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EL PROGRAMA NACIONALSOCIALISTA

 

Gottfried Feder

PILOTO DE STUKAS - Hans Rudel

120 páginas
Ediciones Sieghels
2008
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 40 pesos
 Precio internacional: 12 euros

 

 

La concepción doctrinaria del Nacionalsocialismo ha sido completamente ocultada a los ojos de los pueblos a través de una montaña de mentiras, contando para ello, los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, de absolutamente todos los medios de manipulación masiva.
Nada más indicado para aprehender la verdadera esencia de la cosmovisión hitleriana que recurrir a su fuente más autorizada: la Biblioteca Oficial del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (N.S.D.A.P.). Precisamente el Cuaderno Nº 1 de la misma lo constituye EL PROGRAMA NACIONALSOCIALISTA, analizado por su Director, el célebre Gottfried Feder -designado expresamente por el Führer responsable de la difusión y definición ideológica -, autor del no menos célebre Manifiesto para el quebrantamiento de la servidumbre del interés, uno de los ejes del Nacionalsocialismo.
Esta centralidad resulta acentuado por el énfasis que los nacionalsocialistas pusieron en mantener inalterable sus postulados. Declinando a, como lo hacen los demás partidos, adaptar el Programa a las llamadas circunstancias y adaptando, en vez, las circunstancias a el Programa tomando control por sobre lo circunstancial... Adolf Hitler declaró en el Congreso de Dirigentes del Reich: "Las cuestiones programáticas no ocupan la atención del Congreso de Dirigentes: el Programa está fijado y no toleraré jamás que se sacudan los fundamentos doctrinarios del Movimiento". Así fue hecho, y así hoy en día podemos estudiar sus fundamentos tanto en teoría como en la práctica.

 

ÍNDICE

Prólogo de Federico Rivanera Carlés...............................7
Prólogo de Salvador Borrego...............................15
¡La Patria!...............................25
Prefacios originales...............................31
1. Manifiesto partidario oficial...............................41
2. Los 25 puntos...............................51
3. Las ideas fundamentales...............................59
4. Las exigencias programáticas en particular...............................75
5. Lo que no queremos...............................113
6. Palabras finales...............................117

PRÓLOGO DE FEDERICO RIVANERACARLÉS

La concepción doctrinaria del Nacionalsocialismo -cuya enorme significación histórica huelga resaltar- ha sido completamente ocultada a los ojos de los pueblos a través de una montaña de mentiras y de burdas patrañas e incluso, paradójicamente, hasta no pocos de sus partidarios actuales poseen sobre él un conocimiento rudimentario. Durante la existencia del Tercer Reich, la imperiosa necesidad de contrarrestar, aunque fuera parcialmente, la descomunal y calumniosa propaganda aliada, impidió la divulgación masiva fuera de Alemania de los textos fundamentales de un pensamiento filosófico-político al que puede calificarse sin exageración, como el más revolucionario de la historia.
La agobiante e ininterrumpida campaña de acción psicológica, de escala mundial, orquestada por el judaísmo internacional y sus agentes liberales y marxistas ha cubierto de ludibrio y de fango todo lo que sea Nacionalsocialismo y esto ha sido realizado de modo tal, que para la mayoría de la gente se trata de un movimiento de feroces y peligrosos monstruos preocupados exclusivamente en someter al universo y satisfacer sus enfermizos y sádicos instintos. En semejante clima, hábilmente prefabricado, no puede pretenderse no ya la menor simpatía por los camisas pardas, sino ni siquiera interés alguno en conocer su ideario.
Se puede sostener cualquier ideología por más absurda y antinatural que ella sea, se puede profesar abiertamente el marxismo -que circula tranquilamente por el mundo libre -, pero los campeones de la libertad de pensamiento (una de las muletillas utilizadas contra la Alemania de Hitler), no permiten que nadie proclame su fe nacionalsocialista, bajo amenaza de ser fulminado por los rayos de los dioses del Olimpo democrático. ¡Hasta se deforma el nombre de la doctrina, llamándola peyorativamente “nazismo”!
Pese a todo, algunos sectores de las nuevas generaciones, hastiados del infierno de la sociedad de consumo, no son ya atrapados por las seducciones del “paraíso” rojo. Observan desdeñosamente las mistificaciones que los rodean y los que aún no han abrazado el estandarte de la cruz gamada, han comenzado a prestarle respetuosa atención, encontrando en él, con razón, una atracción irresistible. ¡Es que empieza a descubrirse que los enemigos del Movimiento Nacionalsocialista son justamente los verdugos y los explotadores de la humanidad!
Nada más indicado para aprehender la esencia de la cosmovisión hitleriana que recurrir a su fuente más autorizada: la Biblioteca Oficial del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores (N.S.D.A.P.). Precisamente el Cuaderno Nº 1 de la misma lo constituye EL PROGRAMA NACIONALSOCIALISTA, analizado por su Director, el célebre Gottfried Feder -designado expresamente por el Führer responsable de la difusión y definición ideológica -, autor del no menos célebre Manifiesto para el quebrantamiento de la servidumbre del interés, uno de los ejes del Nacionalsocialismo.
Resulta sumamente difícil hallar las palabras adecuadas para poner de manifiesto la trascendencia, el sentido profundamente revolucionario y la tremenda vitalidad histórica que trasunta este Programa que modelará, a no dudarlo, el mundo del mañana.
Si bien EL PROGRAMA NACIONALSOCIALISTA es de una claridad y precisión tales que, prácticamente, nos eximen de todo comentario cabe, sin embargo, hacer una acotación en un punto crucial: el que se refiere al campo económico-social. Un análisis superficial que no tenga en consideración todos los datos del problema, puede hacernos incurrir en el grave error de suponer que el Nacionalsocialismo defendió las estructuras capitalistas, tal como sostiene la propaganda comunista. La lectura del Programa parecería ratificar esta afirmación dado que, efectivamente, la propiedad individualista de los medios de producción (que no otra cosa es el capitalismo) es, aunque con reservas, aceptada. ¿Cómo se entiende esto? ¿Cuál es realmente la postura nacionalsocialista en este aspecto? Veamos.
En primer término, reparemos que el Nacionalsocialismo, como los restantes Movimientos nacionales del siglo, a diferencia del demoliberalismo y del marxismo que son engendros de laboratorio, irrumpe en la escena histórica como una reacción natural, biológica, de la Comunidad avasallada, por tanto, es comprensible que encerrara inicialmente ciertas falencias en sus formulaciones teóricas que con posterioridad serían superadas sobre la marcha. Por otro lado, lo que cuenta en un movimiento revolucionario no es la letra sino el espíritu que lo anima. Y precisamente en el espíritu nacionalsocialista campea una radical y violenta oposición al capitalismo. ¿No se habla en el Programa, acaso, de la lucha entre el Trabajo -encarnado por el NSDAP - y el Capital - personificado en el judaísmo y los sistemas burgueses, democráticos y marxistas, que le sirven dócilmente?-. ¿No dice Feder que el Nacionalsocialismo es del todo distinto que el Capitalismo? Ha sido el propio Hitler quien calificó a la tesis del “quebrantamiento de la servidumbre del interés” -según podrá constatar el lector - como la esencia del Nacionalsocialismo (que, por lo demás, no se denominó así por simple capricho u oportunismo). Y la servidumbre del interés” es, a su vez, la esencia de la sociedad capitalista.
La coyuntura especialísima en que se desenvolvió la Revolución Nacionalsocialista, incidió negativamente sobre el desarrollo orgánico de su posición anticapitalista. Al acceder al poder, Hitler se encontró con una Alemania sumida en la ruina más indescriptible y cercada por poderosísimos enemigos. Había, por ende, forzosamente que efectuar el proceso revolucionario en dos etapas, la primera de las cuales tenía como fin la liberación política y la construcción del Estado Nuevo, única manera de enfrentar con alguna posibilidad de éxito a los enemigos externos que querían impedir a toda costa la resurrección alemana (en la que estaba implícita la resurrección de la Civilización blanca), lo que desgraciadamente a la larga sucedió.
La segunda fase revolucionaria, la liberación total de la Comunidad de las formas burguesas, debía quedar para más adelante, puesto que las alteraciones en el ritmo de la producción que automáticamente trae aparejada toda modificación de las relaciones en el seno de la empresa, acarrearían inevitablemente consecuencias fatales para Alemania, que no se hallaba en condiciones de derrochar energías de ninguna índole y que debía, con rapidez fulmínea, volear la totalidad de sus fuerzas en el plano de la política exterior.
Ante ello, el régimen nacionalsocialista evidenciando una vez más su autenticidad revolucionaria, decidió llevar a cabo una serie de experiencias pilotos en el ámbito económico-social, destinadas inteligentemente a preparar el camino que la Nación transitaría en el porvenir, superadas las graves contingencias del presente. En tal sentido se fomentó la creación de empresas basadas en la propiedad comunitaria de las herramientas de trabajo como la famosa Volkswagen, ejemplo de capacidad productiva y de eficiencia técnica. Paralelamente, se instauró el Frente del Trabajo Alemán, cuyas características eran las siguientes: 1. Integración de todas las empresas industriales y agropecuarias de Alemania, a la que se definía -en este aspecto - como una gigantesca comunidad de producción; 2. Modificación sustancial de la sociedad anónima, lo cual significó: a. transformar las acciones en simples obligaciones; b. traspasar casi íntegramente la plusvalía a manos del Estado, quien la distribuía en función de las necesidades nacionales; el capitalista recibía un ínfimo porcentaje que a partir de 1939 quedó reducido sólo al 3 % anual; responsabilizar ante la Comunidad al jefe de la empresa del desempleo eficaz de la misma. (Esta fiscalización se realizó por intermedio de diversos organismos, el principal de los cuales era el originalísimo Tribunal de Honor Social).
Asimismo se prohibió bajo pena de muerte el interés del dinero, hecho inédito en las sociedades contemporáneas. El préstamo recuperó su antiguo sentido comunitario, dejando de ser usura legalizada. El dinero volvió a ser concebido como mero instrumento de intercambio de bienes y servicios en lugar de medio de lucro y de opresión de la Nación, como sucede en la democracia. La economía se apartó del patrón oro para basarse, como corresponde a su naturaleza, en la capacidad de producción nacional.
Como puede comprobarse de hecho el Capitalismo había desaparecido. Aunque no se podía en ese momento, como hemos visto, efectivizar el cambio integral de la infraestructura económico-social, el sistema nacionalsocialista no se limitó -como en otros países - a paliar o suprimir sólo los efectos de aquél sino que lo hirió de muerte. La clase burguesa casi no existía y había sido despojada de todo su poder.
En el terreno de las realidades concretas, ¿quién ha aventajado al Nacionalsocialismo? El tan declamado socialismo de los países marxistas es sólo una máscara que no logra ya disimular un brutal capitalismo de Estado, más tiránico aún que el de tipo demoliberal por su grado de concentración, en el cual una nueva clase de oligarcas lleva al paroxismo la expoliación de los productores. El Nacionalsocialismo, en cambio, ha sido y es el único movimiento genuinamente revolucionario y liberador. Es el verdadero socialismo, esto es, la síntesis totalitaria y armoniosa que resulta de la complementación orgánica de los conceptos de propiedad y de sociedad.
La circunstancia de que el régimen hitleriano haya tenido sólo doce años de vida, la mayor parte de los cuales fueron absorbidos por la guerra y sus prolegómenos, hacen aún más sorprendente y encomiable la inmensa obra realizada. ¡Qué metas se habrían alcanzado con un margen sólo un poco más dilatado de tiempo! Sus adversarios lo sabían y actuaron en consecuencia para impedirlo. Valiéndose de las más descaradas y cínicas provocaciones, obligaron al enemigo mortal de su intereses a una guerra prematura en la cual una colosal desproporción de efectivos, frustró la empresa casi increíble de la Alemania Nacionalsocialista.
Queremos señalar, por último, que la creencia bastante extendida que circunscribe el Nacionalsocialismo a Alemania, es absolutamente equivoca y entraña un prejuicio acientífico forjado deliberadamente por los sofistas burgueses. Por el contrario, en tanto es la expresión orgánica del orden social natural, posee validez universal e implica la única respuesta histórica válida para nuestra hoy sojuzgada raza aria, creadora de las más elevadas manifestaciones de la cultura y del espíritu humanos.
Adolf Hitler sucumbió voluntariamente con su pueblo -en la catástrofe histórica de mayor dimensión que haya sufrido Occidente - en cumplimiento del Programa que el lector tiene entre sus manos. A través del mismo, sin embargo, el Führer sigue viviendo en sus fieles combatientes que día a día se acrecientan. El Nacionalsocialismo constituye la garantía de su eternidad.
De ahí la importancia excepcional que revista EL PROGRAMA NACIONALSOCIALISTA, basamento inesquivable de un Nuevo Orden que inexorablemente se impondrá y cuyos signos germinales comienzan a vislumbrarse.

FEDERICO RIVANERA CARLES.
Buenos Aires, octubre de 1975.

Notas:

1- A consecuencia del humillante “Tratado” de Versalles y de la oprobiosa República de Weimar, impuestos por las Plutocracias vencedoras en la Gran Guerra de 1914-18

2- Esta ha sido, básicamente, la fórmula que hizo posible implementar una economía de guerra que convirtió a Alemania, en un par de años, en la primera potencia militar del planeta, y conjuntamente en la Nación de más alto nivel de justicia social, fenómeno incomprensible para los seudoeconomistas burgueses y marxistas.

3- Dicho cargo, por lo general, no era ejercido por los dueños del capital -cuyos derechos eran ya nominales - puesto que se trata de una función - técnica.

4- En la propia URSS, además de sustraerse a los obreros el producto de su trabajo, ha comenzado a implantarse paulatinamente el lucro en las empresas.

5- Ello motivó la aparentemente inconcebible proposición de Churchill de que serían reconocidas las exigencias germanas con la sola condición de la vuelta al patrón oro que, como es sabido, es la clave del poder judío mundial del que era testaferro el primer ministro británico.

6- Esta verdad irrefutable y trascendente tal fue lúcidamente comprendida por las juventudes de toda Europa que la avalaron con su sangre y su martirio en las legendarias divisiones de la Waffen-SS.

7- Las tensiones sociales que se traslucen en los reiterados intentos de muchos de sus habitantes de abandonar el territorio y las sublevaciones obreras y campesinas -aunque violentamente reprimidas siempre latentes - acaecidas en casi todos los países torturados por el bolcheviquismo, son las pruebas dramáticas de lo expuesto.

PRÓLOGO DE SALVADOR BORREGO

Desnacionalización de la Economía
Salvador Borrego E

Si un país vende sus medios de producción a capitales extranjeros, que luego acrecientan las utilidades y se las llevan a sus lugares de origen;
Si un país somete a sus trabajadores a una competencia internacional para ofrecer cada año mano de obra más barata;
Si un país se hunde en la trampa de no autofinanciar su crecimiento, sino de endeudarse en el extranjero y luego verse acosado por intereses usurarios;
Si un país acepta entregar su mercado Interno a los productores extranjeros, abriendo sus puertas de par en par;
Si un país procede así, ¿qué de extraño tiene que camine hacia la ruina?
Y es lo que está ocurriendo desde México hasta Argentina.
Para incurrir en tales absurdos se habla de una Economía que -de ser Liberal- pasó a ser Neoliberal. Y se da a entender que esta Economía (que sólo viene de una “Teoría”), obedece a “leyes económicas”, como si éstas fueran superiores a la razón y al interés y a la sobrevivencia de los pueblos.
Existen decenas de “teorías económicos”. La de Manchester, la Franco-americana, la Jurídica-social, la Clásica (de la cual se deriva la Neoliberal que nos arruina), y otras más. Pero, ¿qué vale una teoría cuando no es capaz de darle al pueblo lo más indispensable para su subsistencia?... ¿Y qué vale cuando ni siquiera puede brindarle al pueblo una esperanza en que las cosas mejorarán en un futuro inmediato?
Pero, ¿por qué aferrarse a una “teoría” ruinosa como la de los últimos 32 años de la vida de México?
Sencillamente, porque desde 1970 se pactó, secretamente, la desnacionalización de la Economía Mexicana Las verdades suelen ser sencillas, como ésta
Falso que la economía sea una ciencia infinitamente compleja, fuera del alcance del sentido común, sobre la cual le esté vedado al pueblo poner su mirada. Así se ha querido forjar un dogma a fin de que no se descubra que gobernantes “comprometidos” (aunque no con su pueblo) han desnacionaliza do la economía de sus países
John Kenneth Galbraith (economista estrella norteamericano) dice: “No hay en este dominio (el de la Economía) ninguna Idea que no pueda ser expresada en lenguaje común y corriente, aunque ello exija algún esfuerza La oscuridad que caracteriza a la prosa económica profesional no deriva de la dificultad del tema. Es consecuencia de un pensamiento no del todo madurado; o bien, refleja el deseo del iniciado de elevarse por encima del vulgo”
Otro economista no menos famoso, Ludwig von Mises, afirma que: “La economía, agrádenos o no, ha dejado de ser esotérica rama del saber, accesible solo a una minoría de estudiantes y especialistas Porque la ciencia económica se ocupa precisamente de los problemas básicos de la sociedad humana.”
Así, pues, el lector no debe dejarse impresionar demasiado por la retahíla de términos abstrusos con la que políticos y economistas oficiosos explican que si el nivel de vida va mal se debe a leyes “superiores”, imposibles de modificar. Sofismas por el estilo tienen por objeto ocultar que ciertas Cúpulas Supracapitalistas se han apoderado, en su propio beneficio, de la Economía de los pueblos. Y lo han logrado mediante la connivencia de gobernantes dóciles a sus Logias o cegados por supina ignorancia.

¿Se Puede Hundir a un País Prestándole Dinero?

Una respuesta apresurada diría “naturalmente que no!”...
Sin embargo, hace más de tres mil años ya se había elaborado un mecanismo para que el crédito beneficiara particularmente al prestamista, aun con perjuicio del deudor
Ochocientos años antes de Cristo el profeta Amos condenaba a ese tipo de negociantes. “Aumentáis los precios, alteráis las balanzas, obligáis a los pobres a venderse por un par de sandalias.”
La palabra “mammón” (en arameo) significaba el enriquecimiento feroz a costa del prójimo. El economista alemán Gottfried Feder dedicó un estudio específico a la servidumbre del interés del dinero, “El mammonismo -dice- es la grave enfermedad que todo lo alcanza e invade, de la cual padece nuestro actual mundo civilizado y, más aún, toda la humanidad. Es una epidemia devastadora, como un veneno corrosivo.”
Feder explica que el mammonismo ha de entenderse, por una parte, como el poder mundial del dinero, y por la otra, como una concepción de la vida orientada exclusivamente a los valores materiales, con la caída de todas las normas morales
“La tesis del préstamo a interés -afirma Federes el invento diabólico del supracapitalismo. Sólo ella posibilita la indolente vida de zángano de una minoría de poderosos del dinero, a costa de los pueblos creadores y de su capacidad de trabajo, es ella quien ha llevado a la sociedad a vivir contrastes abismales
“El quebrantamiento de la servidumbre del interés del dinero significa la restauración de la libre personalidad, la salvación del hombre de la esclavización y también de la fascinación mágica en que su alma fue enredada por el mammonismo.
“El capital prestamista es tan infinitamente superior frente a todo gran capital industrial (dedicado a producción), que las grandes potencias del dinero sólo pueden ser enfrentadas eficientemente mediante el quebrantamiento de la servidumbre del interés del capital prestamista”
En 1932, cuando todavía esa desproporción no era tan grande como ahora, el capital prestamista era veinte veces mayor al capital industrial, tan sólo en Alemania. De esta manera el pueblo estaba pagando 12,000 millones de marcos por intereses, anualmente
Ahora todos los pueblos viven aplastados -entre otros factores- por el pago de los intereses de su deuda. Si se quita este lastre, explica Feder, es posible abolir numerosos impuestos, propiciar las inversiones, elevar la producción, dar miles y miles de puestos de trabajo y alcanzar un nivel de vida superior.
En efecto. México está pagando, anualmente, 240.000 millones de pesos, sólo por Intereses. En un sexenio se va UN BILLÓN Y MEDIO de pesos. ¡Lo que podría hacerse con ese dinero!... Esta es una sangría diaria al trabajo de todos los mexicanos. Dinero que se va a borbotones para enriquecer más a los prestamistas.

¿Existe Otra Economía que no Extorsione?

En la actualidad no.
La hubo, pacíficamente, durante siete años en Alemania, de 1933 a 1939. En su inicio recibió un país en crisis, con seis millones de desempleados y dos millones de subempleados. A esa Economía le bastaron dos años para impulsar un desarrollo desbordante Y a los cuatro años el país era ya una potencia entre las potencias.
Es paradójico que los que implementaron ese cambio -en primera fila Spengler. Deumer, Lueger. Feder y Hitler- no partieron propiamente desde una teoría, sino de una nueva concepción de lo material y lo espiritual.
Oswald Spengler afirmaba. “Toda vida económica es la expresión de una vida psíquica... Una economía puede moldearse según el alma de una generación La economía tiene un deber moral. Desde Adán Smith hasta Marx se utiliza un análisis eminentemente materialista...
Tenemos una concepción nueva de la economía, que está situada más allá del capitalismo y del socialismo.”
Por su parte, Feder proclamaba: “En el área de la política financiera nuestro principio reza: las finanzas están al servicio de la Comunidad. Los plutócratas no deben formar un Estado dentro del Estado... En el área de la política social nuestro principio es: el bien común es la ley suprema.
En plática con los obreros de la construcción -donde millones de cesantes estaban encontrando empleo-. Hitler les decía: “Yo juzgo la economía desde el punto de vista del provecho que proporciona y no partiendo de una teoría. Así, pues, si alguien me dijera: ‘Oiga, tengo una teoría económica maravillosa’, yo le respondería: ¿qué provecho se le puede sacar? Esto es lo decisivo. La teoría no me interesa en modo alguno; me interesa únicamente el provecho, pues las personas no están al servicio de la economía, sino la economía al servicio de las personas.”
Coincidiendo totalmente con Feder, Hitler rechazó las proposiciones de Schacht para que Alemania pidiera préstamos extranjeros. “Los créditos -le dijo-, además de que “significan una carga de intereses, implican depender políticamente de fuerzas extrañas a la nación... Los intereses devoran la capacidad de ahorro de un pueblo.
En fin, el principio de que “una economía puede moldearse según el alma de una generación”, se vio realizado en el quinto año de regir la nueva economía Nacionalsocialista. En el extranjero, muchos economistas se habían burlado del “experimento” y habían esperado un catastrófico derrumbe alemán. Como éste no ocurría, después de ocho años, el Radcliffe College, de Cambridge. Massachusetts, becó a Maxine Y Sweezy para que fuera a Alemania a hacer una investigación.
Maxine dice que era necesario hacer un estudio de la estructura económica nazi porque -contra lo esperado- ni una inflación, ni la falta de recursos económicos ni una revolución interna habían liquidado a Hitler
Y ya en el campo de los hechos, Maxine fue encontrando muchas novedades, de las cuales no daba cabal información la prensa internacional.
== Reducido el costo del Gobierno, los fondos se dedicaban a emprender grandes obras públicas para dar trabajo a los desempleados.
== La agricultura recibió decisivo apoyo con el Frente del Trabajo, y otras medidas, y pudo incrementar la producción de víveres para no depender de importaciones extranjeras.
== En la industria se fijaron prioridades. Si una inversión iba a dar considerables dividendos, pero a producir algo que no fuera de beneficio colectivo, la inversión respectiva era desviada a otro producto, aunque diera menos dividendos.
== Era obligatorio que la industria rebajara precios de sus productos cuando se lograba disminuir el costo de tales o cuales materias primas (insumos). Un sentido de patriotismo contrarrestaba la ambición de obtener más ganancias
== Los líderes que se enriquecían con cuotas sindicales fueron reemplazados por “tribunales de honor”, que exigían cumplir sus deberes a obreros y patrones, El patriotismo se movilizó como un nexo de solidaridad.
== Ese mismo nexo fue cultivado para acercar a la clase alta, la media y la baja, a fin de que la unidad de clases diera más fuerza a la nación.
== Mientras se creaban empleos para los cesantes, un día al mes sus compatriotas consumían “un plato único” (en La comida del mediodía) y cedían el resto para el Servicio de Auxilio.
== Trabajadores y empleados que llegaban a edad de retiro, pero en buenas condiciones físicas, seguían trabajando Para casos de reducción de rendimiento se crearon talleres especiales.
== Plan de construcción de casas: el costo máximo era de 7,000 marcos, de los cuales podían obtenerse 2.000 como préstamo gubernamental, con una tasa de interés del 3% anual.
== Exención de impuestos a empresas que desarrollaran procesos técnicos de importancia nacional. Esto alentaba la inventiva
== Se impulsó la industria química para producir sucedáneos de productos escasos Así surgió la margarina. Del carbón de piedra se empezó a producir gasolina sintética. Con piel de pescado se hacían zapatos. Los autobuses fueron adaptados para usar gas en vez de gasolina. Se aprovechó el vidrio para hacer tuberías. El papel y el aceite de desecho fueron regenerados y vueltos a usar. Los forrajes de verano pudieron usarse en invierno mediante depósitos fermentadores. Del aserrín se obtuvo harina para forraje. De las papas se extrajeron azúcares, etc. Surgió una gran variedad de compuestos químicos (erzat).
== La economía se ajustó para evitar devaluaciones, pues se negó que éstas tuvieran algo positivo, aunque el sistema liberal les atribuye ciertas virtudes
== Nació el Volkswagen En cinco años se duplicó el número de automóviles En Fallersleben se construyó no sólo la fábrica de automóviles más grande del mundo, sino la fábrica más grande del mundo de cualquier cosa.
== Muchas libertades (propias del liberal “dejad hacer, dejad pasar”) fueron restringidas cuando se trataba de beneficiar a las mayorías. Un sentido de solidaridad lograba que esto fuera aceptado, según el socialismo nacional.
El conocimiento de otras realizaciones quedó vedado para viajeros como Maxine Y Sweezy Por ejemplo, los grandes laboratorios de Peenemunde, donde se inventó el motor capaz de lanzar cohetes estratosféricos, y donde se resolvieron los problemas a fin de colocar satélites en el espacio exterior, que ahora son básicos en la comunicación telefónica mundial
Maxine tampoco pudo enterarse de que, en un laboratorio de Rostock, el físico Pabst von Chaim estaba terminando de inventar un motor a reacción, que luego fue perfeccionado por el profesor Messerschmitt. Este motor (conocido ahora como “jet”), vino a transformar a la aeronáutica en todo el mundo
Al mismo tiempo, en los laboratorios Heinkel daba sus primeros pasos la computación. Ahí nació para hacer rápidamente los complicados cálculos sobre el mejor rendimiento de las combaduras en las alas de los aviones.
Maxine tampoco tuvo acceso a muchos otros talleres o laboratorios donde la física, la mecánica y la química estaban logrando avances superiores a lo que se conocía en el mundo Occidental. (Al terminar la guerra los aliados requisaron 346,000 patentes).
Aunque Maxine reconoce que tuvo muchos logros la Economía Nacionalsocialista que regía en la Alemania de Hitler, sus conclusiones la condenan porque -dice- entrañaba un factor “antisemita” y porque “era una economía de guerra”. Esto último se ha encargado de difundirlo el profesor Samuelson, cosa que le valió obtener el Premio Nobel 1970.
Sin embargo, se trata de un dogma sin bases reales.
John Kenneth Galbraith, jefe del Control de Precios en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, dice que hasta 1941 (durante los primeros nueve años del régimen de Hitler), había más economía de guerra en la Gran Bretaña que en Alemania. Lo demuestra -afirma- que en ese año los ingleses fabricaron 20,100 aviones militares, frente a 10,775 aviones alemanes; 4.843 tanques ingleses, frente a 3,790; 16,700 cañones, frente a 11,200.
Otro experto, Burton E. Klein, también niega que la Economía N.S. se hubiera basado desde 1933 en lo que se llama “economía de guerra”. Hasta que la guerra se generalizó (1941-1942) empezó el gran esfuerzo bélico. Hitler persistió mucho tiempo en la idea de que la contienda se localizaría en el choque Alemania - URSS. Veía como “antinatural” que Occidente llegara a una lucha total para salvar al Comunismo. Su secretario de Relaciones, Von Ribbentrop, le cultivaba esa creencia. Todavía el vuelo de Hess a Inglaterra, en mayo de 1941, tenía la intención de convencer a los ingleses de que Alemania no quería la guerra contra ellos.

Objetivo Prioritario:
Ocultar qué era la Economía Nacional Socialista

Las realizaciones de esa Economía fueron tan considerables y se dieron en tan corto tiempo, que sus adversarios han considerado indispensable ocultaren qué consistía. Se le ha colocado encima una lápida y no se les muestra a los universitarios ni a los alumnos de las escuelas de economía
Es más uno de los móviles de la Segunda Guerra Mundial fue precisamente acabar con dicha Economía, a fin de que únicamente rija la actual, encaminada a la Globalización
El presente libro de Gottfried Feder es un documento útil para los estudiosos de la Historia

Notas:

1- Todo esto es precisamente lo opuesto a la economía NS que expone Gottfried Feder

2- Memorias. J.K. Galbraith; Edit. Grijalbo; 1982

3- LA Acción Humana. Tratado de Economía. Ludwig von Misas; Editorial Sopec, S.A.; Madrid; 1968

4- Un ejemplo de enseñanzas desorientadas, no exentas de cierto esoterismo científico, puede encontrarse en el Tratado de economía del Precio Nobel Paul Samuelson. Edit. McGraz-Hill. 1980

5- Libro del Profeta Amós, 8, 4, 6 y 9, 12

6- La Enciclopedia UT.E.HA dice que, en boca de Jesucristo, el término de mammonismo implica una tentación exagerada de riqueza que hace pecar y perderse a los hombres

7- Se refería al ‘socialismo marxista”, que deformó el sentido original del termino pues correctamente éste implica preeminencia de la sociedad sobre el interés aislado de individuos o grupos.

8- Eso se promete en muchas Democracias, pero no se cumple.

9- Ha habido año en que México destine el 60% de su presupuesto para pagar ‘el servicio de la deuda’, y para hacerlo ha tenido Que emitir bonos u obtener otros préstamos

10- Hitler y oros funcionarios no cobraban sueldo

11- La Economia Nacionalsocialista. M Y Sweezy. Fondo de Cultura México.1944. La investigación fue hecha en 1940

12- Memorias. John Kenneth Galbraith Edit Grijalbo. 1981. Pag 240

13- Hess era el Secretario del Partido Nacional Socialista, amigo íntimo de Hitler y uno de sus posibles sucesores

¡LA PATRIA!

EL REICH ALEMÁN ES LA PATRIA DE LOS ALEMANES.

En el contexto de nuestra patética posición actual, cada palabra de nuestra demanda nacional sacude como un latigazo.
El “Reich Alemán”: ¿Dónde está el Reich Alemán hoy?
¿Actualmente Alemania, una miserable colonia, tiene algún derecho en llamarse por el glorioso nombre de “país independiente”? ¡No!
Un país como Alemania, hoy, no se puede decir que está en posesión de sus derechos soberanos. Ni aún el más extravagante experto en ciencias políticas diría eso.
Los cinco derechos soberanos más importantes de las naciones son:
• La soberanía territorial;
• La soberanía militar;
• La soberanía financiera;
• La soberanía administrativa;
• La soberanía judicial.
Simplemente el nombrar estos derechos soberanos y compararlos con la posición actual de Alemania, es suficiente para demostrar la invalidez de la sentencia de que un Reich Alemán soberano exista hoy en día.
Nuestra soberanía territorial es una farsa. Cada vez que le place, Francia nos ocupa sin hacer preguntas ni encontrar oposición. Asimismo, checos, polacos, daneses pueden invadir Alemania sin obstáculos en el momento que lo deseen.
El vilipendiado viejo régimen juzgaba las transgresiones de la frontera de forma muy diferente.
En tiempos pasados, la penetración militar en territorio alemán significó la guerra.
A fin de mantener la soberanía territorial, el estado requiere de Fuerzas Armadas que sean capaces de rechazar ataques sobre su territorio y sobre la vida y salud de sus ciudadanos.
Ningún estado soberano puede dejar a un poder extranjero supervisar a su personal, armamento, equipo, bases, y así sucesivamente. Si hace eso, obviamente, ya no es soberano. Ya no está en posesión de sus instrumentos de poder. Ha cedido su soberanía militar.
Esto es lo que ha hecho Alemania subordinándose a sí mismo al desarme e inspección de las Comisiones de sus enemigos.
Tal fue la magnitud de la subyugación de Alemania bajo los términos del armisticio.
Perdimos nuestra soberanía internacional.
Una cierta soberanía doméstica todavía pudo haber sido mantenida, pero inmediatamente después de la destrucción de estos medios internos de poder, vino el retorno de la plutocracia que arruinó completamente a Alemania.
Para empezar, la sucia inundación de Revoluciones se tragó Alemania, luego la multitud de estafadores y usureros, los hijos del caos, los traidores socialdemócratas y los desertores. Los delincuentes ocuparon las posiciones más altas de gobierno, las que pronto compartieron con demócratas y centristas. Detrás y por encima de todos ellos estaba el judío, el plutócrata con sus negociados.
Pronto, aun los francmasones del así llamado partido nacional fueron traídos, en particular el “hermano” Stresemann. Así, el último golpe estaba preparado.
Sofisticadas transacciones y las regulaciones de Dawes despojaron entonces a Alemania de su soberanía financiera, la cual fue otorgada a un puñado de judíos poderosos, tanto extranjeros como internos.
Asimismo, el Reichstag perdió la posesión de nuestros ferrocarriles junto con la soberanía sobre el transporte. Luego, entregó la vital soberanía administrativa en las áreas de impuestos y derechos, los que hipotecó y colocó bajo el control de los Comisarios de Reparaciones.
Poco queda por ser dicho acerca de la soberanía de nuestro sistema de Tribunales.
Nuestras áreas ocupadas están bajo la administración de tribunales militares extranjeros, el resto de Alemania está bajo decretos de emergencia como la “ley para la protección de la república”.
La ambigüedad de la ley, robo organizado a nuestra gente por las así llamada “reglas de evaluación”, obligó a nuestros tribunales a declarar a lo injusto como legal.
Alemania ya no es más un estado soberano.
Alemania se ha convertido en una colonia de esclavos.
Los alemanes son reprimidos. Son echados a prisión y se les prohíbe expresarse públicamente, por ninguna otra razón más que ser verdaderos alemanes que se resisten a la esclavitud.
De seguro, nosotros queremos tener un Reich Alemán nuevamente libre. Este futuro Reich Alemán libre debe ser el hogar de los alemanes.
Esta Alemania venidera debe ser nuestra patria y no simplemente la maquinaria de edictos policíacos. No sólo “el estado”, no meramente una autoridad establecida, no simplemente el gobierno y las prebendas de veinticinco casas reales, sino una patria verdadera.
Oh patria, palabra dulce y mágica llamando hacia primaveras de deleite. Amor, que se encuentra en nuestra patria, familiar y hermosa, soleada y adorable. La fragancia de la patria elevándose a todo alrededor, los sentimientos de dicha empapan al peregrino que otra vez siente el suelo amado de su patria bajo sus pies, a la que se encuentra ligado a través de primitivos lazos de sangre.
Patria, madre que provees a todos tus hijos. Cada alemán se siente a salvo y seguro en el Reich Alemán, el ancestral suelo alemán, la Patria alemana.
El sentido de seguridad es el elemento esencial en el concepto de Patria. De ella crece la dulce flor, el amor por la tierra natal.
No hay mayor bien para un país y su gente.
Es mucho más que la mera política social o el seguro contra desempleo. Es más que un programa de vivienda, aunque una casa propia es la mayor motivación para cultivar el amor por la tierra natal.
La Patria es más que un Estado Imperial al que se sirve, algunas veces voluntariamente, otras bajo coerción.
La Patria es mucho más que simplemente el gobierno del Reich, Estado o Ciudad, más que la representación de intereses profesionales, más que el proveedor de comida y el protector de la persona y la propiedad.
Todas estas organizaciones públicas contribuyen al concepto de Patria.
Al igual que en una familia digna de tal, el concepto de “regreso a casa” ejerce una magia especial; incluso lo mismo que un cuarto en el cual uno reside, o aun la celda de una prisión, la Patria es algo indescriptiblemente sensible y sutil, y sin embargo poderoso. Está muy por encima de los miserables pensamientos de utilitarismo de grupo, del democrático-liberal parlamentario concepto de sociedad, al que el “Estado” representa.

Notas:

1- A pesar de todos los males que aquí se describen, una de las peores crisis de la historia, la Alemania Nacionalsocialista, con la aplicación del Programa que aquí se presenta, y con la firme voluntad de gobernar según principios inmutables, se convirtió milagrosamente y en muy corto tiempo en la gran potencia mundial. Con el esplendor del Reich, quedaron en evidencia las mentiras de las teorías políticas y económicas del sistema de opresión de los pueblos e instalación de la miseria y decadencia que vivimos nuevamente en la actualidad, como si una alternativa al sistema democrático-plutocrático no fuera posible. Sólo les quedó el ocultamiento, la injuria y perversión de la historia para acallar este ejemplo. Con la edición del Programa del NSDAP pretendemos mostrar las bases teóricas con las cuales el cambio fue posible (N. d. E.)

PREFACIOS DE GOTTFRIED FEDER

El Congreso Partidario de 1926, en Weimar, decidió iniciar la publicación de una serie de textos que, en forma sintética y orgánica, se ocupen de todas las áreas importantes de nuestra vida política. Estos cuadernos han de proporcionar una imagen unitaria y fidedigna de la posición del Nacionalsocialismo con respecto a los distintos problemas comunitarios, indicando con precisión la metodología adecuada a las deficiencias y los errores.
Se trata, por consiguiente de examinar exhaustivamente “cuál es la situación”, luego indagar científicamente “cómo llegó a producirse para después, construyendo creativamente, dar respuesta a la cuestión vital: ¿QUÉ HACER AHORA? Mostrar nuevos caminos en la vida estatal, en las finanzas y en la economía, ese debe ser el cometido principal de estos trabajos que se diferencian de los escritos usuales, que impregnados de cientificismo no se atreven a ir más allá de la tarea de clasificación retrospectiva del “historiador”, o que en mérito a la “objetividad” y al “realismo” se limitan a reflejar todas las opiniones.
Erigir en este caos un “rocher de bronce” de el estudios rigurosos y extraer consecuencias claras, para conformar una voluntad política monocorde, tal es el objetivo que nos hemos propuesto.
Por este motivo nuestros manuales -con toda la libertad en los detalles - deben mostrar irrevocable e imperturbablemente las grandes concepciones fundamentales del Nacionalsocialismo en forma categórica e inequívoca.
Adolf Hitler me encomendó la publicación de esta colección que ha de constituir la Biblioteca Oficial del Partido.
Al Congreso Partidario del presente año entrego como primer cuaderno El Programa del NSDAP. A nuestro Führer Adolf Hitler le expreso mi especial gratitud por la revisión del manuscrito.

Mumau a.Staffelsee, agosto de 1927.

Gottfried Feder

 

PREFACIO DE LA CUARTA EDICIÓN

Justamente un año después de la aparición de la primera edición de “El programa del N.S.D.A.P.”, ya se hace necesaria una 4ª edición, nueva prueba contundente del desarrollo potente y vigoroso del Movimiento.
Con acentuado énfasis Adolf Hitler declaró en el Congreso de Dirigentes del Reich (Reichsführertagung) del 31 de agosto del presente año: “Las cuestiones programáticas no ocupan la atención del Congreso de Dirigentes: el Programa está fijado y no toleraré jamás que se sacudan los fundamentos doctrinarios del Movimiento”. A esta declaración decisiva del Führer adhiero de todo corazón, pues nada es más peligroso para la estabilidad y el empuje de un movimiento político de nuestra índole, que si a posteriori se practica una crítica negativa de su base firme -el Programa-, o si se producen discusiones al respecto. Un cambio de ideas sobre tal o cual punto del Programa es, por el contrario, fructífero, y puede y debe enriquecer y ahondar el mundo ideológico del Nacionalsocialismo.
Respecto a los problemas cotidianos y de política diaria, las opiniones frecuentemente divergirán, ya que la postura de nuestras representaciones parlamentarias muchas veces no son comprendidas de inmediato, si por motivos tácticos deben hacerse concesiones, pero distinto es cuando se trata de cuestiones básicas programáticas: aquí no puede ni debe ser distorsionado ni menos aún traicionado nada para, digamos, obtener ventajas del momento.
Quien en la cuestión judía, en nuestra lucha contra la alta finanza, el pacto de Dawes o la política de pauperización o en otros aspectos programáticos cree no poder concordar con nuestros caminos y metas fijadas inamoviblemente, quien piensa poder comprar la libertad de la Nación alemana a través de la Liga de las Naciones o de Locarno, mediante compromisos y cobardía, ese no tiene nada que buscar entre nosotros, ese está fuera del N.S.D.A.P. Nosotros rechazamos absolutamente su mejor saber privado, que suele exteriorizarse en forma insistente en sabios escritos y elocuentes discursos.
Asimismo rechazamos a los del “si pero” que si asienten en general, siempre tienen pronto un “pero” con respecto a cualquier punto.
El que esté de acuerdo con nuestras demandas, que posponga sus escrúpulos por cualesquiera cuestiones accesorias. No existe una concordancia absoluta de todos en todos los detalles, menos tratándose de un movimiento combativo político.
Distinto es, si eventualmente un punto del Programa es explotado mediante falsas interpretaciones por extraños o deformado canallescamente por nuestros adversarios políticos, tal cual ya ha sucedido. Aquí tiene que darse y se dará la interpretación oficial.
Así el Punto 17 del Programa, arrancado de su contexto, ha encontrado una falsa y malintencionada explicación y una imputación malévola por parte de nuestros enemigos. Adolf Hitler dio por lo tanto, de acuerdo con mi propuesta, el 15 de abril de 1928, la siguiente Declaración:
“Frente a las mendaces interpretaciones del Punto 17 del programa del N.S.D.A.P. por parte de nuestros adversarios se hace necesaria la siguiente declaración:
Como el N.S.D.A.P. se ubica en el terreno de la propiedad privada, resulta de por sí que el pasaje “expropiación gratuita” se refiere sólo a la creación de posibilidades legales para expropiar, de ser necesario, la tierra que fue adquirida en forma ilegal o que no es administrada conforme a los puntos de vista del beneficio popular. Esto se dirige por tanto, en primer término, contra las sociedades especuladoras de bienes raíces judías
Munich, el 13 de abril de 1928.
ADOLF HITLER.

Por supuesto no puede tratarse en absoluto de que el N.S.D.A.P. limite la terratenencia alemana en la ciudad y el campo en sus bien adquiridos derechos de propiedad, tal como ha sido sostenido mentirosamente durante la última campaña electoral por la Liga Agraria (Landbund), el Partido de Campesinos (Bauernpartei) y los nacional -alemanes (Deutschnationalen). Ningún partido practica una política agraria más clara y consecuente que justamente nosotros, los nacionalsocialistas. Del sentido y espíritu de nuestro Programa global se desprende con absoluta nitidez que sólo puede tratarse de una expropiación de tierras que, sobre todo durante la inflación, fueron escamoteadas por especuladores y usureros del exterior o del interior, casi siempre judíos, a los propietarios alemanes frecuentemente por lo que se llama “una rebanada de pan con manteca”, o también en los casos de latifundios que no se administran al servicio de la Comunidad popular.
Es la finalidad de la Biblioteca Nacionalsocialista ofrecer exposiciones fundamentales, dentro del espíritu de nuestro Programa, acerca de todos los sectores de la vida nacional.
¡Ella ha de ser el arsenal ideológico para nuestra lucha de liberación!
Murnau am Staffelsee, setiembre de 1928.
Gottfried Feder

 

PREFACIO DE LA QUINTA EDICIÓN

Ya otra vez se ha hecho imprescindible una nueva edición. Es - como se sobreentiende en un escrito programático - una copia inalterable, en todo lo esencial, de la edición precedente.
Sólo han sido enmendados aquí y allá algunas imperfecciones en la expresión y pasajes que pueden conducir a interpretaciones erróneas. Agradezco especialmente la revisión minuciosa y las observaciones que me hiciera llegar la Secretaría de Adolf Hitler, las que han sido tomadas debidamente en consideración,

Murnau, febrero de 1929.
GOTTFRIED FEDER.

 

PREFACIO PARA EL 326-350 MILLAR

Durante la campaña electoral por la presidencia del Reich se publica el 326-350 millar de nuestro Programa, para anunciar los pensamientos y objetivos de los nacionalsocialistas.
Mientras en el campo burgués impera confusión, miedo y caos, mientras los marxistas del gobierno hacen tentativas de represión tan ridículas como desesperadas, el NSDAP se halla en un ascenso inaudito en la historia partidaria y se dispone a alcanzar el poder político.
Nuestro Programa, nuestras metas, no han variado. No se han efectuado rectificaciones esenciales, y tampoco son necesarias. Declinamos, como lo hacen otros partidos, adaptar nuestro Programa a las llamadas circunstancias. Adaptaremos, pues, las circunstancias a nuestro Programa, dominando las circunstancias.

 

PREFACIO PARA EL 500 MILLAR

El programa del NSDAP es inmutable. El nacionalsocialismo ha alcanzado el poder en Alemania. A pesar de las represiones inéditas, no fue posible detener el victorioso momento de nuestro movimiento.
El ya canoso Mariscal de Campo de la Gran Guerra Mundial ha nombrado al líder del NSDAP, Adolf Hitler, Canciller alemán. Él mantiene el imperio del gobierno con mano firme. Con sabiduría propia de estadista, fuerza y claridad de propósito, los prerrequisitos domésticos han sido creados para la realización de nuestras metas programáticas.
Repetidas veces debemos poner énfasis en que el programa del NSDAP no puede ser comparado con ningún programa de cualquier otro partido. El NSDAP no tiene un “programa de época” o un “programa de acción”. En contraste, el contenido de los 25 puntos está caracterizado por una impávida determinación, sin abandonar nuestros imperativos tácticos.
Más que nunca, es necesario que los millones de nuevos miembros del partido y los seguidores se familiaricen con el contenido original del NSDAP. Sólo en este camino, la base teórica estará preparada entre la gran masa del pueblo alemán para la realización final de nuestras metas.
Los prefacios precedentes son incluidos nuevamente porque dan una breve revisión de nuestro movimiento desde sus más pobres comienzos hasta su alzamiento en el poder.
En conclusión, he evitado hacer cambios de cualquier clase a fin de evitar la impresión de que las demandas originales ya no siguen en efecto.
“Los líderes del partido prometen, si es necesario, empeñar sus propias vidas en la realización de los 25 puntos precedentes” es la frase final de los 25 puntos, que nuestro Führer ha proclamado públicamente el 24 del febrero de 1920.
“El nacionalsocialismo no decepcionará al pueblo alemán”.

Berlín, 11. de Agosto de 1933
Gottfried Feder
Secretaria del Reich
Ministerio de Finanzas