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La Comunidad Nacional Europea

 

Jean Thiriart

La Comunidad Nacional Europea - Jean Thiriart

208 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2016
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 220 pesos
 Precio internacional: 21 euros

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jean Thiriart ha sido sin duda una de las personalidades que más influyó en el pensamiento europeísta de postguerra y que más activo ha sido en pro de una Europa unida. Ya desde temprana edad, tras una militancia de juventud en grupos de extrema izquierda, antifascista y nacional-bolchevique, termina adoptando la visión europeísta del Reich alemán, por lo cual es encerrado durante 3 años, una vez finalizada la contienda, bajo el rótulo de colaboracionista, llegándosele incluso a prohbir escribir.
Continuando con una muy activa militancia política se decide a formar un partido nacional europeo que se pueda oponer a las políticas de Estados Unidos, fruto de los cual forma la reconocida agrupacion "Joven Europa", fuertemente organizada y activa, que reune a destacadas personalidades de todo el continente.
Reconociendo tempranamente el peligro que representaba, sostiene que Europa debe apoyar al mundo árabe contra el sionismo y a tal fin, invitado por los gobiernos iraquí, egipcio y el partido BAATH, establece importantes contactos con distintos líderes árabes para la construcción de las Brigadas Europeas, un movimiento de liberación que debían participar en la lucha de liberación nacional de Palestina y luego convertirse en la principal estructura de un ejército de liberación nacional en Europa. Aunque de hecho el primer caído en la lucha contra el sionismo fue un militante de "Joven Europa", el proyecto fracasa por presiones soviéticas al gobierno iraquí y Thiriart decide dejar la militancia.
En 1981, un ataque terrorista por parte de los criminales sionistas contra su oficina en Bruselas fue el motivo decisivo para que Thiriart reiniciase su actividad política, esta vez buscando un acercamiento ideológico a la Unión Soviética como fuerza contraria al pseudoimperialismo norteamericano, en tanto esta reconozca el proyecto europeísta y no intente "rusificar" el mundo.
Tras la fama y controversia en torno a su figura, su amigo Gil Mugarza, quien junto al general Perón y el coronel Otto Skorzeny formaba, junto a Thiriart, un grupo de amigos entre los años 1962-69, le da la oportunidad de explicar claramente su pensamiento político con una larga entrevista, que constituye el núcleo del libro que ahora presentamos. Con más de un centenar de preguntas nos han dejado un documento excepcional donde Thiriart condensa su pensamiento y su visión sobre el futuro de Europa. A pesar de estar escrito en 1983, la esencia del problema europeo sigue en los mismos términos que planteó el autor de "¡Arriba Europa!".
Completan la obra diversos escritos de Thiriart y homenajes de pensadores que lo conocieron, como Claudio Mutti y Robert Steuckers, para dejar constancia de la importancia del pensamiento europeísta y la participación que Thiriart tuvo en él.

 

ÍNDICE

 

Biografía de Jean Thiriart7
Presentación10
Prólogo11
Habla Jean Thiriart, el pensador de la Nueva Europa15
Anexos
La Europa-estado y la Europa-nación se harán contra los USA131
La traición de los oficialistas132
Europa deberá hacerse contra los estadounidenses132
Europa sin riesgos: idiotez133
El escudo y el calendario134
Las soluciones garibaldianas137
La Europa que deberemos construir nosotros mismos138
Europa hasta Vladivostok 141
(Jean Thiriart, Agosto 1992)
Historia y Geopolítica141
La caída histórica de un Estado continental: La URSS144
El Estado político por oposición al Estado étnico145
Infortunios recientes: federalismo y confederalismo149
Europa hasta Vladivostok: la dimensión mínima150
Las limitaciones impuestas por el Imperio europeo150
El Dominium y sus límites153
Cuando Moscú llama a los “expertos”159
Rusia “sola” es un futuro “Brasil de las nieves”161
La Europa de las Patrias163
Contra la Europa de las patrias, que es la suma de los rencores y de las debilidades163
Solo la Europa unitaria puede suprimir las contradicciones entre los desgarros de las actuales fronteras étnicas, lingüísticas y económicas165
Europa federal, no. Europa unitaria, sí. ¿Por qué?167
Relectura de “La Gran Nación” de Jean Thiriart171
por Adriano Scianca
Una Europa unida: una necesidad.172
Unida, armada, independiente.173
Contra los imperialismos antieuropeos.174
Derecha, izquierda y más allá.175
La economía de potencia.175
El comunitarismo.176
Contra la falsa Europa.178
La lucha de Jean Thiriart 179
por Claudio Mutti
Homenaje a Jean Thiriart (1922-1992)191
por Robert Steuckers

Biografía de Jean Thiriart

 

Jean Thiriart era un teórico de la geopolítica más que un ideólogo, un hombre consagrado a Europa como práctica y no como especulación teórica. En virtud de ello sólo se puede comprender su obra en el contexto histórico en el que se desarrolló. Por eso antes de comenzar el análisis sobre su idea de Europa se hará un breve repaso por su trayectoria política.
Jean Thiriart nació en Lieja (Bélgica) en 1922. En su juventud militó, principalmente, en la extrema izquierda, en grupos como Jeune Garde Socialiste, (Joven Guardia Socialista) Union Socialiste Antifasciste, (Unión socialista antifascista) Fichte Bund, -de tendencia nacional-bolchevique- y en Amis du Grand Reich Allemande, (Amigos del gran Imperio alemán), agrupación esta última favorable a la unificación europea. La filiación a estas asociaciones muestra su temprana inclinación hacia los movimientos socialistas de liberación nacional.
Tras tres años de prisión por colaboracionismo durante la II Guerra Mundial montó un negocio de optometría. Tendrá que pasar más de una década para que Jean Thiriart retome su actividad política. Con motivo de la descolonización del Congo en los años 60 participa en la fundación del Comité d´action et de Défense des belgiens d´Afrique, que se convertiría en el Mouvement d´Action Civique (MAC). Thiriart apoyó estratégicamente a las OAS en Francia, creyendo que ello propiciaría la creación de un movimiento revolucionario europeo.
En 1962 participó con el MAC, movimiento belga, en una reunión en Venecia con representantes italianos, alemanes y británico del Movimiento Sociale Italiano, Parti Socialiste d L´Empire y Mouvement de l´Union respectivamente con la intención de fundar un partido nacional europeo opuesto a Estados Unidos. Sin embargo el nacionalismo de los italianos y alemanes impidió el proyecto europeísta.
El fracaso del proyecto europeo y de las OAS le hizo reflexionar sobre el rumbo que debía tomar el nacionalismo europeo, transformando al MAC en Jeune Europe, de clara vocación europeísta y antiestadounidense. Estableció contactos con China, Yugoslavia, Rumanía, Irak, Egipto y la resistencia palestina con la intención de crear un frente militar antiimperialista en Europa.
En 1968 el gobierno iraquí, egipcio y el partido BAA´TH, arabista y socialista, le invitan a un viaje por los países árabes progresistas. Durante el mismo participó en la apertura del Congreso de la Unión Socialista Árabe, presidido por Nasser y estableció importantes contactos con distintos líderes árabes para la construcción de las Brigadas Europeas, un movimiento de liberación con vocación europeísta. Pero el rechazo del gobierno iraquí lo impidió.
En 1969 Jeune Europe desaparece como organización debido a que no consiguió crear un sólido movimiento europeísta. A partir de esta fecha y hasta 1981 se vuelca en sus actividades profesiones como optometrista, ejerciendo las más altas funciones: presidente de la Sociedad de Optometría de Europa, Presidente de la Unión Nacional de optometristas y ópticos de Bélgica, presidente del Centro de Estudios de Ciencias ópticas y aplicadas (CESOA), presidente en el Consejo de la Seguridad Social belga y en varias comisiones de la CEE.
En 1981 un atentado sionista contra sus despachos en Bruselas le incita a retomar los escritos sobre Europa, aunque no de forma activa. No será hasta 1991 cuando retome su actividad política apoyando la creación del Frente Europeo de Liberación (FEL). Tras volver a Bélgica después de un viaje a Moscú en representación del FEL dónde se reunió con la oposición a Yeltsin murió de un ataque al corazón. Era el año de 1992.
Como se aprecia en su trayectoria política y cultural su principal interés fue el surgimiento de una conciencia europea y comunitarista, creando cuadros políticos y estructuras transnacionales apropiadas a tal fin. Creyó que Europa debía organizarse militarmente contra el imperialismo estadounidense.

Presentación

 

El presente texto corresponde a la entrevista que Bernardo Gil Mugarza realizó a Jean Thiriart, uno de los principales ideólogos de la Unidad Europea desde un punto de vista socialpatriótico. Son más de un centenar de preguntas a las que Thiriart responde dejando así un documento excepcional donde condensa su pensamiento y su visión sobre el futuro de Europa, teniendo en cuenta, lógicamente, que al estar escrito de 1983, muchas de las consideraciones sólo podían tener sentido en aquella Europa dipolar separada por el Muro de Berlín.
Sin embargo, la esencia del problema europeo sigue en los mismos términos que planteó el autor de “¡Arriba Europa!”. De ahí el valor del presente documento.

Prólogo

 

No he tenido ninguna actividad política desde 1965 a 1982. Actualmente preparo mi obra capital El Imperio Eurosoviético desde Vladivostok a Dublín.
Hacia finales de 1981 mi amigo Mugarza me había pedido contestar a 106 preguntas. Desgraciadamente esto me ha llevado quince meses. Quince meses de retraso en escribir El Imperio Eurosoviético.
Mugarza es periodista e historiador. Ha publicado, sobre todo, una obra magistral, España en llamas, 1936 (Ed. Acervo - Barcelona, 1968).
Mugarza, con el general Perón, el coronel Otto Skorzeny y yo mismo formábamos un grupo de amigos en los años de 1962 a 1969.
Mis respuestas a las 106 preguntas de Mugarza serán incorporadas a un volumen 3 de la tesis universitaria de Sauveur. En primer lugar aparecerán las versiones española y alemana. A continuación, la francesa.
Varios de mis antiguos colaboradores de la época Jeune Europe también me han planteado preguntas. Espero encontrar algún día tiempo para contestarles y unirlas a las 106 preguntas de Mugarza.
Yo tengo que ser juzgado por mis pensamientos reales y no por conceptos que jamás he tenido.
Gran cantidad de periodistas de izquierdas y de derechas han deformado totalmente mi pensamiento político. Han usado clichés, estereotipos, amalgama.
Entre los trabajos referentes a mi acción y a mi pensamiento político hay que clasificar en primer lugar las dos tesis universitarias que me han sido consagradas.
La primera, cronológicamente, es la de Jean Beelen, de la Universidad de Bruselas, y la segunda la de Yannick Sauveur, de la Universidad de París.
Estas dos tesis son relativamente objetivas.
No se puede decir lo mismo de las obras de polémica o de pura delación escritas por Serge Dumont, por Walter de Bock, por el grupo De Bock y Graindorge, por E. Verhoeyen. Por lo que a Bélgica se refiere.
En Italia, la mejor obra sobre mí es, sin género de dudas, la de Angelo del Boca.
El trabajo de Patrice Chairoff es ya rencoroso. Está la obra de Frederic Laurent L´orchestre noir, que se engaña clasificándome entre los “nazi-maoístas” (sic). Luego se llega a la “novela política”. Dennis Eisenberg, en su L´Internazionale Nera, me otorga el mando de la División SS Charlemagne (“...da Jean Thiriart -che fu capo della legione dei volontari francesi che combatterono sul fronte russo accanto la Wehrmacht-...”).
Algunos, como Genevieve Tabouis, escriben como pitonisas, pretendiendo saber lo que se ha hablado con ocasión de mi encuentro con Chu-En-Lai en Bucarest.
Llamo la atención, en especial a mis detractores, sobre el hecho de que existe una edición xerografiada que reproduce la colección completa de mis editoriales aparecidos en los 30 números de La Nation Europeenne entre 1965 y 1969.
Algunos testigos importantes de la época Jeune Europe han desaparecido. Gerard Bordes ha muerto en 1982, muy joven todavía. Quittelier, mi brazo derecho en la redacción, ha sucumbido a su cáncer a principios de julio de 1983. Por otra parte, no se llamaba Quittelier, sino André.
En 1983 he llegado a la conclusión de que la Unión Soviética es la última oportunidad para la unificación europea.
Todo consiste en saber lo que hará la URSS de Europa. Si cometerá de nuevo el error de Hitler (la Europa alemana) intentando una Europa rusa, o si, vuelta inteligente, hará la Europa soviética (es decir, poniendo fin a los estúpidos nacionalismos que nos desgarran).
La historia está llena de ocasiones perdidas.
Julien Benda, en 1932, en su libro Discours a la Nation Europeenne, ponía en evidencia el error histórico cometido por el Imperio Romano.
Benda escribía hace 50 años:
“Liga, por otra parte, a Europa que, aunque nada más fuera por el interés de su ser material, no debe detenerse en sí misma, enclaustrarse en un nacionalismo al cuadrado. Muéstrolo en el ejemplo de Roma, que ha perecido el día en que ha contrariado el principio extensivo del que se alimentaba desde hacía siglos y en que ha negado a los Bárbaros insertarse en su órbita.
Tal vez el Imperio estaría todavía en pie y los hombres se hubieran ahorrado dos mil años de matanzas si hubiera concedido francamente, como su ley se lo ordenaba, el derecho de ciudadanía a los Godos y a los Alemanes.”
Fichte ha contestado diciendo que son los alemanes los que han rechazado este derecho de ciudadanía que el Imperio les ofrecía. Es muy inexacto.
Mañana habrá que saber si la URSS va a intentar rusificar a Europa -en lo que fracasará con toda seguridad- o si va a crear un imperio soviético y darnos “el derecho de ciudadanía”. En esta última hipótesis habrá sido creada la mayor potencia del mundo.
JT