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La Legión

 

José Millán-Astray

La Legión - José Millán-Astray

144 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2015
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 220 pesos
 Precio internacional: 15 euros

 

 

El Tercio de Extranjeros – nombre original de La Legión – nació en el año 1920 como fuerza de choque para la dura guerra de Marruecos. Con ella, se veía convertido en realidad el proyecto del Teniente Coronel de Infantería José Millán Astray, militar de prestigio que unía a una elevada formación militar un demostrado heroísmo forjado en Filipinas y posteriormente en África. Su fama transcenderá las fronteras españolas y a su muerte será el único titulo que le acompañe, LEGIONARIO.
El Teniente Coronel Millan-Astray imprime a La legión su carácter, basándose en el código de honor de los samuráis, el bushido, la dota del Credo Legionario, normas morales por las que habrá de regirse la conducta de todo legionario. El Rey Alfonso XIII le nombra Coronel Honorario del Tercio a perpetuidad
Con la publicación de "La Legión" Millán-Astray deja constancia de las bases y el espíritu de "La Legión Española" para adoctrinar a su tropa y publicitar sus principios. El objetivo de este adoctrinamiento era conseguir una unidad cohesionada, dispuesta a actuar como tropas de choque sin temer a la muerte.
Todo aquel que se unía a sus filas debía saber que entraba en una de las unidades de élite de la época y que adquiría una serie de compromisos con el ejército de Alfonso XIII. Su vida, a partir de ese momento, pasaba a ser casi como la de un samurái.

 

ÍNDICE

Cuadro de Honor 9
Origen de La Legión 11
Los legionarios 17
Riffien. La cuna de La Legión 22
La instrucción moral 24
La instrucción técnica 28
La disciplina y la obediencia 29
La alegría legionaria 31
El saludo, el modo de mirar y de hablar 34
La justicia 36
La comida 38
Los himnos y los vivas 40
Ascensos y descensos, sueldos 42
Las banderas 45
El gorro con borlita y las manoplas 49
La mujer y La Legión 51
Las madrinas de guerra 54
La propaganda 58
Las visitas 60
Las arengas 63
Los oficiales de La Legión 65
Los caballeros legionarios 67
La calle de la ambulancia 73
El holocausto 75
Fraternidad 77
Los mártires de Tafersit 79
Galería legionaria 81
Clase selecta 87
Los camilleros 90
Los rancheros 92
Los acemileros 93
El pelotón de castigo 94
Las ideas políticas 96
El Padre Vidal 97
La caravana de la muerte 98
Un legionario 99
¡Buen viaje! 100
¡Buen provecho! 101
Testamento legionario 102
La salida de las banderas 103
Vida de guerra 113
En socorro de Melilla 117
Melilla - Agosto de 1921 121
Casabona 123
De Nador al Kert 126
Monte Magan - Ayalia - El Ajmas - Beni-Said 128
González-Tablas 131
En socorro del peñón 134
Draa-El-Asef 135
Tizzi-Aza 137
La medalla militar 139
Anexo fotográfico 140

Origen de La Legión

Una larga estancia en África, sirviendo en Policía indígena, en Regulares y en el Regimiento de Infantería del Serrallo, unido a alguna afición y entusiasmo por el problema africano, dieron lugar a que germinase la idea de organizar una Legión extranjera, en vista del excelente resultado que a los franceses les había dado la suya, a la que, después de la Gran Guerra, titularon de “Heroico Regimiento que por su amor a Francia y su bravura ha sido colocado en el primer puesto”. Añádase un puntillo de amor propio de creernos que los españoles éramos capaces de hacer una semejante y esos fueron los fundamentos de nuestra Legión.
Iniciada la idea, tuvimos desde los primeros momentos la augusta protección de S. M. el Rey, que nos alentó con entusiasmo e ilustró con sabios consejos.
Comunicado el proyecto al entonces General Alto Comisario Don Dámaso Berenguer, lo acogió con interés y nos prometió tan digno General su apoyo para mandarla cuando se crease, lo que más adelante cumplió, así como darnos cuantas facilidades estuvieran en su mano para salir airosos en la empresa.
La gestión duró cerca de un año, el que después de pasado, ya parece breve y todo lo demás natural en toda obra nueva en sus comienzos.
Siendo Ministro de la Guerra el General Don Antonio Tovar hicimos un viaje a Argelia a estudiar en el “Regimiento de marcha de la Legión extranjera”, en el que fuimos recibidos con gran afecto y camaradería. Luego supimos que la causa de tan cordial recibimiento era la gratitud que sentían por la acción de nuestro Rey durante la guerra europea, en favor de los prisioneros. Corteses y amables, nos enseñaron cuanto les demandamos, averiguando lo más interesante, que era el sistema de reclutamiento, los haberes y el trato a los extranjeros.
Al General Tovar sucedió como Ministro de la Guerra el General Don José Villalba, publicándose entonces el Real decreto de creación del Tercio de Extranjeros. Siendo, finalmente, el Señor Vizconde de Eza, como Ministro, el que después de habernos honrado escuchando una modesta conferencia que dimos en el Casino Militar de Madrid, exponiendo detalladamente el proyecto de organización de la Legión, venció las dificultades que se presentaban; dictó las bases y ordenó que se organizase, proporcionándonos una inmensa satisfacción, a la que unimos la debida gratitud.
A título de curiosidad consignaremos, sin extendernos en consideraciones de orden político internacional, estos principios indiscutibles y sancionados en el mundo: “Todo país tiene derecho absoluto a reclutar extranjeros y a constituir una Legión extranjera, sin temor a herir la susceptibilidad de los otros países”. “El Estado es soberano absoluto dentro de los límites de su territorio y puede hacer cuanto estime conveniente a sus intereses; el reclutar extranjeros es un corolario de este principio.”
Y esta es, entre otras, la causa de por qué nosotros la hemos llamado “Legión” y a sus hombres, legionarios. Para atraer a los extranjeros, para hacer rápida la propaganda, puesto que el nombre de Legión es conocido universalmente, Porque un extranjero vale dos soldados, uno español que ahorra y otro extranjero que se incorpora y porque los vecinos llaman a la suya Legión y ¡Nosotros queríamos tener la nuestra!