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El Nuevo Orden Sionista en la Argentina

Proyecto de investigación de actividades antiargentinas

Juan Carlos Cornejo Linares

(Diputado Nacional)

El Nuevo Orden Sionista en la Argentina - Proyecto de investigación de actividades antiargentinas - Juan Carlos Cornejo Linares (Diputado Nacional)

128 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2020
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 460 pesos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuando el entonces Diputado Nacional como representante de la provincia de Salta y miembro del Partido Justicialista, Juan Carlos Cornejo Linares, presentara em 1964 el "Proyecto de investigación de actividades antiargentinas", que constituye el eje central de este libro, ante la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, una enorme campaña propagandística se desató en contra del autor.
Esta campaña, como siempre, intentó, en primer lugar, confundir lo que es una investigación sobre ciertos hechos llevados a cabo por el sionismo internacional con el fantasma del antisemitismo, intentando reducir todo a un irracional "racismo"; y, en segunda instancia, demostrar poder y amedrentar a todo aquel que podría haber apoyado el proyecto.
La estrategia tuvo éxito, el Proyecto pasó como una locura "nazi-árabe" y ni siquiera el Partido Justicialista apoyó al Diputado Cornejo Linares. Sin embargo, sentó un precedente oficial y aportó pruebas a lo que fue la intromisión sionista en la política argentina.
Demuestra también una actitud equivocada de las organizaciones sionistas. Si la D. A. I. A. —asumiendo una defensa que no le corresponde—, afirma que la actividad sionista es lícita, pacífica y compatible con el orden, la moral, buenas costumbres e intereses políticos y económicos de la Nación Argentina, debería dar curso a una investigación que, de ser ciertas sus pretensiones, serviría de rotundo desmentido a los enemigos del sionismo y permitiría acrecentar su prestigio.
La campaña desde ya que no amedrentó al Diputado, quien se dispuso luego a editar este libro como fundamento de su denuncia y a clara voz argumentó:
"Se busca aparentar que no es lícito ni democrático determinar el cauce de la evasión de divisas y capitales; que no es republicano tratar de defender las instituciones liminares de la nacionalidad; que no hay derecho para averiguar cómo se educa a nuestros niños bajo la influencia distorsionadora de doctrinas foráneas; que es ilegal denunciar la pretensión de que determinados grupos políticos, religiosos o étnicos se segreguen de la organización nacional y aleguen poseer fueros y privilegios que nuestra organización constitucional rechaza y desconoce.

Es que ocurre, señores diputados, que en esta magnífica y generosa Argentina se puede atacar a las instituciones fundamentales, a sus próceres más ilustres, a la Iglesia Católica Apostólica Romana, a las fuerzas armadas, y no pasa nada; pero si se intenta señalar alguna vinculación, o algún hecho que demuestre la necesidad de investigar la conspiración sionista, sucede lo mismo que a aquel que se enfrenta con un tabú totalmente prohibido: es peligroso, más vale no meterse. ¡Pero yo me meto en ésta y en otras cosas más difíciles porque me considero argentino, y como legislador tengo la obligación de velar por mi patria y por mi pueblo!"

 

ÍNDICE

 

Nota para la segunda edición9
Advertencia al lector11
A manera de prólogo15
Proyecto de resolución23
I.- Antecedentes parlamentarios y motivos de la investigación solicitada27
La investigación del Diputado Damonte Taborda y la adhesión de Silvano Santander27
II.- Una conspiración que atenta contra los cimientos de la nacionalidad31
III.- Las denuncias del Brigadier Oliva y la advertencia del Gral. Rauch33
La carta abierta a la D. A. I. A33
Frondizi primer presidente sionista34
El “Haganá” en la Argentina35
Moshe Tov argentino y agente israelí36
Los comandos israelíes y los guerrilleros castro-comunistas36
El secuestro de Eichmann y la acción terrorista israelí en la Argentina39
Los casos Sirota y D’Alessandro una maniobra de distracción de la opinión publica40
Mazar Barnett como beneficiario de las maniobras41
IV.- La educación sionista y la teoría del pluralismo nacional de la República Argentina43
El caso del campamento de Miramar. Argentinos bajo bandera israelí.43
Los campamentos paramilitares de las organizaciones sionistas44
La doctrina sionista de la formación “pluralista” de la Argentina. Su intención desintegradora.46
El sentimiento argentino de identidad con la tierra patria48
Las opiniones de Abraham Monk y Bagu contra la unidad nacional argentina49
Ideología nacional foránea de la educación sionista50
Teoría y “praxis” de los campamentos sionistas52
El entrenamiento sionista de los judíos latinoamericanos53
IV.- La investigación del senador Fullbright y el caso del embajador Santander55
Una investigación en Estados Unidos55
Embajador argentino y agente sionista56
El sionismo, la “evasión” de divisas y la “fuga” de capitales59
VI.- Teoría del sionismo61
La diáspora61
El replanteo sionista del siglo xix62
El opúsculo de Theodor Herzl sobre la creación y finalidad de un Estado judío63
El sionismo y el programa de Basilea64
El “regreso” a Palestina65
La nueva variante del sionismo66
La inevitabilidad del “Galut” (judíos que viven fuera de Israel)67
El Estado de Israel y la inevitabilidad del “Galut”68
El “nuevo orden” sionista para todo el orbe71
Dos preguntas y una sola respuesta72
APÉNDICES
Apéndice N° 1.- Primera gran misión de la Estrella Victoriosa 77
Memorándum para el organismo central77
Apéndice N° 2.- Provocativa maniobra de simulación antisemita85
Apéndice N° 3.- Se pretende crear el delito de opinión en protección del sionismo87
Apéndice N° 4.- Tratado de extradición entre Argentina e Israel. Establece privilegios para bigamos, ataques a las fuerzas del orden y enemigos del erario publico.89
Apéndice N° 5.- Nota dirigida por el departamento de Estado al rabino Elmer Berger, del consejo americano para el judaísmo, referente a las pretensiones sionistas a una doble nacionalidad, basadas en el concepto de que los judíos constituyen un pueblo o grupo nacional.99
Apéndice N° 6.- Tres documentos sobre la transferencia de fondos argentinos al Estado de Israel101
Documento N° 1.- La delegación de asociaciones israelitas argentinas niega la recaudación y transferencia de fondos argentinos a Israel101
Documento N° 2.- La revista sionista “la luz” informa sobre la estructura del organismo recaudador de fondos argentinos para Israel103
Documento N° 3.- En el presupuesto del Estado de Israel se ingresan los fondos recaudados en la República Argentina106
Apéndice N° 7.- Una entidad judía norteamericana incita al gobierno estadounidense a tomar medidas contra la República Argentina107
Los veteranos judíos norteamericanos atacan a la Argentina107
Apéndice N° 8.- Deformación de noticias109
Apéndice N° 9.- En los campamentos sionistas se enseña a los niños argentinos que su patria es el Estado de Israel113
“Las Majanot se acercan113
Anexo a esta edición
Carta abierta del Brigadier (R. E.) Gilberto Hidalgo Oliva.- A los legisladores nacionales115

Nota para la segunda edición

 

Desde que el proyecto que constituye el núcleo de este libro fuera presentado ante la H. Cámara de Diputados de la Nación hasta el momento de entrar en imprenta esta segunda edición, el Sionismo Internacional (que emerge en la segunda mitad del siglo XX como la gran potencia neocolonialista) ha desatado una violenta, agresiva y sucia campaña de insultos contra el autor del proyecto de investigación de actividades antiargentinas. Esa campaña persigue dos objetivos más o menos claros. En primer lugar, tratar de confundir a la opinión pública, haciéndole creer que Judaísmo y Sionismo es una misma cosa y que todo, no ya ataque, sino simple intento de investigación, constituye un ataque a la comunidad judía de nuestro país y es, en consecuencia, una actividad antisemita. En segundo lugar, la injuria y el insulto soez —que se deleita en el desprecio a los cristianos y a los hijos de este suelo que carecen de una segunda y verdadera patria— tienen por objeto amedrentar, no al autor del proyecto, que conoce muy bien la gravedad de las responsabilidades que ha asumido ante la historia en defensa de su patria y del futuro, seguridad, estabilidad y bienestar de sus compatriotas, sino a todos aquellos que, por diversos motivos, estén dispuestos a apoyar su proyecto.
Los capos de la internacional neocolonialista saben que la difamación pública y la coherción económica son armas de terrible poder psicológico y no vacilan en emplearlas profusamente en su intento de impedir una investigación que puede poner al descubierto sus crímenes y terminar para siempre con sus actividades disolventes y destructoras en el seno de nuestro país. Estos empresarios del miedo y del odio, que han copado prácticamente todos los organismos de la comunidad israelita de nuestro país, procuran, siguiendo el mismo criterio totalitario de los nazis durante la última guerra, que sus actividades antiargentinas sean respaldadas por una comunidad que diariamente se ve obligada a marcar el paso que los ejecutivos sionistas le imponen. A unos y a otros les decimos: la hora de la justicia no está lejana. Pese a sus insultos, pese a su presión, pese a las amenazas desde el exterior, la investigación será realizada y la justicia hará luz en esta maraña de engaños, tapujos y traiciones. Por una razón muy simple: no nos cabe duda de que existe una perfecta identidad entre Sionismo y Estado de Israel, pero tampoco nos cabe dudas de que esa identidad no existe entre el Sionismo y la Nación Argentina. Y la Nación aplastará a sus enemigos, por más pícaros y poderosos que sean.

Buenos Aires, noviembre de 1961.


Advertencia al lector

 

Cuando hace aún pocos días presenté en la Cámara de Diputados de la Nación, de la que formo parte como representante Justicialista del distrito correspondiente a la Provincia de Salta, un proyecto de resolución para que se constituya una comisión bicameral especial con el objeto de investigar las actividades anti-argentinas, me encontraba lejos de pensar que bien pronto habría de confirmarse con hechos concretos la existencia de la peligrosa conspiración sionista-comunista, cuyos indicios vehementes denuncié en los fundamentos de mi iniciativa.
Con una actitud mental de prudente reticencia no hice mío ni creí conveniente acompañar como documentación fehaciente que solventara mi proyecto, cierto documento cuya fotocopia obraba en mi poder, y del cual surge la tenebrosa trama que cobró evidencia pública con la explosión del polvorín clandestino que ocasionó el derrumbe del edificio de departamentos de la calle Posadas de esta Capital Federal. La circunstancia que el contenido del referido documento se encuentre ahora ratificado por los trascendidos periodísticos de la investigación reservada que están realizando las fuerzas nacionales de seguridad, me libera de este escrúpulo de conciencia, por lo que considero útil y conveniente agregar a esta publicación el texto de dicho documento.
Mientras tanto el sionismo lanzó una bien organizada campaña confusionista que tiende a hacer aparecer al suscripto como un reaccionario racista que sólo persigue un vandálico propósito de persecución y -exterminio del judaísmo. Para ello se teje todo una telaraña de calumnias y difamaciones a las que gustosamente se prestan desde el petrolero Rogelio Frigerio con su revista “Qué”, hasta el modesto pistolero a sueldo Patricio Kelly, con su pasquín “Alianza”, y le hacen coro medio centenar de periódicos y revistas que se hacen eco de los infundios de la D.A.I.A. (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas).
Ahora bien, resulta curioso y sintomático, que mientras mi iniciativa se dirige a investigar las actividades anti-argentinas del sionismo internacional, los ataques contra el proyecto y su autor no provienen de la Organización Sionista Argentina —la que guarda un elocuente silencio—, sino de la D.A.I.A. que no es aparentemente un organismo político como la O. S. A., sino más bien de color filantrópico.
Esto nos impresiona como una maniobra tendiente a envolver a toda la comunidad judía en los designios del sionismo, por lo que se quiere dar la impresión que toda crítica o investigación acerca de este último, agravia y afecta a todos los ciudadanos y extranjeros de confesión israelita que habitan nuestra patria.
Pero la mentira tiene piernas cortas y a poco de andar resalta con fuerza una verdad que no puede pasar desapercibida al ciudadano menos perspicaz. ¿Por qué si la D. A. I. A. —asumiendo una defensa que no le corresponde—, afirma que la actividad sionista es licita, pacífica y compatible con el orden, la moral, buenas costumbres e intereses políticos y económicos de la Nación Argentina, se opone a una investigación que, de ser ciertas sus pretensiones, serviría de rotundo desmentido a los enemigos del sionismo y permitiría acrecentar su prestigio?
¿No corresponde a la misma D. A. I. A., para salvaguardar el prestigio de sus afiliados exigir una exhaustiva investigación que pueda demostrar que es totalmente falsa su estrecha vinculación con las bandas de guerrilleros castrocomunistas, con el trotzquismo, con las células terroristas y con los operativos “G” y “F” de una conspiración que persigue el propósito de apoderarse por el terror y la disolución de Hispano-América?
Mientras la investigación del Senado de Estados Unidos, realizada en el curso del año próximo pasado y que persiguió propósitos similares a los que propongo, resultó propio de una actividad normal del Parlamento de esa Nación, aquí, en la Argentina, se busca aparentar que no es lícito ni democrático determinar el cauce de la evasión de divisas y capitales; que no es republicano tratar de defender las instituciones liminares de la nacionalidad; que no hay derecho para averiguar cómo se educa a nuestros niños bajo la influencia distorsionadora de doctrinas foráneas; que es ilegal denunciar la pretensión de que determinados grupos políticos, religiosos o étnicos se segreguen de la organización nacional y aleguen poseer fueros y privilegios que nuestra organización constitucional rechaza y desconoce.
El documento a que hago referencia va transcripto como apéndice de esta publicación, y en él el lector podrá apreciar la estricta concordancia existente entre el plan de acción subversiva que describe y lo que hasta ahora se sabe de los resultados de la investigación a cargo de nuestros organismos de seguridad, con motivo del descubrimiento de la célula terrorista de la calle Posadas.
También en el mismo apéndice se transcriben otros documentos —entre ellos una nota del Departamento de Estado de EE. UU., en la cual se rechaza la pretensión sionista de que los judíos habitantes de ese país posean un “satus” nacional propio—, e informaciones periodísticas, los unos vinculados a la fundamentación del proyecto y las otras confirmatorias de la actividad disolvente del sionismo.

Juan Carlos Cornejo Linares
Buenos Aires, julio 30 de 1964.

A manera de prólogo

 

Carta de la delegación de asociaciones israelitas argentinas al presidente del bloque de diputados justicialistas
“ Buenos Aires, julio 7 de 1964.
“ Señor Presidente del Bloque de Diputados
“ Justicialistas, doctor Juan Luco. S/D.
“ De nuestra consideración:
“ Hemos tomado conocimiento de un proyecto presentado en la H. Cámara de Diputados de la Nación por el diputado Cornejo Linares —integrante del bloque que usted preside— solicitando se investiguen lo que él llama “actividades antiargentinas” del sionismo. Es lamentable constatar que la agresión nazi antijudía cuenta con un nuevo portavoz, el que no repara en los elementales recaudos exigidos por la responsabilidad de un legislador nacional —a quien el voto popular brindó su confianza— y exhuma argumentos típicamente hitlerianos remozados ahora por un lenguaje en el que se reconoce la clara influencia de la Liga Árabe.
“El autor de tan extemporáneas acusaciones públicas no se ha tomado el trabajo de reunir los antecedentes, de analizar cada uno de los puntos de su “proyecto”, de efectuar la menor averiguación; lanza su colección de mentiras, calumnias y ofensas; pretende presentar como clandestinas las actividades sionistas, que responden a un ideario de liberación nacional que todo hombre de elemental cultura y de buena fe reconoce como corriente trascendental de la historia contemporánea. Recordemos que en el recinto de la H. Cámara de Diputados se oyó, el 31 de mayo de 1951, la voz oficial del entonces bloque mayoritario —a través de los ex diputados Díaz de Vivar y Bustos Fierro—, al considerarse el establecimiento definitivo de relaciones diplomáticas con Israel, refiriéndose elogiosamente “a una figura importante del movimiento sionista, a Teodor Herzl”, a los luchadores sionistas que fundaron ese Estado, al decidido grupo de israelitas, continuadores de la áspera, dura y valerosa lucha de T. Herzl (fundador del movimiento sionista) ”,
“ Por lo visto, el diputado peticionante no ha tenido en cuenta esos detalles, o no los ha querido tener en cuenta. Es sorprendente que no se le haya ocurrido, en su fervor patriótico, encomendar a su proyectada Comisión Interparlamentaria de Actividades Antiargentinas” la investigación de las acciones abiertas y clandestinas de los factores que destruyen la unidad y la tranquilidad nacional, los grupos nazis que responden a ideologías extranjeras y anticristianas, los elementos que tratan de distraer la atención de las masas populares de sus dramáticos problemas vitales, la Liga Árabe con sus fabulosos medios económicos y sus mercenarios al servicio de intereses ajenos a lo argentino.
“La mejor demostración de que detrás de esta presentación hay móviles inconfesables es que en vez de intentar realmente una honesta investigación, ha procurado hacerla con todos los alardes publicitarios que creyeron convenientes sus inspiradores, cumpliendo así un propósito muy distante de la seriedad legislativa. Por eso, no pretendemos contestar lo que, por su nivel moral, es incontestable. Pero decimos en esta ocasión, señor Presidente, lo que quisiéramos oigan nuestros conciudadanos: hay quienes agitan fantasmas de odio, hay quienes cubren su antisemitismo vergonzante con la novedosa máscara del antisionismo (alimentada por catequizadores extranjeros), hay quienes lanzan mentiras que dejan su rastro pantanoso pese a las aclaraciones que casi siempre resultan tardías procurando desviar la atención popular de sus urgentes necesidades.
“ Quisiéramos que cada argentino, señor Presidente, se pregunte cuál es el objeto, qué intereses mueven a esos elementos, cuál es el destino que ellos reservan para nuestro país; que cada uno se formule esta pregunta, o será tarde.
HERZL CESANG ISAAC GOLDENBERG
Vicepresidente Presidente
Cuestión de privilegio
Sr. Presidente (Del Pero). — Tiene la palabra el señor diputado Cornejo Linares.
Sr. Cornejo Linares. — Advierto desde ya que la cuestión que voy a plantear es estrictamente de privilegio, y no se irá por las ramas del privilegio, como a veces suele acontecer. Por lo tanto, pido al señor presidente que me haga respetar en el uso de la palabra. Me curo en salud, porque la experiencia algo enseña.
Los hombres que hemos consagrado nuestra vida a la actividad política estamos acostumbrados a los insultos y a las difamaciones. Las más de las veces, hacemos oídos sordos a palabras necias, pero lamentablemente tal no puede ocurrir ahora en que no se ataca exclusivamente al ciudadano que habla, sino al legislador y, en consecuencia, se hieren los fueros de un funcionario del Poder Legislativo y de la misma Cámara de que forma parte.
Como es de público conocimiento, he presentado a la Honorable Cámara un proyecto de resolución por el que se crea una Comisión Especial Investigadora de Actividades Antiargentinas. Para evitar confusiones, convoqué a una reunión de prensa a los efectos de hacer conocer con toda precisión el espíritu y el real alcance de mi iniciativa. En esa reunión pude expresar, con toda claridad, que mi conformación filosófica, como católico y como justicialista, es esencialmente antirracista y que conceptúo como principio fundamental de lo que podríamos llamar la doctrina nacional, la igualdad de todos los hombres, de todos los habitantes de la República, cualesquiera que fuesen su origen, su raza, su religión o su color.
Como fundamento de mi iniciativa señalé una peligrosa conspiración de un organismo de tipo internacional que, amparándose en nuestra gran generosidad, estaba atentando contra los principios mismos de nuestra nacionalidad. Cité datos e informaciones publicados en todos los diarios del país, incluso en aquellos llamados “prensa seria”. Cité también opiniones y doctrinas de teóricos del sionismo, cuyos libros pueden ser adquiridos en las librerías por todos aquellos que tengan interés en profundizar el tema.
Igualmente, traté de evitar todo ataque directo o que pudiera así interpretarse —ataque que jamás estuvo en mi ánimo— a los ciudadanos de origen judío o que profesaran la religión de ese pueblo. Sin embargo, la delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, que lleva la sigla DAIA, se ha dirigido al presidente del bloque justicialista, doctor Juan Alejandro Luco, manifestando, entre otros conceptos, que “es lamentable constatar que la agresión nazi antijudía tiene un nuevo portavoz, el que no repara en los elementales recaudos exigidos por la responsabilidad del legislador nacional, a quien el voto popular brindó su confianza y exhuma argumentos típicamente hitlerianos, remozados ahora por un lenguaje en el que se reconoce la clara influencia de la Liga Árabe”.
En esa nota se me hace una doble imputación: una, la de ser nazi y seguir instrucciones de ultratumba de Hitler, y otra, de ser portavoz de la Liga Árabe. Las dos imputaciones son falsas, y más aún, insolentes.
Más adelante se dice en la nota que “lanza —se refiere al diputado que habla— su colección de mentiras, calumnias y ofensas. Pretende presentar como clandestinas las actividades sionistas, que responden a un ideario de liberación nacional... ”. Aquí corresponde aclarar que para los argentinos no hay más ideario de liberación nacional que el de la liberación de la República Argentina.
“La mejor demostración —agrega— de que detrás de esta presentación hay móviles inconfesables es que en vez de intentar una honesta investigación ha procurado hacerlo con todos los alardes publicitarios que creyeron convenientes sus inspiradores”.
He explicado, señor presidente, por qué el motivo de mi convocatoria a una reunión de prensa. Es que ocurre, señores diputados, que en esta magnífica y generosa Argentina se puede atacar a las instituciones fundamentales, a sus próceres más ilustres, a la Iglesia Católica Apostólica Romana, a las fuerzas armadas, y no pasa nada; pero si se intenta señalar alguna vinculación, o algún hecho que demuestre la necesidad de investigar la conspiración sionista, sucede lo mismo que a aquel que se enfrenta con un tabú totalmente prohibido: es peligroso, más vale no meterse. ¡Pero yo me meto en ésta y en otras cosas más difíciles porque me considero argentino, y como legislador tengo la obligación de velar por mi patria y por mi pueblo!
Como va a expirar el término de mi exposición, voy a concluir estas breves palabras repitiendo lo que vale para un argentino, como expresión cabal de sus obligaciones, el párrafo último de esta carta, que se vuelve contra los mismos que la suscribieron, el señor Isaac Goldenberg y Herzl Gesang, presidente y secretario de la DAIA. Dice así: “Quisiéramos que cada argentino se pregunte cuál es el objeto, qué intereses mueven a esos elementos, cuál es el destino que ellos reservan para nuestro país. Que cada uno se formule ahora esta pregunta, o será tarde.” Hago mía esta frase y esta sentencia: ¡que cada uno se pregunte qué quiere, a qué aspira el sionismo y que se investigue, porque es imperioso conocerlo, o de lo contrario será tarde!
No obstante la importancia del planteo que acabo de realizar, prefiero que el mismo pase a comisión, para que no se diga que el diputado que habla introduce en esta Cámara elementos de disturbio.
Sr. Presidente (Del Pero), — La Honorable Cámara debe resolver si la cuestión planteada por el señor diputado Cornejo Linares tiene carácter preferente.
Se va a votar.
—Resulta negativa.
Sr. Presidente (Del Pero). — Pasará la cuestión a la Comisión de Asuntos Constitucionales.