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Mi vida

 

Erich Raeder

Mi vida - Erich Raeder

464 páginas
fotografías b/n
medidas: 14,5 x 21 cm.
Ediciones Sieghels
2013
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 150 pesos
 Precio internacional: 26 euros

"Mi vida" nos trae la voz del hombre que dirigió los destinos de la Marina de Guerra alemana en uno de los periodos más dramáticos de la historia moderna: El Gran Almirante Raeder.
Libro apasionante, en él se nos describe la historia de una vocación y el cumplimiento de un alto destino voluntariamente aceptado. Desde la Escuela de Guardiamarinas hasta el cautiverio en la prisión de Spandau, la vida de Erich Raeder discurre por azarosos caminos, como la propia historia de su patria. Desde la primer guerra mundial vemos como La Marina Imperial, orgullo del Káiser, encuentra su tumba en Scapa Flow, pero tras las innúmeras dificultades y obstáculos impuestos por el Tratado de Versalles, asistimos a las etapas de su reconstrucción, que halla en el gran marino el artífice de su resurgimiento, para hundirse, tras una etapa de grandes triunfos, en la más apocalíptica de las tragedias.
Muchos de los hechos más conocidos de la guerra naval en la SGM, junto a otros desconocidos, son narrados por el hombre que estuvo a cargo de ella hasta 1943.
Obra fundamental para quien quiera conocer la historia de la Kriegsmarine. Una gran página de la historia del mundo a través del dramático destino de un hombre excepcional.

 

ÍNDICE

Prólogo11

LIBRO PRIMERO
Hasta el acuerdo naval anglo-germano de 1935

I.- HASTA LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL17
Instrucción en la Marina Imperial, 1894-189720
Instrucción superior22
El primer mando como oficial24
A bordo del «Deutschland» buque de S. M. hacia el Asia Oriental25
La Marina al Servicio de la política colonial26
Viaje al Lejano Oriente27
Colombo, Singapur y Hong Kong30
Con el Príncipe Heinrich visitamos al Emperador de China32
¡Están cargadas, Alteza Real!33
Mis primeras actividades como escritor34
Mando en tierra, 1901-190236
En la Flota Metropolitana como Oficial de guardia37
En la Academia de Kiel, 1903-190539
En el extranjero para estudiar el idioma ruso40
En el Servicio de Información de la Armada, 1906-190842
Relaciones con la Prensa42
De nuevo a bordo45
Inesperado destino al yate del emperador, 1910-191245
Tripulación e invitados en el «Hohenzollern» yate de Su Majestad47
Primer oficial de Estado Mayor en la comandancia de los buques de reconocimiento49
Cuestiones tácticas y formativas50
El Vicealmirante Von Ingenohl, Jefe de la Flota52
Revista de los cruceros de batalla52
¿Bloqueo cerrado o abierto?54
La personalidad del Almirante Hipper55
En vísperas de la Guerra Mundial58

II.- LA GUERRA MUNDIAL Y SU TERMINACIÓN59
La seguridad de los puertos61
Ataque por sorpresa de los británicos en 28 de agosto de 191462
La primera empresa formal de la escuadra64
Gran desencanto en la flota67
La batalla en los bancos de Dogger68
Una grave determinación del «B. d. A.»70
Resultados del encuentro71
¿Se fragua una batalla naval?73
Nuevo mando del vicealmirante Scheer en enero de 191675
Nuevo ataque de la flota77
Preliminares de la batalla de Skagerrak78
Los cruceros de batalla en combate80
Hipper cambia el pabellón bajo el fuego enemigo82
¡Yo he dirigido el combate y no hay más que hablar!84
Nuestro magnífico pastor87
El Kaiser en la flota88
Gustav Frenssen y su novela «Los hermanos»89
Hindenburg y Ludendorff. — Agosto, 191690
La flota al servicio de los submarinos91
El primer permiso durante la guerra y mi impresión al incorporarme de nuevo93
Comandante del buque de S. M. «Köln»95
El último año de la guerra96
En la comisión de armisticio de Spa100
Me despido del buque y de la tripulación102
La subversión103
Las condiciones del armisticio para la Marina107
Las brigadas «Erhardt» y «Löwenfeld» en la Marina109
Dificultades en la designación del nuevo mando en la Marina110
Organización de los altos mandos de la Marina111
El vicealmirante von Trotha, Jefe del Almirantazgo115
Scapa flow, tumba de la flota alemana117

III.- PROBLEMAS DE LA RECONSTRUCCIÓN DE LA MARINA119
Escalafones de la oficialidad120
Reacción contra el golpe de fuerza de Kapp en marzo de 1920124
Contratiempos para la Armada126
En los archivos de la Marina, trabajos sobre la guerra127
Inspector de academias. — Las nuevas promociones129
Organización de las escuelas especiales132
Comandante de las unidades ligeras del Mar del Norte134
Jefe de la guarnición del Báltico en 1925-1928135
Nuevas normas para la instrucción de los suboficiales136
Cadetes y jóvenes oficiales138
Relaciones civiles. Club de regatas de la Marina141
Un incidente142
Inspecciones y visitas143
Reviven los días de Skagerrak en 1926-1927144
La botadura del «Köln». Representación oficial145
Evolución de los acontecimientos en Berlín, en 1928147

IV.- EN EL MANDO SUPERIOR DE LA MARINA153
Liquidación del «caso Lohman»154
Mis relaciones con el Ejército y con Groener157
Mando firme en la Marina159
Disciplina y camaradería160
Sociabilidad perfecta de la Armada163
Urgente necesidad de renovar los viejos buques165
El problema de los acorazados167
Lucha por el acorazado tipo «A»167
Acorazados «B» y plan de renovaciones169
Consideraciones sobre la defensa del territorio 170
Nuevos desarrollos tácticos de la flota172
El arma aérea173
1931, diez años de labor174
Hindenburg y Brüning en la botadura del «Deutschland»175
Importancia de los astilleros propios de la Marina176
El Ministro de Defensa, encargado de la cartera del Interior177
1932, año difícil. Hundimiento del «Niobe»178
Intranquilidad política180
Plan de renovación de 1932182
La Marina en los años 1932 y 1933183
Puntos de vista de Hitler sobre la Armada186
Avance cauteloso188
Severo control de la administración en la Marina188
Primeros acontecimientos de 1934191
Formación de tripulaciones192
Destinos de la oficialidad193
Gestiones de acuerdo naval195
Conferencias y tanteos sobre desarme196
Acuerdo naval germano-británico de 1935198
Las Marinas de guerra alemana e inglesa201
El Almirante Lord Jellicoe202

LIBRO SEGUNDO
De 1935 a Spandau, en 1955

V.- LAS CONDICIONES INTERNAS Y EL RESURGIMIENTO NAVAL207

VI.- LAS CONSECUENCIAS DEL ACUERDO NAVAL217

VII.- LA ARMADA EN SU RESURGIMIENTO231
Las minas236
Servicio de Información238
Abastecimiento de carburante242
Construcción del IV acceso a Wilhelmshaven247
La Sanidad Naval250
La Justicia Militar de Marina252

VIII.- LA ARMADA ALEMANA Y SU PARTICIPACIÓN EN LA INTERVENCIÓN INTERNACIONAL EN LA GUERRA ESPAÑOLA259

IX.- LA PUGNA POR UNA AVIACIÓN NAVAL269

X.- MIS RELACIONES CON HITLER Y CON EL PARTIDO HASTA EL MOMENTO DE LA GUERRA281

XI.- PRESERVACIÓN DE LA CURA DE ALMAS EN LA ARMADA303

XII.- LOS AÑOS CRÍTICOS DE 1938-39315

XIII.- LA SITUACIÓN DE LA ARMADA AL COMIENZO DE LA GUERRA331

XIV.- LA OPERACIÓN DE NORUEGA353

XV.- LA CRISIS POR FALLO DE LOS TORPEDOS Y SU SOLUCIÓN369

XVI.- EL PROYECTADO DESEMBARCO EN INGLATERRA373

XVII.- ACCIÓN «BARBARROJA» (GUERRA DE RUSIA)387

XVIII.- LA GUERRA NAVAL EN 1941 Y 1942397

XIX.- MI ÚLTIMA DESAVENENCIA CON HITLER417

XX.- TERMINACIÓN DE LA GUERRA Y PROCESO DE NUREMBERG433

XXI.- SPANDAU. — RETORNO AL HOGAR. — OJEADA RETROSPECTIVA447

APÉNDICES457
Declaración jurada del ex-Ministro del Reich, Dr. Otto Gessler457
Declaración jurada de Karl Kühlenthal, contralmirante retirado458
Carta de Guenter Jacobsen, judío, en defensa de Raeder en Nüremberg460
Declaración jurada de Konrad Lotter, director industrial461
Anexo 1: Carta del capitán de navío Fritz Boie462
Anexo 2: Carta del almirante von Hipper462
Anexo 3: Carta del almirante von Hipper463
Anexo 4: Nombramiento doctor honoris causa de Raeder463

PRÓLOGO

 

El comentador británico de asuntos militares Liddell Hart, en la introducción de su libro "The other side of the hill" (El otro lado de la colina), relata un curioso episodio de la vida del mariscal lord Wellington. Éste y un amigo suyo, cuando en cierta ocasión daban un pequeño paseo por el campo, para matar el tiempo, se pararon a discutir y comentar qué clase de paisaje presentaría el terreno al otro lado de una pequeña colina que tenían ante los ojos. Y cuando el conocido de lord Wellington, poco después, manifestaba su asombro por lo acertadas que habían resultado las apreciaciones del famoso personaje, éste replicó: "He empleado mucho tiempo de mi vida tratando siempre de averiguar lo que hay al otro lado de la colina."
Resulta verdaderamente muy difícil poder imaginar, con exactitud, lo que existe en un momento dado detrás de todas las colinas con las que vamos tropezando en la vida; pero es completamente imposible, en verdad, adivinar lo que se esconde detrás de esa inaccesible altura que es nuestro "futuro". Para el futuro trabajamos y nos esforzamos, y siempre querríamos adivinar lo que ese misterioso ente nos reserva; sin embargo, siempre se nos presenta oscuro e incierto. El colorido y la perspectiva que imaginamos para esa extensión ignota, responde siempre a nuestro deseo o nuestra fantasía, aunque la realidad suele ser distinta, ya que hay una cosa prohibida al hombre y ésta es precisamente la de atisbar el misterio impenetrable de su destino. Así, pues, todos nuestros afanes, esfuerzos, trabajos efectuados con arreglo a la figuración que cada uno tenemos de lo que habrá de ser el futuro, se ven a menudo desvirtuados por la realidad inexorable del Destino.
Cuando por fin alcanzamos a ver lo que en realidad existe al otro lado de la colina, nos vemos forzados a imprimir un cambio radical en los primitivos diseños y proyectos. Luego, lo que aparecía oscuro y rodeado de sombras, se nos presentará claro y refulgente, y lo que antes era un problema totalmente insoluble, aparecerá a nuestros ojos prendido de su propia solución; a veces, lo que creímos firme e inalterable, se nos mostrará falaz; y lo que tenía forma irreal o estaba olvidado surgirá lleno de luz. La visión del pasado o visión retrospectiva, es completamente distinta de la visión avanzada hacia el nebuloso futuro.
Nosotros estamos ahora en "aquel otro lado de la colina". Podemos ver, todo lo que había de engañoso y de real en nuestras apreciaciones. Los acontecimientos aparecen claros y ordenados ante nuestros ojos. Pero al volver nuestra vista hacia atrás, nos encontramos también con que muchas circunstancias, influencias y conductas pasadas, nos parecen inexplicables aun hoy, si pretendemos hacer un análisis de lo ocurrido. A estos tiempos pasados y a sus circunstancias, va dedicado este libro. De las aguas agitadas de nuestro manantial interior, y también del exterior, pretende este trabajo recoger lo más saliente del último medio siglo, en lo que afecta a la historia de Alemania. Es una contribución que estimo debida por mi parte. Pero esta contribución, que conste así, habrá de ser puramente objetiva, sin concesiones ni matices, pues no podría ser de otro modo cuando su autor es un oficial de la Marina de guerra, inspirado en la más pura tradición como miembro de una organización armada, encajado en un mecanismo estatal y atento sólo al cumplimiento de su deber, en todo tiempo y momento. Marino y soldado, pero nunca político.
También el autor se halla ahora "al otro lado de la colina" y puede contemplar la diferencia entre el ayer y el hoy, percibir cuán lejos está el panorama real del que había imaginado.
Pretendo que mis variados y breves comentarios sobre los tiempos pasados —incluso reconocimiento de los errores sufridos—, no se vean influidos, en lo más mínimo, por las circunstancias de mi actual reclusión en Spandau, ya va para diez años.
Para la realización de este trabajo he recibido numerosas ayudas y asistencias de amigos, camaradas y personalidades interesadas. No sería prudente citar un solo nombre, pues mi gratitud y mi corazón están con todos por igual. No obstante, experimento una especie de necesidad imperiosa en no silenciar los alientos, los estímulos y ayudas que constantemente he recibido de mi viejo camarada y colaborador, en los largos años de trabajo común, almirante Erich Foerster, al cual quiero expresar aquí mi más profundo y sincero agradecimiento. Él me ha ayudado a recordar y ordenar muchos datos para hacer posible la presente recopilación. A pesar de ello, el libro es algo personal, en sus apreciaciones y expresión, y reclamo toda la responsabilidad que del mismo pueda derivarse.
Una gran suerte ha sido para mí el haber podido prestar servicio activo en una profesión armada, durante tan largo período de tiempo. Mi vida y mi destino estuvieron siempre, por entero, íntimamente ligados a la Marina de guerra alemana. En su dirección consumí mis mejores años y compartí penas y glorias con mis camaradas, miembros también de nuestra gloriosa Armada. Desgraciadamente, pocos de ellos podrán ser citados en estas páginas, pero el mérito y la capacidad de los no citados no fueron menores.
Mi vida ha sido rica en dichas y pesares, glorias y tragedias, dedicada al trabajo por entero. Mirando hacia atrás, doy gracias a Dios al haberme permitido sobrevivir y salir adelante, metido desde muy joven entre una comunidad de hombres heroicos, camaradas del que humildemente firma este trabajo.
Y si con este libro puedo contribuir a que los sacrificios y desvelos de todos estos hombres no se olviden, me sentiré feliz, considerándolo como mi postrer servicio —en el invierno de la vida— en aras del honor y de la camaradería.

ERICH RAEDER