Libreria Argentina Libreria Argentina Libreria Argentina

 

Junto a mi marido, Hermann Göring

Recuerdos y confidencias

Emmy Göring

Junto a mi marido, Hermann Göring - Recuerdos y confidencias - Emmy Göring

308 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2017
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 320 pesos
 Precio internacional: 22 euros

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El segundo hombre más importante del Tercer Reich ha sido también uno de los más atacados. A la historia quedará el juzgar con cuánta razón, pero no se le puede negar a su mujer el hacer una defensa de la vida y el accionar de Herman Göring dando un punto de vista diferente al hasta ahora escuchado. Con "Junto a mi marido" Emmy Göring narra los recuerdos y confidencias de una mujer que, por su matrimonio con un hombre de tal importancia, ha vivido muy de cerca los tiempos más controvertidos de nuestra historia.
Ella se siente con "el deber de manifestar respecto de mi marido, objeto de numerosos ataques después del derrumbamiento del Régimen, lo que considero indispensable para rectificar errores e inexactitudes según me lo permite mi profundo conocimiento del carácter y de la íntima condición del desaparecido".
En su trabajo podemos acercarnos también, por primera vez, al Göring más familiar, con las anécdotas propias de un amante esposo y cariñoso padre. La obra deja pocos asuntos interesantes en el tintero, tratando desde el incendio del Reichstag hasta el suicidio final de Göring en su celda de Nüemberg, pasando por la opinión de Goring sobre los judíos o su afición a la caza, si bien todo ello de manera poco exhaustiva.
Consigue la autora caracterizar con expresiva justeza la posición netamente trágica de quien, antes de la guerra y a lo largo de ella, ocupara en el Estado el puesto de «segundo, después de Hitler» y, a pesar de sus discrepancias con el mando supremo, supo mantenerse subordinado a él con doble lealtad de súbdito y de soldado, firme en el cumplimiento de su deber hasta la última, magnífica defensa, en la que la entereza de su carácter se pone de manifiesto ante el Tribunal de Nürenberg.
No son pues, estos apuntes de la vida de Emmy Göring, entonces la «Primera Dama del Estado», unas memorias en el sentido obvio de la palabra. En estos capítulos se percibe y admira más bien el vigor intelectual y el humano esfuerzo de una mujer ajena a la política y consciente de su condición femenina que, obligada a moverse entre tantos políticos y estadistas de relieve, encontraba difícil mantener su personalidad y hacer valer en aquel mundo político sus elevados ideales humanos en la medida que hubiera querido. Una lucha en la que su marido la ha secundado siempre sin la menor vacilación.
Con lo que este libro de recuerdos enriquece su densidad histórica, sobre todo en aquellos pasajes en los que la autora puede enorgullecerse de la labor de Hermann Göring y de sus cualidades y humanos sentimientos.
Este libro es un estudio documental e histórico que pretende, únicamente, acercar al lector un Göring diferente, que sería plasmado por su mujer tras su violenta muerte. Un libro fundamental para conocer de primera mano la vida de uno de los hombres más importantes del tercer Reich.

 

ÍNDICE

Prólogo9
Presentación de la Editorial11
I13
Peligro de guerra. — Los últimos días de paz en «Carinhall». — Guerra. — El embajador Henderson se despide.
II23
En Weimar. — Primer encuentro con Hermann Göring. — Una conversación con Adolf Hitler. — La visita en Berlín. — El círculo de amistades de Göring. — Adolf Hitler en vísperas de su acceso al poder.
III 39
El 29 de enero de 1933. — El papel de Hermann Göring. — El 30 de enero. — Entre Berlín y Weimar.
IV 45
Como actriz, al margen de toda suerte de política. — El incendio del Reichstag. — El embajador irlandés sale por los fueros de la verdad al referirse a Göring. — Hitler, enemigo de bizantinismos.
V53
El estreno de una actriz en Berlín. — Contratada por el Teatro Nacional de Prusia.--- Catorce años que valen una vida. — Göring y Goebbels.--- Gustaf Gründgens en la Intendencia.
VI63
Mi antiguo maestro Leopold Jessner. — Enfrentamiento con la política racial. — De cómo Göring se esforzó siempre por proteger a los artistas judíos. — Entre Escila y Caribdis. — Hitler y la cuestión judía. — Nuestra impotencia ante los métodos de Himmler. — Sombras sobre el nuevo Estado. — Fe y esperanza a pesar de todo.
VII83
En el papel de Gretchen de «Fausto» en Berlín. — Gründgens como hombre y como compañero. — Papel de película en Suiza. — Dos estrenos con Gründgens en Munich y Hamburgo.
VIII91
Unas palabras sobre el carácter y las primeras campañas políticas de Göring. — El embajador irlandés Charles Bewley como testigo de excepción y crítico desapasionado. — La vida que hacíamos.
IX111
La boda. — Hitler me confiere cargos. — Recepciones.
X119
Recordando a Benito Mussolini y a Roma. — El Rey y la Reina. — Con Axel Munthe. — Mussolini en «Carinhall». — Nuestros leoncitos. — Göring como protector de la riqueza forestal y animal. — El Montero Mayor del Reich. — Esperando a Edda. — Alumbramiento feliz. — Adolf Hitler es el padrino. — Recordando al Mariscal Balbo. — Visitas a Sofía y Belgrado
XI139
En casa de Adolf Hitler, en Obersalzberg (1933). — Costumbres del dueño de la casa. — Cambio de impresiones sobre problemas sociales. — La cuestión judía recusada. — En el mismo hombre, corazón, amabilidad, finísima sensibilidad social coexistían con una dureza brutal. — Eva Braun me es escamoteada. — Tensiones y distanciamiento entre Hitler y Göring. — Sospechoso tratamiento médico de Hitler. — Evoluciones en la manera de ser de Hitler. — Bromas y veras en el anecdotario de las recepciones diplomáticas en el último año de paz.
XII153
Con Goebbels en Viena. — Bayreuth y Winifred Wagner. — Huéspedes de la Olimpíada de 1936. — El Duque y la Duquesa de Windsor en «Carinhall». — Baldur von Schirach y su esposa Henriette en Viena. — El Ministro de Asuntos Eclesiásticos Kerrl y sus preocupaciones. — El asunto Baarova. — Himmler y Bormann. — Hitler e Inglaterra. — Churchill hablando de Göring. — Los elevados pensamientos de Hermann Göring en pugna con la prepotencia.
XIII171
El vidente doctor Heermann. — En aterrizaje forzoso en Bélgica se pierden unos planos militares secretos. — En la prisión de Nürenberg suceden cosas extrañas después de la muerte de mi mando.
XIV179
Munich en 1938: una vez más, ¡la «paz»! — Atentado contra Hitler en 1939. — Caen sobre Berlín las primeras bombas. — Situación tensa entre Hitler y Göring. — Actuaciones personales a favor de las víctimas de los bombardeos. — Gratos recuerdos de la Fundación Emmy-Göring en Weimar.
XV197
El 20 de julio de 1944. — Aviadores ingleses fusilados. — De la defensa de Göring en Nürenberg. — Decisivo cambio de impresiones con Hitler. — La ruptura. — También Goebbels se desespera.
XVI205
Despedida de «Carinhall». — Ultima entrevista con Udet, con Mölders y con sus camaradas. — Muerte de Udet y de Mölders. — Juicio de las fases de la guerra según resulta de conversaciones con Hermann. — Notas al estilo de un diario. — Camaradas de la Luftwaffe.
XVII223
Obersalzberg, el último refugio. — Referencia del último Consejo de Hitler. — El radiograma de Göring a Hitler. — Graves consecuencias para Hermann y su familia. — El Mariscal del Reich arrestado por las SS. — Bombas sobre Obersalzberg. — Muerte de Adolf Hitler. — En el palacio de Mautemdorf bajo vigilancia de las SS.
XVIII239
Acontecimientos y pasos dados después de la muerte de Hitler. — Göring es liberado del poder de las SS. — Primer encuentro de Göring con un general americano. — Bajo la protección de Eisenhower. — La entrevista prometida por Eisenhower no tiene lugar. — Hermann no regresa de su entrevista con los generales americanos. — Los primeros rumores y noticias de Nürenberg. — En la prisión de Straubing.
XIX249
Mi detención. — Despedida de Edda. — La celda de Straubing. — Al cabo de siete semanas llega Edda. — Episodios de la prisión. — Recuerdos del pasado. — Navidades en «Carinhall» y en Straubing.
XX271
Salgo en libertad de la prisión. — En el bosque con el guardabosques Frank. — Correspondencia con Hermann. — Permiso para visitarle. — La entrevista. — Una sentencia de la «Maria Stuart» de Schiller. — La última visita. — La despedida. — «¡A mí no me cuelgan!» — Presas hasta la sentencia del Tribunal Depurador.
XXI289
La vida en la cabaña. — Edda conmigo. — Una llamada telefónica. — Traslado a un campo. — La vida en los barracones. —La señora Schirach y la señora Funk. — Visita de Edda. — El Tribunal Depurador en Garmisch. — El doctor en Derecho Erich Ebermayer se encarga de la defensa. — Gründgens entre los testigos de descargo. — La sentencia.
EPILOGO305
Hermann Gòring ante el Tribunal de Nürenberg en 1945

Prólogo

 

Esta obra no ha sido escrita con el fin de embellecer ni de disculpar nada; cosa que ya bastantes se han encargado de realizar. Se trata más bien de recuerdos y confidencias de una mujer que, sin ser escritora, por su matrimonio con Hermann Göring, ha vivido muy de cerca los tiempos problemáticos y contradictorios del Nacionalsocialismo.
Me siento en el deber de manifestar respecto de mi marido, objeto de numerosos ataques después del derrumbamiento del Régimen, lo que considero indispensable para rectificar errores e inexactitudes según me lo permite mi profundo conocimiento del carácter y de la íntima condición del desaparecido.
Emmy Göring
Munich, Otoño de 1967.

Presentación

 

En contemplación retrospectiva de los tiempos en que fuera la esposa del Mariscal del Reich Hermann Göring, ha dicho Emmy en cierta ocasión que aquellos catorce años habían equivalido para ella en realidad a toda una vida. Por bella y fecunda en éxitos artísticos que haya sido la etapa de su actuación como profesional del teatro, a Emmy Sonnemann se le antojaban aquellos años mero preludio de los de plenitud vividos con su esposo en una compenetración entrañable.
Nada más lógico, por eso, que el deseo de obtener de esta dama algunas revelaciones que, referidas en gran parte a problemas y aspectos de su propia vida y aun de su vida íntima, comprenden también numerosas incidencias y acontecimientos encuadrados en aquel período crítico y reflejan su postura respecto de muchos de los trágicos problemas de la época hitleriana según los ha visto el temperamento netamente femenino de la autora.
Todas sus sinceras reflexiones subjetivas convergen en la devoción de una mujer enamorada, que durante los años de un matrimonio ideal se ha visto siempre correspondida, en los momentos buenos como en los trances ingratos, por la de su marido. Esta amorosa compenetración la llevó muy pronto a una apreciación y un conocimiento seguro de la labor realizada por su esposo y de las virtudes de su carácter, de suerte que los grandes rasgos con que en sus confidencias esboza la figura del marido, nos dan en realidad una imagen íntima y sugestiva de la personalidad de Hermann Göring. De paso, consigue también la autora caracterizar con expresiva justeza la posición netamente trágica de quien, antes de la guerra y a lo largo de ella, ocupara en el Estado el puesto de «segundo, después de Hitler» y, a pesar de sus discrepancias con el mando supremo, supo mantenerse subordinado a él con doble lealtad de súbdito y de soldado, firme en el cumplimiento de su deber hasta la última, magnífica defensa, en la que la entereza de su carácter se pone de manifiesto ante el Tribunal de Nürenberg.
No son pues, estos apuntes de la vida de Emmy Göring, entonces la «Primera Dama del Estado», unas memorias en el sentido obvio de la palabra, por lo general más consagradas al cultivo de lo sensacional que no al de lo objetivo. En estos capítulos se percibe y admira más bien el vigor intelectual y el humano esfuerzo de una mujer ajena a la política y consciente de su condición femenina que, obligada a moverse entre tantos políticos y estadistas de relieve, encontraba difícil mantener su personalidad y hacer valer en aquel mundo político sus elevados ideales humanos en la medida que hubiera querido. Una lucha en la que su marido la ha secundado siempre sin la menor vacilación.
Con lo que este libro de recuerdos enriquece su densidad histórica, sobre todo en aquellos pasajes en los que la autora puede enorgullecerse de la labor de Hermann Göring y de sus cualidades y humanos sentimientos, tan semejantes a los de ella misma.
Según es de emocionante el lenguaje de la autora allí donde aparece como la madre de Edda, es de cautivador en las numerosas observaciones que hace a cada paso su fina experiencia de la vida, llena de ecuanimidad y sensatez, así como en las oportunísimas réplicas con que sabe tener a raya desde 1945 a los enemigos.
Quienes lean este libro hasta sus últimos, trágicos capítulos, con sus tremendas decepciones y sus impresionantes reveses, apenas podrán rehusarles a esta valerosa y sensata mujer y al compañero de su agitada vida una franca simpatía; como tampoco podrán por menos de ampliar y corregir con los antecedentes y conexiones acreditados en el relato de Emmy Göring la idea que hasta ahora tenían del régimen hitleriano, dejándola más adecuada y en consonancia a lo que pide la justicia.

K. W. Schütz
Gotinga, Otoño de 1967.