviso del pequeño libro de Ramsay y sacuden los fundamentos de la Historia convencional que a usted le han enseñado en la escuela.
Una Excursión a través del Tiempo
The Nameless War es una confortable excursión de unas 90 páginas por la versión no oficial de los últimos 400 años de la Historia política. Los hechos notables incluyen un juicioso recuento del verdadero valor de Adolf Hitler.
Ramsay insiste en que Hitler sólo quiso recobrar las cinco partes de Alemania que les habían sido robadas en la Primera Guerra Mundial. Una información publicitaria en la solapa del libro se lamenta:
“Es una pena, en efecto, que tan pocas personas en esta isla hayan leído este libro por sí mismas; y es una tragedia que ellas en cambio hayan tragado completamente las inescrupulosas distorsiones y la falsa propaganda sobre el asunto, entregadas a ellas por la maquinaria publicitaria judía, que actúa mediante nuestra prensa y radio”.
Lo mismo podría ser dicho de todos los pueblos en todos los tiempos, los cuales basan sus vidas en las mentiras fáciles y tienen que pagar posteriormente el precio de las duras verdades.
De esta manera, fue el fracaso de Inglaterra en resistir a las seducciones financieras de los judíos lo que condujo a la creación y la perfección de un esquema monetario judío que había capturado al mundo entero y que ahora estaba trabajando afanosamente en la reducción demográfica para asegurarse físicamente el mundo entero.
«En la mayor parte de los países afectados surgieron unas cuantas voces, en un esfuerzo para exponer la verdadera naturaleza de esos males. Sólo en uno, sin embargo, surgió un líder político y un grupo que comprendió al máximo el significado de esos acontecimientos, y que percibió detrás de las muchedumbres de vándalos nativos la organización y el poder conductor de la judería mundial.
«Ese líder fue Adolf Hitler, y su grupo el Partido Nacionalsocialista de Alemania.
«Nunca antes en la Historia algún país no sólo rechazó la revolución organizada sino que detectó a la judería detrás de ello, y afrontó aquel hecho. No tenemos que maravillarnos de que las alcantarillas de la vituperación judía fueran vertidas sobre esos hombres y su líder; tampoco deberíamos cometer el error de suponer que la judería no se aferraría a cualquier mentira para desalentar a hombres honestos en todas partes de hacer por sí mismos una investigación cuidadosa de los hechos.
«Sin embargo, si algo vale la libertad y la disposición a buscar la verdad y a defenderla, ese deber de la investigación personal es el que ellos no pueden esquivar. Aceptar incondicionalmente las mentiras y las falsificaciones de una prensa controlada o influída por el judío, es despreciar la verdad por una completa ociosidad, si no es por alguna razón peor.
«Actuar sobre una base tan poco verificada es pecar contra la Luz».
Ramsay repitió los dichos de Hitler que lo habían hecho tan hostil a los judíos:
«En primer lugar, la comprensión y la exposición del esquema judío para el marxismo mundial; y en segundo lugar, la admiración de, y el deseo de una amistad con Gran Bretaña».
Escribiendo acerca de los días anteriores a 1914, Hitler declara:
«Yo todavía veía a la judería como una religión...
«De la existencia de la deliberada hostilidad judía yo no tenía ninguna concepción...
«Gradualmente comprendí que la prensa socialdemócrata estaba preponderantemente controlada por judíos...
«No había un solo periódico con el cual los judíos no estuvieran relacionados que pudiera ser descrito como genuinamente nacional...
«Agarré todos los folletos socialdemócratas que pude conseguir, y busqué los nombres de sus autores: solamente judíos».
A medida que Hitler persiguió el estudio de esas cuestiones, comenzó a percibir los principales contornos de la verdad:
«Hice también un estudio profundo de la relación entre judaísmo y marxismo...
«El Estado judío nunca tuvo límites en lo que se refería a espacio; era ilimitado en cuanto al espacio, pero circunscrito por su concepción de sí mismo como una raza. Ese pueblo, por lo tanto, era siempre un Estado dentro de un Estado...
«La doctrina judía del marxismo rechaza el principio aristocrático en la Naturaleza... niega el valor del individuo entre los hombres, combate la importancia de la nacionalidad y la raza, privando de esa manera a la Humanidad del sentido entero de la existencia.
«La democracia en Occidente es hoy el precursor del marxismo, el que sería inconcebible sin la Democracia.
«Si el judío, con la ayuda de su credo marxiano, conquista las naciones del mundo, su corona será la corona fúnebre de la raza humana...»
Él escribe acerca de los días de 1918:
«Así ahora creo que defendiéndome contra los judíos estoy haciendo la obra del Señor»
Más tarde él iba a decir:
«La civilización humana es sólo el resultado de la fuerza creativa de la personalidad en la comunidad en conjunto, y sobre todo entre sus líderes... El principio de la dignidad de la mayoría está comenzando a envenenar toda la vida debajo de ello, y de hecho a destruírla.
«Ahora vemos que el marxismo es la forma declarada de la tentativa judía de abolir la importancia de la personalidad en todos los ámbitos de la vida humana, y de establecer la masa de los números en su lugar...».
Ninguna Libertad de Expresión
Ramsay escribe:
«Yo mismo fui arrestado conforme a esa Regulación el 23 de Mayo de 1940, y arrojado en la prisión de Brixton, donde permanecí en una celda hasta el 26 de Septiembre de 1944, sin ninguna acusación proferida contra mí, recibiendo simplemente una escueta notificación del Ministerio de Asuntos Interiores acerca de la última fecha en que la orden de mi detención había sido “revocada”.
«Un informe hecho por «particulares» alegado como el motivo de mi detención me fue suministrado poco después de mi arresto. Les contesté durante la interrogación de un día hecha por el llamado Comité Asesor, ante cuyo organismo yo no pude llamar a ningún testigo, que yo no sabía quiénes eran mis acusadores, o las acusaciones que ellos habían hecho, y no me fue permitida la ayuda de un abogado».
Un apetitoso epílogo al libro involucra a James Forrestal, Joe Kennedy, Neville Chamberlain, Franklin Roosevelt y por qué la Segunda Guerra Mundial nunca tenía que haber ocurrido. Kennedy creía que Hitler podía haber luchado contra Rusia sin jamás enfrentarse con Gran Bretaña o Estados Unidos. El Primer Ministro británico Chamberlain dijo que Gran Bretaña fue forzada a la guerra por Roosevelt.
Hasta el tiempo en que él fue detenido, Ramsay había hecho esta evaluación:
«Reconocí que las fuerzas que estaban detrás del bolchevismo no eran rusas sino internacionales.
«En el otoño de 1938 me familiaricé con el hecho de que el poder que estaba detrás de la Revolución Mundial no era sólo un vago cuerpo de internacionalistas sino la Judería Mundial organizada.
«El primer documento que me convenció de eso fue realmente un Informe Oficial del gobierno británico, de cuya existencia yo no había estado consciente antes. Dicho informe citaba textualmente un extracto de otro informe recibido por el señor Balfour el 19 de Septiembre de 1918, de parte del señor Oudendyke, el ministro de los Países Bajos en Petrogrado, que estaba entonces a cargo de los intereses británicos allí, como sigue:
««El peligro es tan grande ahora, que siento que es mi deber llamar la atención del Gobierno británico y de todos los otros Gobiernos hacia el hecho de que si no se pone un final al bolchevismo inmediatamente, la civilización del mundo entero se verá amenazada. Esto no es una exageración sino una cuestión de hecho...
««Considero que la supresión inmediata del bolchevismo es la mayor cuestión ante el mundo, ni siquiera excluyendo la guerra que todavía está en plena actividad; y a menos que, como ya se dijo, el bolchevismo sea cortado de raíz inmediatamente, está obligado a extenderse sobre Europa y el mundo entero en una forma u otra, ya que ha sido organizado y manejado por judíos, quienes no tienen ninguna nacionalidad y cuyo único objetivo es destruír para sus propios fines el orden de cosas existente”».
Capitán Archibald Maule Ramsay
The Nameless War