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Mi vida junto a un "criminal de guerra"

 

Lina Heydrich

Mi vida junto a un "criminal de guerra" - Lina Heydrich

200 páginas
fotografías b/n
medidas: 14,5 x 21 cm.
Ediciones Sieghels
2013
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 90 pesos
 Precio internacional: 17 euros

Lina Heydrich fue la esposa de uno de los hombres más poderosos y temidos de toda la segunda guerra mundial. Así como los nacionalsocialistas lo calificaban como el "prototipo de hombre SS", sus enemigos también coincidieron, por diversos motivos, en calificarlo como el "nazi número 1". Para aquellos Heydrich era el líder nazi que más se acercaba a los ideales buscados: alto, rubio, de ojos claros, de imponente prestancia y agilidad física que lo hicieron destacarse en varios deportes, incluidas las olimpiadas; una inteligencia extremadamente desarrollada; un violinista y pianista de primer nivel, lo que destacaba sus cualidades artísticas; un valiente soldado que gustaba incluso de volar misiones de guerra en el frente, con su Me-109, a escondidas de sus superiores; amplios conocimientos culturales (hablaba 6 idiomas) y técnicos; una memoria prodigiosa y una disciplina de acero que daban forma a un temperamento dueño de sí mismo, frío y calculador, que tanto respeto y hasta temor infundía a quienes lo trataban. Sus enemigos, a su vez, veían en estas características las propias de un astuto, impiadoso y temible cazador de activistas anti-nazis, al que nada detenía.
Lina intenta esclarecer la oscura personalidad y los hechos en que su marido se vio envuelto. Ella se identifica, sin el menor sonrojo, con sus antecedentes de simpatizante del nacionalsocialismo y en ningún momento pasa por su mente la idea de que su marido, que sucumbió en 1942 a las heridas sufridas en un atentado, merezca por algún concepto el calificativo de "criminal de guerra'', aunque la imposibilidad de publicar una exculpación apologética le hizo tener que dar ciertas concesiones a los editores, incluido el título del libro.
Lina Heydrich, sin embargo, se apega a una inquebrantable lealtad que considera le debe al padre de sus hijos.
La obra en sí resulta amena, con un estilo llano, mas no por eso pedestre, pero sobre todo instructiva y nos da a conocer una mirada distinta sobre sucesos y personajes de ese período histórico tan infame.

 

PREFACIO

 

Las memorias de Lina Heydrich constituyen un caso excepcional dentro de las ya habituales memorias de personajes comprometidos con la dirección del Tercer Reich. Hasta donde sabemos, constituye el único caso de memorias en que se le permite a un protagonista contar su visión de los hechos en que se vio involucrado sólo a condición de poder insertar una enorme cantidad de notas que niegan todo lo que este está contando.
Nosotros no sólo creemos que hubiera sido más fácil editar un libro acusatorio aparte, en vez de editar unas memorias en este formato, sino que además no creemos necesario tratar al lector de estúpido anotándole todo lo que debe pensar al respecto de lo que lee. Creemos que las memorias están hechas para permitir al escritor contar su visión y su experiencia, y luego cada cual sacará sus propias conclusiones y podrá enriquecer su visión general de los hechos históricos traídos a colación juntando y comparando las diversas versiones por sí mismo, con la libertad de elegir a quién leer y creer.
Así es que hemos librado al lector español del engorroso formato de la edición original alemana borrando todas las notas del editor y dejando sólo lo escrito por la autora. Hay que tener en cuenta también que editar en Alemania unas memorias que no sean anti-nazi, en una época signada por la desnazificación, hubiera sido casi imposible. También el título "Viviendo con un criminal de guerra" no deja de adolecer de este mismo problema, pero dado que nuestra política es siempre respetar los títulos originales de los libros, lo hemos respetado también en este caso con la sola excepción del agregado del entrecomillado en "criminal de guerra" para hacer justicia a lo que expresa la mujer de Heydrich, que bajo ningún concepto acepta que su marido sea un criminal, aunque sí utiliza el término para expresar el estigma bajo el que tuvo que vivir su vida tras la guerra.
Vista esta edición así despojada, las memorias de Lina puede constituir una apologética de hechos hoy condenados por la historia oficial, pero no deja de ser sólo "su versión".
Si bien se deja ver cierta exculpación en casi toda la narración, necesaria para poder continuar viviendo sin problemas en Alemania, asombra por otra parte su franqueza y la defensa que hace de su marido.
Lina intenta esclarecer la oscura personalidad y los hechos en que su marido se vio envuelto. Ella se identifica, sin el menor sonrojo, con sus antecedentes de simpatizante del nacionalsocialismo y en ningún momento pasa por su mente la idea de que su marido, que sucumbió en 1942 a las heridas sufridas en un atentado, merezca por algún concepto el calificativo de "criminal de guerra''. Ella se apega a una inquebrantable lealtad que considera le debe al padre de sus hijos.
La figura de Reinhard Heydrich probablemente ha sido demasiado subestimada tanto por simpatizantes como por detractores del Tercer Reich. Reinhard fue en verdad uno de los hombres claves del régimen nacionalsocialista. Su papel de jefe de la GESTAPO (Geheime Staatspolizei: 'Policía Secreta del Estado') como una fuerza política policial encargada de luchar contra los enemigos internos del Reich le otorgaba poderes de gran importancia y alcance. Su idoneidad, efectividad, inteligencia y total entrega a las tareas encomendadas lo convirtieron en un hombre sumamente temido por todos los enemigos del nacionalsocialismo, que veían en él al hombre al que nada se le escapaba de sus narices, que desconfiaba de todos y era capaz de buscar sin descanso hasta obtener pruebas de actividades ilícitas. Su "maldita lógica", como le decía Himmler, marcaba toda su personalidad y lo convertía en un temido interrogador que preguntaba y repreguntaba, sin nunca olvidar nada, hasta encontrar la más mínima contradicción. Su temperamento fuerte, que daba la imagen de un hombre dueño de sí mismo, frío y calculador, no dejaba de imponer respeto y hasta temor en quienes lo trataban, aunque en primera instancia quedaran encantados con sus modales refinados. Todos los que lo trataban no dejaban de sentir en diverso grado estas características de su personalidad, lo que por lo general crea odio o temor entre quienes tienen algo que esconder. De aquí se podría explicar que haya sido un hombre con tan mala fama.
Por otra parte, los nacionalsocialistas lo calificaban como el "prototipo de hombre SS" (sus enemigos también coincidieron, por diversos motivos, en calificarlo como el "nazi número 1"). Para aquellos, Heydrich era el líder nazi que más se acercaba a los ideales buscados: alto, rubio, de ojos claros, de imponente prestancia y agilidad física (prácticamente ningún otro líder nazi cumplió con todas estas características), que lo hicieron destacarse en varios deportes hasta el punto que, siendo campeón alemán de esgrima, llegó a participar de las Olimpiadas. Aparte de una inteligencia extremadamente desarrollada, Heydrich poseía también una sensibilidad refinada que lo convertía en un violinista y pianista de primer nivel, lo que destacaba sus cualidades artísticas. Además de todo ello, fue también un valiente soldado que gustaba incluso de volar misiones de guerra en el frente, con su Me-109, a escondidas de sus superiores, exponiendo su vida sin necesidad. También pueden contarse entre sus virtudes unos amplios conocimientos culturales (hablaba 6 idiomas) y técnicos (estaba al tanto de todos los adelantos tecnológicos y los adoptaba para el mejor funcionamiento de la GESTAPO). Una memoria prodigiosa y una disciplina de acero daban el toque final a una personalidad que no pasaba desapercibida y no dejó nunca de ser valorada, para bien o para mal, por amigos y enemigos.
La vida junto a este hombre, decíamos, tan importante para el nacionalsocialismo, es la que Lina Heydrich nos cuenta en sus memorias junto a su intento de esclarecimiento de los hechos más importantes que le atañeron y su leal defensa de su marido.
La obra en sí resulta amena, con un estilo llano, aunque claro y entretenido, pero sobre todo resulta instructiva y nos da a conocer una mirada distinta sobre sucesos y personajes de ese período histórico tan infame.

Ediciones Sieghels