[…] Los que sabemos apreciar el valor del arte por sí mismo, como manifestación liberadora del ser, libre de las manipulaciones mercantiles, políticas o ideológicas que lo envilecen, debemos agradecer a la polifacética artista alemana Leni Riefenstahl sus valiosas aportaciones al cine y a la fotografía. 
[…] Fue una figura polémica tras la Segunda Guerra Mundial y tuvo enemigos poderosos que la acosaron y calumniaron para impedir que pudiera ejercer su carrera de directora. Pero Leni se sobrepuso a la adversidad y les dio a todos ellos una lección de perseverancia y valor, sin renunciar nunca a su gran vocación: el arte. Leni Riefenstahl sigue siendo un ejemplo para todas las mujeres (también para los hombres) y fue, sin proponérselo, una verdadera feminista. Demostró a base de vocación, curiosidad, genio, esfuerzo y audacia, que una mujer es capaz de realizar una obra artística sin precedentes en la historia del cine, y que puede compararse con la de los más afamados realizadores de todos los tiempos. Todo ello en una sociedad y en una profesión netamente machistas, que no concebían que una mujer pudiera ser la más grande cineasta de la historia. 

[del prólogo de Alejandro Sanz de la Torre]