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La Gran Ramera

y todos sus hijos...

Ramiro de Granada

La Gran Ramera - y todos sus hijos... - Ramiro de Granada

436 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2018
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 640 pesos
 Precio internacional: 19 euros

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LA GRAN RAMERA es una Novela-documento escrita con mucho humor, ironia y leve procacidad, con autenticas revelaciones espirituales y politicas al mismo tiempo, descubriendo con sencillez la intrincada trama de las religiones, la politica y la real situacion de la Humanidad. Toca valientemente asuntos tan delicados como el engaño planetario, las verdaderas estructuras de poder y el sometimiento a las religiones. Delata los planes de dominio mundial en una amplia perspectiva. Mucho más abarcadora y profunda de lo que los libros contra el poder mundial suelen hacer.
Lo que hace a este libro tan especial y apto para despertar conciencias, es que nunca se han contado y desvelado tantas verdades de un modo tan entretenido y divertido.
Como nos cuenta el autor: "Lo que en este Libro trato, no son tonterías, gilipolleces, boludeces, estupideces, y todas esas cosas que sólo los demás poseen, cometen y padecen.
Los asuntos que trataremos en adelante pueden llegar a modificar severamente algunos esquemas de pensamiento. Hablaremos de vida, muerte, enfermedad, ciencias falsas, política, mentiras de todo género que nos las meten como supositorios (en el mejor de los casos), es decir con mucha suavidad y amable gesto. Pues ocurre que las grandes realidades, los grandes descubrimientos no son creíbles para la enorme mayoría de la masa humana.
La Gran Ramera es esta civilización nuestra con la que gozamos en orgiástica locura o que sufrimos cada día, en la cual buscamos romper todas las diferencias mezclándonos entre todos en cuerpo y alma, rompiendo todas las diferencias que nos hacen individuos, rompiendo con nuestra raíces culturales, arquetípicas y raciales, suponiendo que así alcanzaremos una "igualdad perfecta", sin darnos cuenta que sólo conseguimos aumentar la injusticia y hacer el "caldo gordo" a los Hijos de la señora en cuestión, porque -para colmo- todos alentamos o permitimos la mayor injusticia, la mayor diferencia destructiva: Ricos y pobres. Desde unos pocos multimillonarios que manejan el mundo, hasta millones de muertos de hambre".
Esto no es meramente una realidad política, hay una metapolítica y una metafísica detrás que muy pocos pueden ver o comprender, de la misma forma que muchos creen ver realidades políticas sin lograr conocer al verdadero poder detrás del telón, muchos creen también conocer este poder sin lograr ver las razones, organización y causas profundas de su accionar. Con "La gran ramera" se espera dejarlos realmente expuestos.

 

RECOMENDACIÓN   PROFILÁCTICA:


 

Si los Lectores desean disfrutar y aprovechar este Libro, deben separar sus emociones, sus creencias y pasiones, y dejarlas a un lado para poder entender. La mezcla de factores emocionales en los procesos de razonamiento y comprensión, produce impotencia, frigidez o mala precocidad. Sería una lástima que acaben muy rápido. La lectura, digo.                       
                                                                                   Ramiro de Granada

ADVERTENCIA ESPECIAL PARA FRONTERIZOS

 

ESTE LIBRO ES MUY SERIO, AUNQUE ESTÉ ESCRITO CON HUMOR

        Con todo el respeto que ojalá merezca el Lector, debo aclarar que "fronterizo" no es el que vive cerca de la frontera, sino la persona cuyo coeficiente intelectual se halla muy cerca de la línea que separa lo normal de lo sub-normal. Ahora puede Ud. darse por aludido, o leer esta advertencia como si fuera un prospecto de algún medicamento ajeno (por simple curiosidad).
            En cualquier caso obtendrá alguna información útil, porque lo que en este Libro trato, no son tonterías, gilipolleces, boludeces, estupideces, y todas esas cosas que sólo los demás poseen, cometen y padecen.
Los asuntos que trataremos en adelante pueden llegar a modificar severamente algunos esquemas de pensamiento, y hablaremos de vida, muerte, enfermedad, ciencias falsas, política, mentiras de todo género que nos las meten como supositorios (en el mejor de los casos), es decir con mucha suavidad y amable gesto.
            Para desintoxicarnos, es decir, antidotizarnos de todo el mal que respiramos diariamente, este Libro se ha concebido de un modo igualmente suave, penetrante, fundamentalmente humorístico y cínico, levemente procaz y amorosamente intencionado. Aunque muchos lectores no lo creerán, estoy escribiendo esta advertencia antes de haber redactado una sóla palabra del libro que ahora tendrá en sus manos. Ni un mísero esbozo del índice. Nada. Sólo la sensación que me trasmite un personaje que aparece en mis sueños -dormido o despierto- y que me insta permanentemente a escribir, como si me quisiera dictar algo... Creo que lo hace. Se que no estoy loco porque puedo observar escépticamente lo que me ocurre. En todo caso soy un loco consciente. Algo es algo.
            Sólo tengo al momento de escribir ésto, la sensación de haber cultivado las perlas más maravillosas, las flores más fragantes del Universo; de haber pintado el cuadro más realista, haber compuesto la música más estremecedora -de esas que hacen llorar a las piedras y estremecen a los árboles secos-, de haber descubierto el Movimiento Continuo... Si le dijera al Lector que ésto último es absolutamente verdad, tampoco lo creería...
            Pero ocurre que las grandes realidades, los grandes descubrimientos no son creíbles para la enorme mayoría de la masa humana, que vive más engañada que la rana que creía que era la única rana del único charco existente en la Creación. Pero si se le abren un poco los ojos se convierte en el Dragón de Chiun Tsé o en el Monstruo de Gevaudán... O en el mismísimo Chupacabras.
            "No tiréis vuestras perlas a los ..." (perdón; no se en que estaba pensando)
            Volviendo a los fronterizos: Si Ud. se considera poco inteligente, algo desubicado, y un poquitín tontuelo, más le vale no seguir adelante con la lectura, porque en el mejor de los casos se perderá destellos humorísticos muy sutiles, pero en el peor, comprenderá que ha vivido más engañado de lo que puede aceptar el orgullo.
            Y si por asomo es Ud. fronterizo y tiene gran admiración por los personajes que -casualmente- vamos a mencionar (porque para muchas personas todo ocurre por casualidad), puede llegar a descubrir algunos datitos un poco críticos; como esa pequeña metidita de dedo en un detonador...
            Y como los fronterizos prefieren morirse ellos antes que descubrir que su ídolo cinematográfico, científico, político, etc., es "diferente" a lo que suponía... En otras palabras, este Libro no es el alimento puro que debiera llegar a la boca de la mente, porque la humanidad ha perdido ya gran parte de su capacidad de asimilación.  Así que está todo más o menos masticado, reblandecido, hecho una papilla, presentada en una "cucharita voladora" muy graciosa, para que la parte sub-normal de la humanidad (involucionada como nosotros los viejos, y no potencial como los niños), pueda digerir mejor estos asuntos. Pero así y todo, los fronterizos no deben leer este Libro. Para ellos habría que hacerle algo más que una masticadita, reblandecida y empapillada. Y no tengo intestino para satisfacer a tanta gente con diarrea cerebral. ¡Ah!, me olvidaba: Como a los fronterizos, tanto como a los muy inteligentes les gusta cambiar las cosas demasiado mundanas o desagradables, o demasiado lejanas en su comprensión, por ciencia ficción, mensajes extragalácticos y cosas por el estilo, me referiré a ciertos grupos como de humanos y de alienígenas. Pero que nadie asuste, que todo queda en casa.
                                    Con vuestro permiso, comenzaré mis deposiciones.
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PREÁMBULO


 

Una de las cosas fundamentales en todo escrito que tenga algún efecto, alguna importancia, es el Preámbulo. La palabra significa nada más que "antes de comenzar el movimiento".
            Pero tratándose de algo que se escribe o se dice, es como decir "Disculpen, pero antes de empezar a hablar, voy a decir algunas palabras". Como las Constituciones de los países son muy graciosas y casi todas tienen Preámbulo, me pareció una falta total de formalidad literaria entrar a decir cosas como quien llega a su casa y da un mensaje sin más. Queda desprolijo, porque el hecho de que todas las Constituciones de todos los países -Occidentales, al menos- hayan sido hechas en base a un mismo plan de sometimiento comercial y financiero más viejo que las banderas de todas las actuales naciones del mundo, no significa que nosotros, en este humilde libro que sólo pretende entretener un poco a la gente, tengamos que meter un capítulo inicial tan apresuradamente como si fuese el último libro de la humanidad... Aunque a como están las cosas...
            Aprovecharemos este Preámbulo para aclarar algunas cositas propias -ya me olía que alguna utilidad tenía-, y mientras, rogaremos al Buda de la Buena Suerte que nos ilumine para no convertirnos en Preamboludos crónicos. Si no nos alcanzan dos páginas para preamboludear, la desgracia estará echada.
            No tengo interés en pedir disculpas al pueblo norteamericano por la  alegoría de portada ni por las expresiones vertidas en este escrito, pero sí, quiero dejar en claro que no se trata de una referencia exclusiva a la ciudad de New York, a los Yanquis ni al continente que ya creen dominar.
            La Gran Ramera que menciona la Biblia no es -como dicen muchos blasfemos- el Vaticano, ni tampoco una ciudad en especial. Ni siquiera esa terrible ciudad de New York, donde se compra y se vende la mayor parte del futuro y vida de los seres humanos actuales y futuros. Tampoco es la Gran Ramera una señora no identificada entre las "profecías" del astuto Nostradamus -conocedor de antiguos planes-, ni se devane los sesos el Lector, pretendiendo hallarla en las instituciones que creamos los humanos para que nos manejen, gobiernen y sometan otros que también son humanos (aunque menos). ¿Alienígenas?
            Razonemos: ¿Qué es una "ramera"?. Es una prostituta; una mujer que entrega su cuerpo y servicios sexuales a cambio de dinero.  Y aclaro especialmente que guardo hacia esas mujeres una infinita ternura y comprensión, porque el suyo no es "el oficio más viejo del mundo", sino el más nuevo. Incluso posterior al "agente de bolsa". (a menos que antes lo hiciera por una presa de dinosaurio). Surgió como primera consecuencia degradante de la economía monetaria y mercantil. Descartemos entonces a las mujeres que se casan sólo para que un hombre las mantenga de por vida, porque en tal caso hacen de mucama, lavandera, cocinera, sirvienta... en fin, mucho más que una vulgar ramera. Señoras rameras, en todo caso.
            Las que se casan con auténtico amor espiritual por su hombre, quedan fuera de estas categorías, porque son Reinas aunque trabajen como esclavas (ésto último está dicho con franca seriedad y respeto a la "maruja", sin cuya sagrada función los varones del mundo andarían más piojentos y mugrientos que un mendigo manco)... Y comiendo sólo basura, ya sea en latas o de la otra.
            De todos modos, la diferencia entre una mujer que se acuesta con un hombre, y una prostituta o ramera, es que ésta "profesional", lo hace por dinero y no por amor o placer.
            Muchas personas hacen cosas por amor, tienen vocación real por su trabajo o profesión, pero no pueden evitar el incómodo aspecto de todo trato, de todo servicio, de todo trabajo, de toda cosa que haga, practique, dé, enseñe, etc., que se llama cobrar. Lo que obliga al otro al igualmente incómodo acto de pagar. Para muchos es infinitamente peor pagar que cobrar, pero eso no importa ahora. El caso es que algo tan sagrado como el sexo, se vende. Algo tan sagrado como curar, como producir alimentos o servirlos, se vende. Algo tan sagrado como educar, se vende... Algo tan sagrado como enterrar a los muertos, se vende. La medicina es una ramera muy especial, que gana muchísimo dinero, pero todos los clientes -con más o menos dignidad, dolor y/o compañía- se mueren igual. Es como una ramera de la calle que te cobra, te ata a la cama, se lleva tus pantalones (con los cojones adentro) y te quedas haciendo... Oraciones.
            La Gran Ramera, querido Lector, es toda esta civilización del mercado que hemos creado, en que todo lo compramos y lo vendemos. Pensamos, quizá, que no hay otra forma de ordenar con justicia nuestra humanidad. Pero ello es porque seguimos pensando como la ranita egocentrista. Los que escribieron La Biblia se estaban refiriendo a esta civilización cuya historia oficial es excluyente de toda otra forma de vida en la historia y en el espacio. Como si los que construyeron los grandes Imperios hace milenios hubieran sido bestias carniceras, seres brutales y sin alma, que supuestamente no formaron una civilización, sino pueblos aislados.
            La Gran Ramera es esta civilización nuestra con la que gozamos en orgiástica locura o que sufrimos cada día, en la cual buscamos romper todas las diferencias mezclándonos entre todos en cuerpo y alma, rompiendo todas las diferencias que nos hacen individuos, rompiendo con nuestra raíces culturales, arquetípicas y raciales, suponiendo que así alcanzaremos una "igualdad perfecta", sin darnos cuenta que sólo conseguimos aumentar la injusticia y hacer el "caldo gordo" a los Hijos  de la señora en cuestión, porque -para colmo- todos alentamos o permitimos la mayor injusticia, la mayor diferencia destructiva: Ricos y pobres. Desde unos pocos multimillonarios que manejan el mundo, hasta millones de muertos de hambre.
            Soy un convencido de la existencia de Seres Extraterrestres, porque no puedo concebir que algo tan excelso como el Universo y la Naturaleza tengan como fin último de la Eterna Creación, hacer cosas como los ¿humanos? terrícolas -la palabra "Terrible" debe venir de la misma raíz- porque "aterrar" o "enterrar" produce "terror". El miedo raíz es el miedo a la muerte.
            Pero si algo ha suscitado en mi una curiosidad infinita, es el hecho de que existan chicos que -internet mediante- se encuentran en un estado de paranoia platiyista, espionaje a alto nivel porque suponen haber entrado en los sistemas informáticos del Pentágono, o de la Nasa. O qué se yo cuánto recoveco gubernamental. Todo ese circo merece un gran aplauso. Los servicios de inteligencia despliegan habilidades de entretenimiento masivo y desinformación, capaces de hacer estremecer de envidia a los más sabios extraterrestres.
            Mientras que miraba anoche mismo las lejanas estrellas, preguntándome tantas cosas en profunda meditación, un chico de unos siete u ocho años vino a pedirme alguna moneda, o algo para comer.
            Luego de cenar, mientras le preparaba una cama y pensaba a qué orfanato podía llevarlo, desapareció sin dejar ni un rastro. También desapareció mi billetera y una pequeña radio de mesa. El pobre era más pobre de lo que parecía. Y seguimos esperando que los Hermanitos Extraterrestres vengan a salvarnos. O a lo mejor vienen a invadirnos y otros alienígenas de la Policía Estelar nos van a salvar.
            Dejémonos de preamboludeces.

CAPÍTULO I: ¡MAMÁ, LA LUNA SE MUEVE...!!


Escribo para don Ramiro de Granada (o mejor dicho a través de él) una historia bien real, en razón de que debo ayudarle de alguna manera, porque de lo contrario me cabría una culpa de incumplimiento. El mencionado me ha hecho las invocaciones de rigor, me ha prendido quinientas velas y ha hecho todos los ritos ordenados en la Logia Masónica de Caballeros Gonoidales. Así que Yo, el Arcángel Gabriel (apenas pariente del famoso), no pudiendo esperar a que él se ponga a escribir para inspirarle adecuadamente -sólo por mi falta de tiempo- he decidido soplarle directamente la presente, hablando en mi propio nombre. Como nadie va a creer ésto, él se alzará con los derechos de autor que Yo, por mi especial condición no puedo usar ni para limpiarme... Las alas. Mejor así, porque yo no doy abasto ayudando a unos cuantos como él, pero el que tiene vivir en la casa de la Gran Ramera es don Ramiro.
            Aprovecho para hacer unas aclaraciones. Yo soy un Arcángel muy jodidito. Don Ramiro sólo es un irresponsable. Perdón. Quiero decir que él no es responsable por las cosas que yo le intuyo. Dios lo perdone por escucharme y seguirme la corriente.De todos modos, le ruego al Lector que no se enfade por lo repetido de ciertos conceptos, que considero de máxima importancia para que la aventura de leer este Libro le lleve a un nivel de Felicidad Existencial: Aguante el Lector con coraje y valentía; que sólo conociendo las verdades crueles se alcanza luego la Verdad Divina. Separe las emociones de los razonamientos. Que sus prejuicios no le impidan ver la realidad.  La Humanidad vive en medio de una lucha de arquetipos opuestos. Los arquetipos son los "programas informáticos" del alma. Ellos definen las estructuras psicológicas de las personas, y por lo tanto sus conductas básicas. Los arquetipos se representan y funcionan mediante "íconos" o símbolos. Si bien existen unos treinta símbolos arquetípicos y muchas "situaciones arquetípicas", hay dos arquetipos mayores. La mayor parte de la civilización occidental cree pertenecer a un grupo arquetípico, cuando en verdad pertenece al que más teme por causa de la "Imagen de la Bestia"
            Volviendo a Don Ramiro, no veía la hora en que terminara de hacer su Preámbulo, y temía especialmente que se le fuera la mano y superara las dos páginas. No se para qué se me ocurrió darle una idea global de lo que le dictaría. Pero ya está hecho. Los lamentos son como un llamador en un mausoleo, como guardafango en submarino, como cenicero de bicicleta, como teta de monja.
            Disculpen la diarrea humorística, pero es que al leer el Preámbulo de Don Ramiro, se me caen las babas de pura envidia. No sé como superar ese estilo tan... Tan... Tan... Campana.
            No puedo empezar sin hacerles algunas advertencias sobre el montón de emociones, pasiones, sentimientos, alegrías, angustias, verdades maravillosas y realidades trágicas. Sepan los Amigos Lectores que este mensaje arcangelical no tiene nada de irreal. Yo se que podéis creer cosas muy raras, y que a lo largo de vuestra vida habréis comprobado que sois capaces de creer que los cerdos vuelan. De modo que si hacéis memoria de cuántos desengaños habéis pasado y superado desde Papá Noél, los Reyes Magos y la supersabiduría y perfección de vuestros padres, estaréis en mejores condiciones para soportar los desengaños que este libro os puede producir.
            Podéis creer que yo soy un invento de Don Ramiro, tal como él lo cree, pero no creáis que ésto se ha escrito para engañaros o para daros un simple entretenimiento. Ni Don Ramiro ni yo tenemos la culpa de que el mundo esté lleno de engaños. Pero si queremos hablar verdades, necesariamente tenemos que hablar de mentiras. Generalmente, para poder curar, el cirujano tiene empezar metiendo cuchillo. En este caso, la única anestesia posible es el humor. Pero el exceso de anestesia puede ser fatal, así que tendréis que tratar de compensar algunas cosas dolorosas con esta afirmación que os hago, con la más absoluta garantía de éxito: "La vida merece ser vivida, y la felicidad es posible. La alcanza indefectiblemente el que conoce las verdades más crueles" Esto ocurre porque no hay verdad más cruel que la mentira. Luego de descubrirla, el Ser está en condiciones de acceder a las verdades auténticas, que son la Perfección de la Existencia.

            Les contaré la historia de un desgraciadito que tuve que tomar bajo mi especial custodia, debido a dos factores que siempre me asombraron en él. Primero: ¿Cómo puede un niño más golpeado que un tambor, seguir siendo una persona normal?, y Segundo: ¿Cómo puede haber gente que descargue en un niño todas sus lacras?
            Asunto, amigos Lectores, que todavía tengo ese protegido porque algunas veces le veo tendencia a quebrarse (demasiados palos para una sóla encarnación). Pero parece que está haciendo algo importante para el futuro de la humanidad. Algo así como la investigación sobre el sistema reproductivo de la rana Tercotle, de México, que corre serio peligro de extinción. Habría que movilizar todas las fuerzas del mundo, hacer colectas y abrir cuentas especiales para que la gente aporte lo que pueda a tan noble causa. Está tratando de conseguir créditos especiales del FMI para salvar a esas pobres ranitas, de cuya existencia posiblemente dependa el destino de la humanidad y de todo el reino animal. Es que el muy gilipollas no puede dejar de actuar como redentor. Claro que no como esos que van transmitiendo paz y amor mientras se los comen los piojos. Si algo tiene este protegido mío, es que puede cortar una cabeza con el mismo respeto con que pone una venda o escribe en una pizarra.
            Pasemos a la historia, que hay para sacar tajada de todos los personajes.

(continua...)