Geopolítica Antártica o desintegración nacional
José María Damsky
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158 págs.,
Edición del Autor
2016, Argentina
24 x 16 cm.
Tapa: rústica
Precio para Argentina: 200 pesos
Precio internacional: 11 euros
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Desde hace más de dos décadas los recursos estratégicos como el petróleo o el agua han sido causa de conflictos armados y enfrentamiento entre estados. La Antártida representa el último continente con gran cantidad de recursos, siendo la Argentina el país más próximo para realizar una campaña o directamente para colonizar. No es casual que nuestras Fuerzas Armadas, elemento esencial de apoyo a las operaciones antárticas, están cada día más diezmadas y debemos resaltar los litigios en los tribunales internacionales con Gran Bretaña. En este mundo dividido por dos bloques, la Argentina puede ser afectada por la presencia británica y china en la región patagónica.
Para iniciar el desarrollo del presente libro necesitamos comprender en qué radica la importancia de la Antártida y así plantear interrogantes ante cierto nivel de ocultamiento de información al
respecto por parte de algunas potencias mundiales. El principal objetivo de esta obra es provocar el interés para que se inicien investigaciones puntuales en la región antártica, más precisamente en cercanías del Polo Sur geográfico.
Pretendo que una síntesis histórica con el ordenamiento de información de las relaciones bilaterales entre el reino Unido y la Argentina, nos ayude hacer una prospectiva de hacia adonde se orientarán los dos actores.
Para encontrar la causa de la conducta expansionista y agresiva del reino Unido hay que indagar en los acontecimientos más destacados producidos en las relaciones con la Argentina durante las últimas tres décadas: la Guerra de las Islas Malvinas (1982) y los acuerdos celebrados a principios de la década de los años noventa que reanudaron la relación bilateral.
Para lograr la funesta
política de “alineamiento automático” y “relaciones carnales” se comenzó a trabajar en una política de renuncia unilateral a aspectos de nuestra soberanía, incluyendo el desarme y la reconversión profunda del sistema de Defensa, cercano al límite del desguase. Esto generó un duro golpe al desarrollo de industria y tecnología militar nacional y redujo nuestras capacidades en la materia. |
ÍNDICE
Capítulo Primero: Introducción
Capitulo Segundo: “recursos Antárticos”
Capítulo Tercero:“Síntesis histórica de las relaciones políticas entre Argentina y Gran Bretaña”
a) Introducción
b) Aspectos históricos
c) Batalla de Malvinas y sus consecuencias
d) Análisis de los tratados de Madrid y londres de 1990
e) Síntesis
f) Conclusión
Capítulo Cuarto: “Marco geopolítico”
Capítulo Quinto: “Principales posiciones políticas antárticas”
Capítulo Sexto: “Hacia la fractura territorial o la integración regional” |
INTRODUCCIÓN
En la Argentina contemporánea se vive un ambiente intelectual de corte idealista que impacta tanto en el plano académico como en niveles de toma de decisiones, en cuanto a una visión de las relaciones
internacionales sustentada en la noción de que entre naciones
democráticas puede solucionarse pacíficamente cualquier
conflicto de intereses. Esta afirmación puede conducir a estrategias
y políticas inadecuadas que no aporten a la satisfacción de los intereses
nacionales y que, peor aún, debiliten al Estado Nacional
para afrontar su supervivencia ante un entorno estratégico global
condicionado por el juego propio de diversas potencias y su complejo
y no menos peligrosa trama de intereses.
Para demostrar que el sistema internacional actual experimenta
un intenso período marcado por la realpolitik; por el acento puesto
en intereses vitales y por el retorno de las categorías geopolíticas,
sirva la declaración del Presidente de la Comisión Europea, Jean
Claude Juncker, que por ejemplo propone la creación de un ejército
multilateral para ponerle freno a las pretensiones rusas en Ucrania
y el Cáucaso.1 De la misma manera, se evidencia el proceso de rearme
y aumento de los presupuestos militares de las potencias
emergentes, y específicamente, de la república Popular China.2
Es indiscutible la necesidad de impulsar y fortalecer las alianzas
regionales, en lo posible con todos los países de Sudamérica, pues
la competencia por los recursos naturales, que son activos estratégicos,
podría derivar en diversos conflictos de intereses, incluso
con otros Estados de la región.3 Ante esto, la responsabilidad y
tarea histórica de los dirigentes regionales, y del ámbito intelectual
y el pensamiento estratégico debe centrarse en evitar cualquier enfrentamiento
en nuestra isla sudamericana y afianzar los lazos cooperativos
e identidad común.
En innumerables publicaciones, foros internacionales y medios
masivos de comunicación se describen posibles y futuros conflictos
relacionados con el acceso y disponibilidad de los alimentos y del
agua, así como de fuentes de energía y de diversos recursos críticos,
pero sin dejar de observarse que los conflictos entre Estados
son originados por un choque de intereses; por una dialéctica de
voluntades. Más allá de los principios y premisas que se esgriman
y defiendan, a la larga, el impulso material y la pujanza económica
terminan conformando al motor histórico del conflicto y de su encarnación
más cruenta y feroz: la guerra.
los problemas políticos internos y regionales en Medio oriente, áfrica o inclusive en Europa oriental tienen como común denominador
los recursos energéticos, que buscan ser explotados por
el sector privado de alcance global, y ante lo cual la mera función
de los Estados será la de ser los encargados de establecer y conquistar
una organización jurídico militar para lograr el objetivo
económico
la energía es factor fundamental para construir y sustentar el
poder de una nación, pero los alimentos y el agua son imprescindibles
para la subsistencia humana, como soporte de la vida. En
ese contexto, las actuales potencias, para mantener su estatus sistémico,
necesitan el control de dichos recursos –disponibilidad, acceso
y su denegación a los competidores- lanzándose a los espacios
vacíos o luchando directamente por lo que entienden por nuevos “espacios vitales”.
Dentro de este contexto o entorno estratégico, la Antártida es el
cuarto continente en extensión que aún no fue explotado por estar
bajo el “paraguas” jurídico del Tratado Antártico desde 1959, el
cual vence en el año 2041. Si bien hay distintas reclamaciones de
sectores antárticos por parte de los Estados nacionales, los Estados
Unidos y la Federación de rusia no han reclamado sectores, generando
grados de incertidumbre en el sistema internacional sobre
este tema.
Para iniciar el desarrollo del presente libro necesitamos comprender
en qué radica la importancia de la Antártida y así plantear
interrogantes ante cierto nivel de ocultamiento de información al
respecto por parte de algunas potencias mundiales. El principal objetivo
de esta obra es provocar el interés para que se inicien investigaciones puntuales en la región antártica, más precisamente en
cercanías del Polo Sur geográfico.
La Argentina tiene una larga tradición Antártica porque ha mantenido
entre sus intereses históricos la voluntad política de presencia
en dicho continente, siendo la cercanía geográfica un factor
fundamental, pues los espacios marítimos habitualmente unen y
comunican territorios. Podemos ver históricamente las relaciones
entre el norte de áfrica y Europa a través del Mar Mediterráneo,
pues hoy como en la antigüedad, la logística se traslada por vía
marítima dado el caudal posible de transporte.
Por ello todo interés gestionado por una política de poder de
parte de diversas potencias en nuestros espacios marítimos condicionará,
cuando no directamente afectará, nuestras pretensiones
antárticas. En esa línea y observando el bicentenario conflicto que
mantenemos con el reino Unido de Gran Bretaña en el Atlántico
Sur, que se extiende a áreas subantárticas y antárticas, se destaca
que las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich dl Sur y los
espacios marítimos circundantes –como parte de un sistema geoestratégico
mayor- son de vital importancia para el apoyo a los contingentes
antárticos dado que sostienen los puentes aéreos y
marítimos. y ello es trascendente porque hace directamente al control
del paso interoceánico y multioceánico.
los memorandos de entendimiento4 suscriptos por Argentina y
el reino Unido entre 1989 y 1990 reestablecieron las relaciones
bilaterales e intensificaron el proceso de “desmalvinización” –traducido
en un soslayo y aislamiento sistemáticos de la Cuestión
Malvinas de cara a la opinión pública nacional- que fue profundizado
por la postergación indefinida de cualquier instancia de dialogo
o negociación directa en torno a la soberanía de los territorios
usurpados por el reino Unido. El efecto inmediato de esta política,
ejecutada a través de un “paraguas de soberanía” –una fórmula
legal que permitió negociar cuestiones de intereses prácticos entre
Buenos Aires y londres al precio de congelar nuestro reclamo por
soberanía- fue un atentado contra los intereses nacionales en relación
a la disputa mantenida en el Atlántico Sur.5
Un serio correlato de esta situación, fueron medidas concretas
que vulneraron a la Defensa Nacional: el cierre de industrias de
defensa y la reducción del potencial de las mismas produjeron,
entre otras cosas graves, la eliminación de la X Brigada Aérea con
asiento en Santa Cruz; verdadero baluarte operativo durante la
gesta de Malvinas. Desde entonces, en toda la Patagonia no hay
posibilidad de realizar una defensa aérea adecuada pues carecemos
de suficientes medios; aeronaves de combate, artillería antiaérea,
sistema de detección radares.
Finalmente la pretensión de territorios nacionales en términos
de espacios marítimos y plataforma continental, que se puede extender
hasta las 350 millas náuticas de acuerdo al Derecho Internacional
del Mar, establece una nueva fase del conflicto con Gran
Bretaña, donde los territorios disputados van desde el continente
antártico, el Atlántico sur y los “sectores aledaños”.
los intereses e injerencias británicas en el río de la Plata son
más antiguos que la creación del mismo Virreinato, como lo explica
el Doctor Julio González en su obra de (…) “la involución
Hispanoamericana y los Tratados de Paz por la guerra de Malvinas”.
El autor señala que, luego de la batalla de Ayacucho en 1824,
se firma el “Tratado de Paz, Amistad y libre Comercio” con Gran
Bretaña e Irlanda del Norte con las provincias Unidas, siendo el
primero entre ambos países, el cual se invoca y ratifica cada vez
que se suscribe un nuevo acuerdo. El mismo tratado se firmó con
el resto de los ex dominios españoles en América.
los tratados que se ratifican siguen teniendo vigencia, por tal
motivo los objetivos políticos pueden variar, pero lo ratificado se
actualiza en un contexto que se debe analizar. la importancia de
la norma internacional para un país como Argentina radica en no
tener otro tipo de instrumento concreto de negociación ante las potencias
hegemónicas de proyección global.
Pretendo que una síntesis histórica con el ordenamiento de información
de las relaciones bilaterales entre el reino Unido y la
Argentina, nos ayude hacer una prospectiva de hacia adonde se
orientarán los dos actores. Para ello debemos tener en cuenta la
nueva Constitución Europea que reconoce los derechos del reino
Unido sobre las Islas Malvinas, Islas Georgias del Sur y Sandwich
del Sur, los espacios marítimos circundantes y los territorios correspondientes
al Sector Antártico argentino. Esto se da en medio
de la iniciativa británica de ampliar la zona de exploración y explotación
de hidrocarburos en torno a Malvinas y hasta las trescientas
cincuenta (350) millas náuticas, de acuerdo a sus actuales
pretensiones en el marco de la CoNVEMAr.
Para encontrar la causa de esta conducta expansionista y agresiva
del reino Unido hay que indagar en los acontecimientos más
destacados producidos en las relaciones con la Argentina durante
las últimas tres décadas: la Guerra de las Islas Malvinas (1982) y
los acuerdos celebrados a principios de la década de los años noventa
que reanudaron la relación bilateral.
Por tal motivo resulta trascendente entender el contexto político
internacional y su entorno estratégico, durante la década de 1990
y apenas terminado el período de la bipolaridad encarnado en la
Guerra Fría, y fundamentalmente analizarlo en relación a la Argentina
y sus intereses, destacándose las relaciones con las potencias
occidentales y los organismos multilaterales internacionales.
Para reinsertarnos en el contexto internacional caracterizado por
la expansión del proceso de globalización –en términos geopolíticos,
ideológicos, económicos y tecnológicos- debíamos primeramente
generar lazos confiables y gestos adecuados con el principal
actor internacional, los Estados Unidos de Norteamérica, como
emergente vencedor de la Guerra Fría ante la debacle de su rival
soviético y sus ex satélites europeos.
A fin de acceder a los supuestos beneficios de la globalización
económica en forma de flujos de capital e inversiones directas, que
el gobierno argentino de entonces pregonaba como condición para
el desarrollo nacional, se volvía acuciante la necesidad de resolver
nuestros conflictos con Gran Bretaña, mayor aliado hemisférico
del hegemón americano durante las dos guerras mundiales y la
Guerra Fría. El triunfo del neoliberalismo político y económico y
de sus principales actores en el contexto de la compulsa bipolar
sostenida entre 1947 y 1991 parecía exigir a la Argentina una funesta
política de “alineamiento automático” y “relaciones carnales” para con Washington, así como de “seducción” hacia los isleños
británicos e incluso hacia la usurpadora Gran Bretaña.
Para lograrlo comenzó a trabajarse en una política de renuncia
unilateral a aspectos de nuestra soberanía, incluyendo el desarme
y la reconversión profunda del sistema de Defensa, cercano al límite
del desguase. Esto generó un duro golpe al desarrollo de industria
y tecnología militar nacional y redujo nuestras capacidades
en la materia.
Sin dudas que el contexto geopolítico internacional es de vital
importancia para tener en cuenta como influirán los principales actores
internacionales en el despliegue de las bases norteamericanas
en el mundo, como el intento de recuperar las bases rusas. Imperioso
es observar las bases de Gran Bretaña fuera de su territorio
como también del resto de los países que componene la Unión Europea,
pues luego de “armado el tratado que aprueba la Constitución
Europea los intereses de la Nación Argentina chocan con los
del viejo continente. Una óptica interesante y útil desde donde se
visualiza la problemática antártica es a través del factor psicosocial
pues la percepción de los espacios y necesidades es fundamental
para visualizar nuestros intereses colectivos, en tanto Nación, así como el escenario que componen la realidad global y regional.
luego de haber transcurrido treinta y tres años de la Guerra del
Atlántico Sur, anhelo y espero que las vidas y sacrificios ofrendados
por el brazo armado de la Nación en la figura de sus caídos y
veteranos no hayan sido en vano, teniendo presente que un país sin
hombres que estén dispuestos a realizar el juramento hasta la
muerte, es un país sin voluntad y con un futuro aciago. |
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