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Granaderos

Historia del general de las Waffen SS Panzermeyer

Kurt “Panzer” Meyer

Granaderos – Historia del general de las Waffen SS Panzermeyer – Kurt “Panzer” Meyer

504 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2023
, Argentina
tapa: blanda
 Precio para Argentina: 14.080 pesos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La autobiografía del general alemán Kurt “Panzer” Meyer es una fascinante visión de la mente de uno de los soldados alemanes más condecorados y exitosos de la Segunda Guerra Mundial, con una trayectoria militar impresionante.
Ya desde el inicio de la guerra formó parte del contingente de tropas que invadieron Polonia, a partir de este momento comenzó su meteórica carrera iniciándose en el mando de una compañía de motocicletas en la 1ª División SS Leibstandarte SS Adolf Hitler para continuar comandando un batallón de reconocimiento ligado siempre a las mencionadas motocicletas y, sucesivamente, capitanear un regimiento de granaderos hasta llegar a su máximo apogeo con el mando de la 12 SS División Panzer de las SS Hitlerjugend durante la campaña de Normandía en 1944.
Meyer libró intensos combates por toda Europa: la invasión de Polonia, la caída de Francia en 1940, el paso por los Balcanes y Grecia, los encarnizados combates en el Frente Oriental y la campaña de Normandía de 1944, donde cayó en manos de los Aliados.
Con Granaderos nos embarcamos en un trepidante relato de primera mano de combates encarnizados; podemos seguir a Meyer con la 1ª División SS-Panzer “Leibstandarte” y la 12ª División SS-Panzer “Hitlerjugend”, desde el primer día de la guerra en Polonia hasta su captura en Normandía en 1944 y sus tribulaciones y pruebas de posguerra.
Podremos apreciar como el éxito de la 12. SS-Panzer-Division “Hitlerjugend” se debió con frecuencia a la intervención personal de su comandante. Sus habilidades analíticas, junto con un sexto sentido del peligro y su capacidad para tomar la decisión correcta, le permitieron intervenir personalmente en el lugar y momento adecuados. Su determinación y ejemplo personal les dio a los soldados, y no solo a su división, la fuerza para perseverar y contraatacar.
Meyer sostenía que el comandante debía estar con los elementos más avanzados de sus tropas atacantes, que no se podía dirigir una guerra de carros de combate desde una mesa de mapas. Todos los que estaban a su mando sabían que Meyer siempre se encontraba al frente de ellos en los momentos más críticos, nadie podría creer entonces que se emitieran órdenes poco realistas en tales circunstancias. Nadie necesitaba pensar dos veces sus órdenes. Todos confiaban en que Kurt Meyer no exigiría nada imposible o innecesario; que, al final, uno podía confiar en su buena suerte y que nunca fallaría a nadie en caso de apuro. Siempre intentaría ayudar con todos los medios posibles y arriesgando su propia vida.
Su forma de ser se vio reflejado finalmente con el valiente comportamiento de Kurt Meyer cuando se presentó ante el consejo de guerra de los vencedores en Aurich a fines de 1945, que excedió con creces la mentalidad de un simple guerrero, al igual que su compostura cuando escuchó, injustamente condenado, su sentencia de muerte.
Tras la guerra, a pesar de sus heridas, enfermedad y encarcelamiento, se sintió obligado a apoyar la reputación de sus camaradas caídos y sus viudas e hijos, así como de los que sobrevivieron. Su objetivo pasó a ser el limpiar la imagen distorsionada de unas Waffen SS que se mostraron exclusivamente como soldados en el campo de batalla y no como una facción político-militar envuelta en masacres.
Así nació este libro, que sin duda es una de esas joyas que ningún aficionado a la Segunda Guerra Mundial puede dejar de leer, uno de esos libros que dejan una huella.

 

ÍNDICE

Prefacio7
I.- Polonia11
II.- De Praga al frente occidental21
Operaciones contra Rotterdam26
III.- En Francia31
IV.- La formación del Batallón de Reconocimiento en Metz 49
V.- Los balcanes53
VI.- En Grecia67
VII.- La travesía al Peloponeso87
VIII.- La lucha contra la Unión Soviética97
IX.- De Sasselje a Cherson121
X.- Del Dnepr al Don137
XI.- La guerra de invierno: 1942-43197
XII.- La lucha por Jarkov201
XIII.- El contraataque221
XIV.- La 12. División Panzer SS “Hitlerjugend”251
XV.- La invasión259
XVI.- La lucha final alrededor de Caen309
XVII.- De la evacuación de Caen a la Bolsa de Falaise329
XVIII.- El empleo de la 12. División Panzer SS “Hitlerjugend” desde el final de la Invasión hasta el final de la guerra399
por Hubert Meyer, ex Jefe formal de la Plana Mayor de la división (Ia)
XIX.- Encarcelamiento en Inglaterra411
XX.- Volver a Alemania421
XXI.- El Tribunal427
XXII.- En el camino de la muerte449
XXIII.- De Dorchester a Werl471
Epílogo483
En memoria489
por Hubert Meyer, ex-jefe de personal de la 12. División Panzer SS “Hitlerjugend”

Prefacio

 

A menudo luché junto a formaciones de las Waffen-SS como comandante de panzer; descubrí que podía confiar en ellos.
La 12. División Panzer SS “Hitlerjugend” mencionada en la segunda parte del libro estuvo bajo mi control operativo durante cinco duras semanas en el frente de invasión de Normandía. Su comandante fue el autor de este libro, Kurt Meyer, Generalmajor der Waffen-SS. Al final de la guerra, pasamos varios meses juntos en un campamento en Enfield, Inglaterra.
En diciembre de 1945 me trasladaron en avión a la corte marcial canadiense de Kurt Meyer en Aurich. Fui el único soldado alemán al que se le permitió ser testigo en su defensa. Algunos de sus camaradas y yo también tuvimos la oportunidad de estar con él por un corto período de tiempo después de que fue condenado a muerte.
Después de que su sentencia fuera conmutada por cadena perpetua, me puse en contacto con él y su esposa lo antes posible. Seguimos siendo amigos hasta su muerte demasiado prematura.
Como resultado, conocía bastante bien al Generalmajor der Waffen-SS Kurt Meyer y a su 12. SS-Panzer-Division “Hitlerjugend”. Los conocí en los buenos tiempos y, más aún, en los malos.
El libro “Granaderos” narra la lucha de las unidades de las Waffen-SS durante la Segunda Guerra Mundial bajo el mando de “Panzermeyer”, de esta forma el autor era conocido por sus tropas: en Polonia, Francia, los Balcanes, Rusia y en el frente de invasión de Normandía. El coraje, la camaradería, la caballerosidad y el patriotismo de las tropas descritas también son representativos de la disciplina militar, la devoción desinteresada y el desempeño de todas las demás divisiones de las Waffen-SS y, de hecho, de todo el Ejército alemán.
Kurt Meyer escribió este libro después de su liberación de nueve años de prisión. Para él era importante recordar a través de este libro a aquellos soldados suyos que aún vivían, y que lo miraban como una figura paterna, y a los muertos de todas las divisiones de las Waffen-SS y el Ejército.
La 12. División Panzer SS “Hitlerjugend”, a la que está dedicada una parte de este libro, luchó en Normandía durante diez largas semanas, principalmente como el Schwerpunkt (Punto Central) del contraataque contra los continuos asaltos y la enorme ventaja material de los grupos de ejércitos de Montgomery. La división fue prácticamente destruida. Su desempeño fue siempre más de lo que se podía esperar de él. Tales logros excepcionales hubieran sido imposibles si los soldados hubieran sido entrenados para obedecer como un zombi. Los jóvenes soldados fueron entrenados para actuar por iniciativa propia, gracias a la formación ejemplar que había surgido de la experiencia práctica de la guerra. Detrás de todo esto estaba el amor por la Patria.
El éxito de la 12. SS-Panzer-Division “Hitlerjugend” se debió con frecuencia a la intervención personal de su comandante de treinta y cuatro años. Sus habilidades analíticas, junto con un sexto sentido del peligro y su capacidad para tomar la decisión correcta, le permitieron intervenir personalmente en el lugar y momento adecuados. Su determinación y ejemplo personal les dio a los soldados, y no solo a su división, la fuerza para perseverar y contraatacar. Sufrió la muerte de sus soldados como si fueran sus hijos.
El valiente comportamiento de Kurt Meyer cuando se presentó ante el consejo de guerra de los vencedores en Aurich a fines de 1945 excedió con creces la mentalidad de un simple guerrero, al igual que su compostura cuando escuchó, injustamente condenado, su sentencia de muerte. Me quito el sombrero ante la valentía requerida y la caballerosidad del general canadiense que no firmó esta sentencia, pero la conmutó por cadena perpetua. También me quito el sombrero ante nuestro Kurt Meyer, que siguió siendo el mismo oficial alemán en la celda de la muerte y en prisión entre los que habían estado en el campo de batalla, ahora considerados criminales.
Una carga pesada adicional fue su ansiedad por su esposa y sus cinco hijos, quienes tuvieron que sobrevivir solo con los beneficios de la seguridad social durante sus nueve años en prisión.
Ni durante este tiempo, ni después de su liberación, Kurt Meyer sintió odio. Con la ayuda de sus viejos camaradas, pronto se construyó una nueva vida. A pesar de sus heridas, enfermedad y encarcelamiento, también se sintió obligado a apoyar la reputación de sus camaradas caídos y sus viudas e hijos, así como de los que sobrevivieron. Así nació este libro. En consecuencia, cargó con la responsabilidad de ser el primer portavoz de la HIAG
Novecientos mil soldados sirvieron en las treinta y seis divisiones de las Waffen-SS. Cerca de cuatrocientos mil murieron o están desaparecidos. De los supervivientes, uno de cada dos, habían resultado heridos, a menudo varias veces. Estos números hablan por sí mismos. Si se suman las familias, los antiguos miembros de las Waffen-SS suman varios millones de ciudadanos alemanes. A la larga, ninguna democracia puede prescindir de la participación voluntaria de tanta gente sin problemas graves. Habían demostrado claramente su voluntad de sacrificarse por Alemania. Como primer portavoz de la HIAG, Kurt Meyer guió a sus viejos camaradas con su ejemplo y palabras en un compromiso profundamente sentido en nuestra democracia. Su participación se debió a su antiguo amor por la patria, junto con las ideas que había ganado durante y después de la guerra. Lo hizo aunque los ex miembros de las Waffen-SS y sus familias no reciben los mismos beneficios estatales que otros combatientes alemanes de la Segunda Guerra Mundial. Incluso hoy, desde 1945 se derrama una oleada de odio sobre las Waffen-SS. Las cosas que se dijeron sobre este componente de las Fuerzas Armadas alemanas no resisten, en general, una inspección detallada. No solo los extranjeros, sino también muchos de nuestra propia población, agrupan a los soldados de las Waffen-SS con los miembros del SD y los de las Allgemeine SS. Este libro también ha sido escrito para oponer la verdad a la difamación. De esta forma, la contribución de las Waffen-SS se puede ver de forma objetiva. Además, el libro mostrará a los hijos de los soldados de las Waffen-SS las hazañas de sus padres sin distorsiones. Estarán orgullosos del valor, la constancia, la decencia y el amor de sus padres por la patria. También leerán sobre el terror de la guerra.
En Panzermeyer, nuestros soldados alemanes perdieron a un comandante de blindados de valor, caballerosidad y responsabilidad ejemplares. Su estatura humana, probada ante sus jueces, en la cárcel y después de su liberación, es un ejemplo para nuestro pueblo, al que amó toda su vida.

Heinrich Eberbach
General der Panzertruppe aD. (Retirado del Servicio Activo)