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Técnicas del Yoga

 

Mircea Eliade

Técnicas del Yoga – Mircea Eliade

256 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2021
, Argentina
tapa: blanda
 Precio para Argentina: 960 pesos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La filosofía, la gnosis y las “técnicas místicas” del pensamiento oriental siempre han atraído la curiosidad de Occidente. Pero, a pesar de la simpleza con la que se presenta en occidente, quizá ninguna otra doctrina oriental conlleva una iniciación tan dura y larga. Incluso entre la élite que vive retirada en los asrams del Himalaya, tan sólo una minoría llega a penetrar en los secretos del Yoga. Sin embargo, este esoterismo básico y natural se ha complicado debido a un afán de emulación poco escrupuloso. En Occidente, el Yoga ha sido recargado con misterios un tanto sospechosos, que le han proporcionado más éxito cuanto menos conservaban su significado y su valor. Esto puede verse en la frecuencia con que proliferan fórmulas del tipo «el Yoga al alcance de todos».
La realidad es que un tratado práctico sobre las técnicas del Yoga se encuentra con serias dificultades y presenta, en muchos aspectos, graves peligros para el lector. No cabe duda de que los elementos esenciales de las prácticas yóguicas están muy lejos de poderse transmitir siempre a través de la escritura, y mucho menos simplemente por vía oral. Semejante tratado no sólo estaría condenado desde un principio a ser incompleto, sino que además sería peligroso.
El Yoga debe ser tratado por su justo valor, es decir, como doctrina soteriológica, como técnica mística y como una auténtica historia de la espiritualidad de la India. En efecto, la historia del Yoga coincide poco más o menos con la de la espiritualidad india. Sus técnicas, lejos de formar una escuela filosófica o una secta mágico-religiosa, han sido adoptadas y utilizadas por todas las gnosis y soteriologías.
Sin embargo, también es cierto que el problema del Yoga no interesa sólo al indianista o al historiador del pensamiento oriental. También espera una respuesta del etnólogo, del médico, del psicólogo y del filósofo. El presente estudio tiene en cuenta también a estos lectores, con el agregado de ser escrito por uno de los máximos exponentes de los estudiosos de las tradiciones religiosas antiguas y que por lo tanto sabe captar sus significados más profundos.
Mircea Eliade pasó cuatro años en la India formándose tanto a nivel intelectual en la Universidad de Calcuta como a nivel vivencial y práctico en un ashram en el Himalaya. Fruto de esta experiencia, logra completar su tesis doctoral sobre el Yoga.
Llevando ya cuatro obras sobre la materia, es con su "Técnicas del Yoga" que aquí presentamos con el que logra finalmente sintetizar el enorme bagaje que Eliade poseía sobre el Yoga. Su resultado es una de los más valiosos y profundos estudios sobre el Yoga integral que se puedan conseguir.

 

ÍNDICE

Prólogo7
Las doctrinas13
Yoga y Sāṁkhya13
El hombre en el cosmos20
La ecuación dolor-existencia26
El Espíritu31
La substancia35
La relación “espíritu-substancia”40
¿Como es posible la liberación?44
Las técnicas51
El punto de partida51
La estructura de la vida psíquica normal53
El subconsciente58
La técnica yóguica64
Las posturas y la disciplina de la respiración70
La concentración78
El papel de “Dios”85
Samādhi89
Algunas observaciones104
El yoga y el hinduismo112
La interiorización ritual112
La técnica yóguica en las Upaniṣads119
El yoga y el hinduismo131
La técnica yoga en el budismo y en el tantrismo145
La meditación y los “poderes maravillosos” en el budismo primitivo145
La técnica del jhāna155
“Conocimiento” y “experiencia”162
El tantrismo172
El tantrismo y el hathayoga187
La erótica mística199
Conclusiones211
Los orígenes de las técnicas yóguicas211
Observaciones finales221
Notas233
Nota A: Ediciones y traducciones de los textos Sāṁkhya y Yoga233
Bibliografía236
Nota B: Sobre la āsana238
Nota C: El prāṇāyāma en las ascesis extraindias239
Nota D: Los “sonidos místicos”246
Nota E: Sobre la literatura tántrica248
Nota F: Sobre la literatura hathayóguica249
Vocabulario resumido de términos técnicos251

PRÓLOGO

 

La filosofía, la gnosis y las “técnicas místicas” del pensamiento oriental han atraído la curiosidad de Occidente desde hace el tiempo suficiente como para que algún día se escriba la historia de este éxito. El libro bien valdría la pena. Mientras tanto, no es difícil predecir que el Yoga ocupará un lugar privilegiado. Su importancia intrínseca bastaría para garantizarle ese lugar, aunque careciera de la inseparable aureola de misterio que siempre ha acompañado su difusión fuera de la India. “Misterio” real, por cierto. Quizá ninguna otra doctrina oriental conlleva una iniciación tan dura y larga. Incluso entre la élite que vive retirada en los āśrams del Himalaya, tan sólo una minoría llega a penetrar en los secretos del Yoga. Sin embargo, este esoterismo básico y natural se ha complicado debido a un afán de emulación poco escrupuloso. En Occidente, el Yoga ha sido recargado con misterios un tanto sospechosos, que le han proporcionado más éxito cuanto menos conservaban su significado y su valor. Respecto a este punto, la multitud de ejemplos más bien nos incomoda por la frecuencia en que en los dos mundos, tanto en Europa como en América, hemos visto proliferar los libros de «el Yoga al alcance de todos». En todos los casos o casi siempre, los autores se comprometen a “revelar” indiscriminadamente los “secretos” milenarios de la sabiduría hindú. No quisiéramos poner en duda su buena fe, pero por desgracia todas las revelaciones en materia de técnicas yóguicas plantean nuevos problemas, la mayoría de las veces sin solución.
Si bien es cierto que, en resumidas cuentas, no tenemos respuesta a la cuestión preliminar de: ¿qué podemos decir del Yoga, que sea útil, sin abusar de una curiosidad desarmada ni defraudar a los espíritus deseosos de recibir una información pertinente?, vamos a dejar de lado los estudios que conciernen exclusivamente al indianista. Tan sólo hay dos tipos de libros que nos parecen de verdadera utilidad:
Un tratado práctico sobre las técnicas del Yoga.
Una exposición conjunta que, por una parte, abarca las doctrinas y las prácticas del Yoga y, por la otra, su historia y la de su influencia en el vasto campo de la espiritualidad india.
Opinamos que el tratado práctico se encuentra con serias dificultades y presenta, en muchos aspectos, graves peligros para el lector. No cabe duda de que los elementos esenciales de las prácticas yóguicas están muy lejos de poderse transmitir siempre a través de la escritura, y mucho menos simplemente por vía oral. Su transmisión no se concibe sin una demostración gímnica o fisiológica, concreta y directa. Entre estas prácticas se encuentra una serie de gestos —actitudes corporales, por ejemplo— que sería imposible aprender sin tener un modelo; y también una serie de “experiencias fisiológicas” (entre ellas, el aumento voluntario de la temperatura corporal) que precisan la ayuda y la supervisión de un maestro. Por si fuera poco, semejante tratado no sólo estaría condenado desde un principio a ser incompleto, sino que además sería peligroso. Incluso aunque los lectores fueran debidamente advenidos, siempre habría los que se obstinarían en realizar sin control algunos de los ejercicios, con el riesgo de sufrir graves accidentes. La práctica no supervisada del ritmo respiratorio (prāṇāyāma) suele caracterizarse por acabar en afecciones pulmonares. ¿Es necesario también mencionar los trastornos nerviosos a los que ciertas técnicas tántricas exponen a los novatos imprudentes, nos referimos sobre todo a las de la “erótica mística”?
Los pormenores de la práctica yóguica pueden resultar incomprensibles para el occidental. El fenómeno, sin embargo, es de gran interés para él. Éste merece ser tratado por su justo valor, es decir, como doctrina soteriológica, como técnica mística y como una auténtica historia de la espiritualidad de la India. En efecto, la historia del Yoga coincide poco más o menos con la de la espiritualidad india. Sus técnicas, lejos de formar una escuela filosófica o una secta mágico-religiosa, han sido adoptadas y utilizadas por todas las gnosis y soteriologías. En mi Yoga. Essai sur les origines de la mystique indienne (París-Bucarest, 1936), fuente del presente estudio, así como de la documentación y conclusiones, he resaltado este aspecto panindio de la mística índica.
Por otra parte, ciertas peculiaridades del Yoga ponen de relieve un aspecto muchas veces relegado de la mística india, es decir, la voluntad de conquistar la realidad. El profesor Masson-Oursel señaló hace ya bastante que la India no sólo conoce (lo que durante mucho tiempo nos había podido parecer un dogma) una liberación negativa, sino también una libertad de signo positivo. Tendríamos que ver de qué modo este Yoga pone en práctica esta libertad para conseguir el dominio absoluto de la vida y la conquista de lo real. A este respecto, los problemas planteados por el Yoga presentan algunas analogías con algunos de los problemas de la filosofía occidental moderna. En esta exposición nos hemos abstenido escrupulosamente de hacer comparación alguna entre las diversas tradiciones filosóficas. Esta discreción no implica que rechacemos la legitimidad o la posibilidad de tales comparaciones. De esta forma, pensamos en lo que podríamos denominar los preliminares existencialistas de tantas gnosis y técnicas indias. Sin embargo observamos que, para la India, el “existencialismo” —y con él otras soluciones filosóficas occidentales— no podría desarrollar más que el nivel elemental de una doctrina o técnica. Un hindú jamás aceptará reducir al hombre a la condición humana. Para él dicha condición, por extrema que nos parezca, no es definitiva en ningún caso. Esta condición se puede superar en cualquier momento y cualquiera puede hacerlo, gracias a la destrucción pura y simple de la misma.
El problema del Yoga no interesa sólo al indianista o al historiador del pensamiento oriental. También espera una respuesta del etnólogo, del médico, del psicólogo y del filósofo. Al escribir este estudio, ante todo hemos tenido en cuenta a estos lectores. Asimismo, tampoco hemos retrocedido ante los paréntesis o las interpretaciones capaces de llamar su atención y animarles a debatir las incógnitas del Yoga, según su propio método y las exigencias de su propósito. Jamás nos hemos creído con derecho, al dirigimos a un lector no versado en el tema, a eludir las dificultades o a simplificar nuestra tesis con ideas preconcebidas, evitando de ese modo los sectores demasiado áridos o conservando sólo el texto “noble” y edificante.
El lector intuirá fácilmente las aplicaciones prácticas que las técnicas yóguicas puedan sugerir o prometer a la psicología y a la medicina. Si no nos hemos detenido más es porque no nos consideramos lo bastante competentes para una discusión provechosa.
Las opiniones expuestas sobre las teorías y las técnicas del Yoga son fruto de tres años de estudios realizados en la Universidad de Calcuta bajo la dirección del profesor Surendranath Dasgupta y de una estancia de seis meses en el āśrams de Rishikesh, en el Himalaya.
Un curso impartido en la Universidad de Bucarest, desde 1934 hasta 1935, nos permitió sentar las bases de un estudio comparado sobre técnicas contemplativas asiáticas. Al año siguiente volvimos a tratar el tema, esta vez en el contexto de la historia general de las religiones. Los señores P. Masson-Oursel y L. Renou nos invitaron a dar dos conferencias en el Instituto de Civilización India de la Sorbona, en las que expusimos parte de las conclusiones de este libro. Las discusiones a que dieron lugar dichas conferencias han sido de gran valor para nosotros. La señorita Adrienne Cofflard ha revisado una primera redacción en francés de este libro y nuestro amigo Mihail Sora ha traducido del rumano las nuevas aportaciones importantes que confieren a este texto su propia fisonomía. Por último, nuestro amigo y colega, el señor Georges Dumézil, se ha brindado a revisar con sumo esmero, toda la obra. Nos complace mucho poder expresar aquí nuestra gratitud.
París, octubre de 1946

Hemos aprovechado esta nueva edición para corregir y ampliar el texto.
París, octubre de 1974