Antología polémica
Cultura – Política - Historia
Francisco Hipólito Uzal |
222 páginas
Ediciones Theoria
1993
Encuadernación rústica
Precio para Argentina: 28 pesos
Precio internacional: 7 euros
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Más actual que David Peña, con la visión polifacética de los Quesada y la solvencia intelectiva de Adolfo Saldías, Uzal suma sobre sus hombros, no sólo el peso de los ochenta floridos años, sino el coraje civil de una personalidad sin estrías ni fracturas; pero que ha sabido ocupar un lugar de privilegio entre los varones probos de esta República.
El aserto de considerar al Prof. Francisco Hipólito Uzal como la cabeza visible de la actual y moderna historiografía revisionista argentina no constituye una aseveración precaria o, en todo caso, caprichosa o banal.
Polígrafo atento, de una pluralidad y de un talante nutridos con estos raros elementos que son la probidad y el prestigio.
Su existencia aparece condecorada por las palmas del servicio a una alta dama que remata su cabellera con el gorro frigio y una majestuosidad inimitable. La imagen inmaculada de la República alimenta su inspiración en forma permanente.
Todas las grandes causas lo han tenido como abanderado y combatiente.
La reseña final o, acaso, el último recuento, alcanza a Uzal en posición combatiente. Como el "Tigre" Clemenceau, como nuestro ineludible Perito Moreno, permanecerá de pie hasta el instante supremo, peleando pluma en ristre. |
ÍNDICE
Prólogo 7
Dos Palabras 9
Primera Parte: Cultura
Capitulo I Frondizi y el espíritu 13
Capítulo II En los 80 años de Frondizi 19
Capitulo III Del Lenguaje 23
Capitulo IV Rectificaciones a Ernesto Sábalo 25
Capítulo V Homenaje a José María Rosa en sus ochenta años 31
Capitulo VI Equívocos sobre Cultura 37
Capítulo VII Contestación a un lector 43
Capítulo VIII Presentación de Armando Alonso Piñeyro 49
Capítulo IX La Catolicidad del Presidente 53
Capitulo X Nuestra Religión 69
Capítulo XI Sobre el Divorcio 73
Segunda Parte: Política
Capítulo I Los Fariseos Hipócritas 79
Capitulo II Argentina y la Inestabilidad 83
Capítulo III Respondo al Congreso Venezolano 87
Capitulo IV Carta abierta al Presidente del M1D 89
Capítulo V Las Huelgas Salvajes 93
Capitulo VI El nombre de Fresco en Mar del Plata 99
Capítulo VII Carta abierta a los Docentes 101
Capitulo VIII Imprudentes palabras del candidato Angeloz 105
Capitulo IX Cámara Alta, Cámara Baja 107
Capítulo X El Colegio Electoral y los Hipócritas 109
Capítulo XI Urgencia de una Ley de Partidos 115
Capítulo XII Bipartidismo y Representación proporcional 121
Capítulo XIII Una década definitivamente infame 125
Capítulo XIV El coronel Chilavert, el diputado Roberto y el senador León 133
Capitulo XV La lección del peronismo 141
Capítulo XVI Significación histórica e institucional del Senado 145
Capítulo XVII ¿Yrigoyen liberal? Sobre un discurso de Alfonsín en España 151
Capítulo XVIII El cuento de la ética 159
Capítulo XIV Algo más sobre la ética oficial 163
Capítulo XX La Capital en Viedma 167
Tercera Parte: Historia
Capítulo I La Historia falsificada 173
Capítulo II Barranca Yaco ya no es un misterio 179
Capítulo III Ruptura definitiva entre Chilavert y Lavalle 185
Capítulo IV Nacionalidad desagraviada 191
Capítulo V ¡Heroico Paysandú. yo te saludo! 195
Capítulo VI Hora de confusiones 201
Capítulo VII El artillero unitario de la Confederación 205
Capítulo VIII La diplomacia cañonera y un sonado fracaso 213
Capítulo IX En torno a la reforma de la Constitución 217
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DOS PALABRAS
Los insobornables almanaques marcan para mí, implacablemente, odíenla primaveras. No digo lo que me sugiere la cifra, pero sé que algunos, en este punto, publican sus memorias, a las que es imposible despojar de un tufillo de postrimería.
Mi gusto hubiera sido, en cambio, dar a la prensa un nuevo trabajo de historia, pero mis amigos saben que un problema familiar, desde hace cinco años, me impide visitar los archivos, como lo hice durante décadas, cotidianamente.
Entonces, opté por publicar una selección de notas mías dispersas -y algún comentario ajeno sobre mis trabajos-a través de años, en lemas de mi apasionamiento: cultura, política e historia.
Se podrá coincidir o no con ellos, pero se advertirá que todo está encarado bajo una absoluta unidad de concepto.
Es lo que deseo que se advierta, como compromiso de coherencia y fidelidad conmigo mismo, al cumplir esta primera etapa de mi vida.
Francisco Hipólito Uzal |
PRÓLOGO
Francisco Hipólito Uzal o la tarea de un siglo.
Más actual que David Peña, con la visión polifacética de los Quesada y la solvencia intelectiva de Adolfo Saldías, el príncipe y primero de los investigadores revisionistas, Uzal suma sobre sus hombros, no sólo el peso de los ochenta floridos años, sino la sensación de llevar la púrpura sobre su sayal, que traduce la seriedad, la valentía, el coraje civil de una personalidad sin estrías ni fracturas; pero que ha sabido ocupar un lugar de privilegio entre los varones probos de esta República.
El aserto de considerar al Prof. Francisco Hipólito Uzal como la cabeza visible de la actual y moderna historiografía revisionista argentina no constituye una aseveración precaria o, en todo caso, caprichosa o banal. En cierto modo, la militancia de Uzal aparece aliada a dos comprobaciones previas,, el sentido de¿u ubicación en defensa de la Argentina permanente, lo que Mallea calificaba de "secreta" y Scalabrini Ortiz del país subterráneo, el que pervivía y se profundizaba con las raíces de su preclara y rotunda argentinidad.
Polígrafo atento, de una pluralidad y de un talante nutridos con estos raros elementos que son la probidad y el prestigio.
Se nos ocurre oportuno volver, una y otra vez, sobre la figura consagrada del consular Uzal.
Su existencia aparece condecorada por las palmas del servicio a una alta dama que remata su cabellera con el gorro frigio y una majestuosidad inimitable. La imagen inmaculada de la República alimenta la inspiración permanente de nuestro perínclito amigo y cantarada. Nuestra devoción amical tiene el goce común de las grandes pasiones por esta Dulcinea, que es obviamente inmortal, como lo mucho y bueno que ha hecho el historiador Uzal para poner en prensa los grandes secretos del país real.
Todas las grandes causas lo han tenido como abanderado y combatiente.
La reseña final o, acaso, el último recuento, alcanza a Uzal en posición combatiente. Como el "Tigre", Clemenceau, como nuestro ineludible Perito Moreno, permanecerá de pie hasta el instante supremo, peleando pluma en ristre.
Enrique Pavón Pereyra
Director de la Biblioteca Nacional |
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