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El revisionismo responde

 

José María Rosa

El revisionismo responde - José María Rosa

200 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2019
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 360 pesos

 

 

 

 

 

 

 

 

Repartidos en unos 40 puntos, breves pero sustanciosos, José María Rosa plantea 40 problemas que han ocupado a los revisionistas para poder reconstruir la verdadera historia argentina. Ellos demuestran las conquistas que ha venido logrando el revisionismo histórico en nuestro país, a la vez que aportan nueva luz a nuestro concepto de Patria histórica.
Entre estos temas podemos destacar el del papel que el revisionismo histórico ha tenido en la liberación nacional; el de los cipayos durante las invasiones inglesas; el papel de Moreno; el verdadero color de la bandera; la noción de pueblo como sujeto histórico; la figura de Artigas; San Martín y la Asamblea del año XIII; el cualidad de traidor de Rivadavia; la cultura de Rivadavia; la Asociación de Mayo; El Dogma socialista; Alberdi; El Chacho, los unitarios y la coalición del norte; Porque el 20 de noviembre es el día de la soberanía; El asesinato de Florencio Varela; el incidente de Camila O’Gorman; Las misiones orientales; La fecha del pronunciamiento de Urquiza; La lección de Caseros; la continuidad del sistema a pesar del cambio de gobierno; el Sarmiento chileno; Sarmiento yanqui; Sarmiento y la entrega de la Patagonia; El mariscal López; Rosas y las invasiones inglesas; Rosas y la guerra de la Independencia; El fusilamiento de Dorrego; Rosas y el almirante Venancourt en 1829; El pacto de Cañuelas entre Rosas y Lavalle; la cuestión de si Rosas fue derechista o izquierdista; de si Rosas fue regresista o progresista; Rosas y el desenvolvimiento económico; Rosas, los latifundios y los curas; Rosas en los altares; ¿Por qué Rosas se fue a Inglaterra después de Caseros?; La mala fe de la oligarquía; y la Historia del Revisionismo.
Todos ellos contribuyen a desvanecer la mentalidad colonial que nos han inculcado para mantenernos dominados, y comienzan a instalar la conciencia nacional que da lugar al patriotismo, al culto de las propias tradiciones, el orgullo de las modalidades vernáculas, la defensa de los intereses comunes a los habitantes del suelo.
El revisionismo ganó en poco tiempo a las capas populares, porque les venía a traer una verdad de siempre intuida por ellas. No se trataba de una polémica académica sobre esta o aquella verdad, sino el esclarecimiento de la noción de Patria.

 

ÍNDICE


Prólogo9
I.- El revisionismo histórico y la liberación nacional13
Bibliografía17
II.- Cipayos en las invasiones inglesas18
Bibliografía19
III.- Ni ebrio ni dormido20
Bibliografía22
IV.- ¿Azul o celeste?23
Origen del celeste y blanco24
Bibliografía27
V.- El advenimiento del pueblo28
Los Caudillos Populares29
El Sufragio Universal30
El Caudillo31
Bibliografía32
VI.- José Gervasio de Artigas33
El Caudillo33
El Triunvirato de Buenos Aires34
La Revolución del 8 de Octubre de 181236
El Congreso de Peñarol37
Bibliografía38
VII.- San Martín y la asamblea del año XIII39
San Martín y la Logia Lautaro39
La Asamblea del Año XIII41
Los Diputados Orientales42
La Obra de la Asamblea General43
Bibliografía44
VIII.- Rivadavia, un perduelli45
Bibliografía48
IX.- La cultura de Rivadavia49
Bibliografía51
X.- Asociación de mayo52
Bibliografía56
XI.- El dogma socialista57
¡Dónde ha quedado la “nacionalidad sagrada”!59
Bibliografía60
XII.- Alberdi y un diccionario histórico61
Bibliografía62
XIII.- San Martín de Tours destituido por francés y mal federal63
Bibliografía68
XIV.- El Chacho, los unitarios y la coalición del norte69
Bibliografía71
XV.- Porque el 20 de noviembre es el día de la soberanía72
Los Antecedentes de la Intervención72
La misión del argentino Florencio Varela74
La cena de Guizot75
Brasil se retira78
Empieza la Intervención79
Obligado (20 de noviembre)79
Bibliografía82
XVI.- El asesinato de Florencio Varela84
Bibliografía90
XVII.- Camila O’Gorman91
La degradación que fomenta un déspota94
Bibliografía96
XVIII.- Las misiones orientales97
Bibliografía99
XIX.- El misterio del “sabido correspondente”100
Bibliografía105
XX.- La fecha del pronunciamiento de Urquiza106
Bibliografía111
XXI.- La lección de Caseros112
Bibliografía116
XXII.- Ellos no cambian, son los gobiernos los que cambian118
Bibliografía119
XXIII.- Sarmiento chileno120
Bibliografía122
XXIV.- Sarmiento yanqui123
Sarmiento argentino126
Bibliografía128
XXV.- Sarmiento y la Patagonia129
Bibliografía129
XXVI.- El Mariscal López130
Bibliografía132
XXVII.- Rosas y las invasiones inglesas133
XXVIII.- Los antirrevisionistas: Rosas y las invasiones inglesas137
Bibliografía142
XXIX.- Rosas y la guerra de la independencia143
Bibliografía145
XXX.- El fusilamiento de Dorrego146
XXXI.- Rosas y el Almirante Venancourt en 1829148
Bibliografía153
XXXII.- El pacto de Cañuelas entre Rosas y Lavalle154
Revolución del 1º de diciembre de 1828154
Fracasa el terror como método de convencimiento político156
San Martín158
Ambigüedades159
El tratado de Cañuelas (24 de junio)161
Se denuncia el pacto (26 de julio)162
Bibliografía164
XXXIII.- ¿Rosas fue derechista o izquierdista?165
Las clases sociales y los partidos políticos165
Los “románticos” y Rosas168
El socialismo de Rosas169
Bibliografía171
XXXIV.- ¿Rosas fue regresista o progresista?172
Progreso y regreso173
El “progreso continuo”174
Realidad y utopía175
Bibliografía176
XXXV.- Rosas y el desenvolvimiento económico177
Bibliografía180
XXXVI.- Rosas, los latifundios y los curas181
¿Rosas entregado a los curas?182
Bibliografía182
XXXVII.- Rosas en los altares183
Bibliografía185
XXXVIII.- ¿Por qué Rosas se fue a Inglaterra después de Caseros?187
Bibliografía189
XXXIX.- La mala fe de la oligarquía191
Bibliografía193
XL.- Historia del revisionismo. “Los nobles odios”195
“Comadres de ambos sexos”197
El actual Revisionismo Argentino198
Bibliografía199

Prólogo

He aquí un nuevo libro del Dr. José María Rosa y con este van... amen los que Dios mediante tiene ya en prensa y otros “in mente”, de la vasta producción que nos regala la capacidad de este valiente y decidido autor revisionista.
Empecemos explicando a los jóvenes lectores, pues este libro de entrada previene el destinatario especial – la juventud Argentina de este medio y esta hora crucial de la vida argentina – que el prologuista toma debida cuenta de la responsabilidad de abrir el libro como discípulo para hablar de su profesor.
Como los tiempos han variado, también la técnica de los prólogos ha modificado que se pueda hablar bien por gusto de los profesores y no por intereses creados.
Esto va dicho con sana intención, ya que queremos dar una explicación de tan insólita actitud, cuando era y en parte son tan bien vistos los prólogos de los “cerebros” dando el empujón al estrellato literario, a tontos que después puedan gloriarse de tener aunque sea un opúsculo con la introducción de los dos apellidos que hacen mucho para “vender” el libro de marras.
Aquí, pues, invertimos la inveterada costumbre y puede ser que en esto como en otras, hacer las cosas al revés sirvan para hacerlas bien.
Dejamos ya esta opinión personal, que llamaremos disculpa, y pasamos a decir lo mucho y valioso que va en este tomo que, repetimos, es uno más y no el último del Dr. José María Rosa.
Después de 1930 y especialmente de 1945, se imprimió a la historiografía Argentina una modalidad, que fue modulando una nueva ética histórica; quedaban atrás los certeros impactos de Adolfo Saldías y Ernesto Quesada – para hablar de los grandes–, que plantearon dilemas y no elogios, interpretaron ideas y no conceptos, en fin, dieron las bases documentadas para el salto a la historia científica; se llegó, no sin esfuerzo, a la hora presente de decir la verdad.
En un modesto trabajo nuestro dimos la explicación del proceso transformativo de la historiografía Argentina; dijimos también cómo se fueron aportando valores, a veces muy dispares y que en la escala comparativa se notaba el progreso acelerado del revisionismo y predijimos el triunfo de esta escuela; hoy es tal la evidencia que redundancia sería decir que la escuela “oficial” ha muerto.
Rosa es un típico ejemplar de esa nueva escuela interpretativa, son a la fecha muchos los valores históricos que apuntan alto para un futuro muy próximo, pero nos parece que Rosas sintetiza toda la gama posible en los jalones de conquista que realiza el revisionismo.
Ello es tan cierto y las pruebas son tan abrumadoras, que van desde “El municipio indiano”, hasta la “Guerra del Paraguay y las montoneras argentinas”, pasando claro es, por toda la escala de la temática histórica Argentina, pero es revisionista antes y después de Rosas, porque claro está que ser revisionista con Rosas solamente es transparente la intención; él es revisionista hasta con el “revisionismo”, ya que Rosas es el cruce obligado de la polémica, y el Dr. Rosa, que sabe que eso es así, y por eso mismo su tema básico es Don Juan Manuel de Rosas, y su “Defensa y perdida de nuestra independencia económica” y su “Nos, los representantes...”, son el primero un poco antes y el otro un poco después, porque en medio está la producción máxima, ese monumento de colosal arquitectura histórica, el “silenciado” pero único y no superado “La caída de Rosas”.
Ahora bien, todo esto es dicho a los fines de dar una visión panorámica de su vasta y extensa producción, pero ello no basta para dar a entender otra cosa, ya que en el Dr. Rosa se cambia fundamentalmente la modalidad histórica, tanto a la casuística, como lo deductivo del asunto, la faz interpretativa va directa sin circunloquios, – es o no es –, y lo singular es que dicho por él, y aunque juegue el mismo asunto, es dicho de otra manera, no haber sido dicho antes así, con tanta luz y tan fácil de entender, es un estilete cáustico, es un punzón perforante, deja la marca, pues llega a los fines didácticos y al esclarecimiento de la última verdad.
Esta cuestión es la razón de su éxito, por la convicción documental y por le hermenéutica, decir y escribir sutil y directo al mismo tiempo es un arte poco común, y decirlo y escribirlo con erudición acumulada, da al todo un policromático cuadro de variedad de colores y temas.
Ese cuadro es precisamente este libro y el que dice con su presencia entre tus manos, joven lector, lo que sintetiza lo dicho antes; desde (1) “El revisionismo histórico y la liberación nacional” y el (40) “Historia del revisionismo”, se amenizan los tópicos en escalera de arriba a abajo con los grandes interrogantes históricos, oportunamente esclarecidos por el revisionismo en más de dos décadas de enfrentamientos con la escuela oficial de “la historia juzgada”.
Recopilados y ordenados así, dan un breviario de historia menuda, que llenan los vacíos de las grandes historias que no se detienen para respirar un poco de oxígeno puro entre tantos gases maléficos destilados en los mamotretos de los libros de escuela secundaria y aun universitaria; es un pararse un poco y meditar.
Puestos así en fila, su lectura fácil nos lleva de sorpresa en sorpresa y la sonrisa y la indignación juegan su partida esclarecedora, la lección contenida en cada título es una pregunta y su respuesta y lo particularmente importante, que nos mueve a su edición, es con el objetivo bien claro de expresar las conquistas del revisionismo en los jalones progresivos hasta la fecha, que justifican su rotundo y categórico triunfo por la verdad y la justicia histórica, razón fundamental de la escuela que sostenemos.
Nos resta decir algo sobre el “Apéndice bibliográfico”, término del agrado del Editor, y que nosotros llamamos de “lectura escogida”, pues ella reúne la variedad posible del extenso material de librería sobre historia Argentina – una de las más extensas del mundo en la breve vida que llevamos en igual período de tiempo – y que agregado al final, complementa el tema específico tratado por el Dr. Rosa, son conexos al asunto y van a los fines de extensión del programa expuesto, este material bibliográfico lo consideramos indispensable para poseer un mayor conocimiento general de nuestra hermosa historia, que se va reconstruyendo con los nuevos aportes de los eruditos historiadores de la generación actual.
Por fin este libro es para los jóvenes – lo dijimos y lo repetimos–, pues la joven Argentina, la Nueva Argentina, la eterna Argentina, tiene, gracias a Dios, una nueva generación, que naciera a la verdad histórica no más de 20 años y que inquieta y angustiada hoy, quiere saber de dónde venimos para saber a dónde vamos y, sobre todo, aplicar el andar hacia una venturosa Argentina, Justa, Libre y Soberana.

Alberto A. MONDRAGON

9 de julio de 1964