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Trayectoria del gaucho

 

Pedro de Paoli

 

Trayectoria del gaucho - Pedro de Paoli

88 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2020
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 390 pesos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si bien es común encontrar un culto al gaucho en tanto que componente esencial de la argentinidad, la mayoría suele centrarse en aspectos puramente ornamentales. Y por no poder salirse de los cánones de la historia oficial se llega incluso a dar el caso de que en el mismo acto en que se rinde homenaje al gaucho se canten loas a quienes decretaron su aniquilamiento.
Lo que Pedro de Paoli nos brinda de modo excepcional es una exhumación de la personalidad espiritual del gaucho y de la tragedia que culminó con su exterminio.
El gaucho es un arquetipo espiritual de Argentina; éste tenía una personalidad bien definida, encarnaba una época, y su aniquilamiento significó la transformación completa de nuestro país.
Hubo un tiempo en que los viajeros que se topaban con estos quedaban asombrados por la gallardía de su prestancia, la integridad de su carácter, la hidalguía de su comportamiento y el rico contenido de su espíritu. Había también un reconocimiento de que cuando el país se levantó por impulso del sagrado anhelo de libertad, los gauchos formaron los cuadros de su ejército heroico; y luego, cuando la patria se desgarró en luchas fratricidas, fueron también los gauchos quienes, en uno y otro bando, ofrendaron la mayor contribución de sacrificios y heroísmo.
El clima liberal, democrático, burgués y europeizante que llegó a predominar en el país, desprovisto de todo contenido espiritual, y de todo sentido de confraternidad, lo terminó aplastando.
El gaucho, espíritu despreocupado, altanero, soberbio, ignorando la simulación y mostrándose siempre de frente, no pudo respirar el clima que le creó el liberalismo. Y fué desapareciendo. La historia y la literatura liberal, lo designaron como el representante de la barbarie, pero el revisionismo histórico, de la mano de De Paoli, busca revindicarlo y trazar su verdadera trayectoria. Aquellos sabían que la altivez del gaucho, su espíritu de libertad, no hubiese aceptado las condiciones esclavizantes que aceptaron los colonos extranjeros. Por ello es famosa la frase que Sarmiento le escribiera a Mitre: “No ahorre sangre de gauchos, es excelente para abonar la tierra’’.
Pues el gaucho era de un alma simple y de un espíritu profundo. Estaba afirmado en la tierra a la que sentía ligado su destino. Tenía su moral rígida por lo honesta; rendía culto fervoroso a la amistad, a la lealtad y al coraje. No tenía dobleces; no era ladino; no tenía reverso.
No tenía el sentido del ahorro, porque no lo necesitaba; no le interesaban las teorías económicas, porque vivía en la abundancia; no se preocupaba por las especulaciones teológico-filosóficas, porque para él, Dios estaba en la naturaleza pródiga que lo rodeaba y en las personas que estaban a su lado.
La independencia económica de que gozaba hacía de él un hombre libre, dueño de sí mismo, y señor de su destino.
El gaucho desconocía la simulación, y era completamente extraño al servilismo porque, aunque simple peón, no se tenía por menos ante nadie. Esa condición de su carácter era la que le daba el verdadero sentido espiritual de una democracia que era más real en el campo, donde todos compartían hombro a hombro el esfuerzo y el descanso, que en la ciudad.
Los ojos del gaucho se habían hecho para escrutar la distancia; su espíritu para comprender el desierto; su alma, para comunicarse en silencio con la inmensidad que lo rodeaba; su corazón, para inspirar y abrigar confianza.
Trayectoria del gaucho redescubre su carácter para que el recuerdo de esta raza bravía y noble, su estampa altiva y su figura recia, por encima de la cual flota su espíritu heroico, se alce como atalaya de la patria en los días que han de venir.

 

ÍNDICE

 

Noticia preliminar7
Propósitos11
Origen del gaucho13
Antagonismos históricos en la argentina gaucha27
“La democracia gaucha”43
Civilización y barbarie69

Noticia preliminar

 

Cuando prologué el último libro de Pedro de Paoli, titulado: “Los Motivos de Martín Fierro en la vida de José Hernández”, tuve oportunidad de poner en evidencia y reconocer las dotes que como escritor posee el autor, tanto por su amplia cultura, clara inteligencia y meridiana visión, aplicadas a la sincera y verdadera captación de acontecimientos históricos nacionales.
Pero lo que el fondo de su alma lleva arraigado fuertemente de Paoli, es un amor acendrado a lo gauchesco, a la defensa de nuestras puras y sanas tradiciones y a su evidenciación por todos los medios a su alcance.
Todo esto que profesa como culto, fervorosamente, le ha llevado a producir desde hace mucho tiempo, valientes alegatos, aparecidos en la prensa diaria, y a pronunciar conferencias en muchas oportunidades, siempre defendiendo sus puntos de mira en cuanto a nuestro símbolo patrio: “El Gaucho”.
Algunos de los capítulos de la presente publicación, y como producto de su campaña reivindicatoria, circularon privadamente entre amigos o simpatizantes de la buena causa tradicionalista, y al transcurrir el tiempo, muchos de ellos se han olvidado u omitido recordar las argumentaciones del autor.
A instancias de conocedores del valor literario y enjundioso contenido de la labor de de Paoli, la Editorial “Ceibo”, aborda la publicación en volumen de varios de tales trabajos que forman en conjunto, un análisis profundo del personaje que fué el hombre de nuestra campaña, que nos diera libertad e independencia con noble desprendimiento, sin esperar ni obtener reconocimiento de quienes dirigían los destinos de la Nación.
Esos procederes y actitudes de nuestro gaucho, tienen en este trabajo, con la pluma ágil del autor y el desarrollo inteligente de sus teorías, la virtud de brindar al lector, un cuadro veraz y ampliamente ilustrativo y en forma exhaustiva de lo que significó, significa y debe significar para los buenos argentinos, mantener el respeto y veneración debidos para los desamparados de la campaña patria, que cantara José Hernández en su inmortal “Martín Fierro”.
Aquel paria de nuestra campaña, el desposeído, el hombre que todo lo había dado a su patria y recibido como recompensa los motes de vago y haragán, queda rehabilitado con el trabajo de de Paoli, en forma concluyente y con altura de miras y estilo literarios, poco corrientes entre los escritores que abordaron el tema.
Los editores Ciordia y Rodríguez, no han dudado un instante al auspiciar esta publicación y enriquecer su colección”Ceibo”, pues han sabido captar inteligentemente el contenido del libro, que modestamente titula el autor: “La Trayectoria del Gaucho”.
Amante sincero de nuestras tradiciones y a pesar de dedicarme expresamente a estudiar la vida de José Hernández, no he podido evitar ante la amistad que me liga con el autor y el entusiasmo que su trabajo me ha brindado, a escribir esta noticia preliminar de su producción, que bien merece un estudio y prólogo de literato de nota para honrar su labor digna de mejores merecimientos.

José Roberto del Río


Propósitos

 

Asistimos a la exhumación del gaucho. Doquier se evoca al arquetipo de nuestro pasado histórico, y se rinde homenaje a su memoria.
Pero es un homenaje a sus costumbres, a su poesía y su música; en una palabra: a lo que habiendo sido atributo del gaucho, era adorno de su personalidad.
La mayoría de los cultores criollistas, y lo mismo los innumerables centros tradicionalistas, se afanan por explicarnos como era el sombrero del gaucho, si de paja o de piel de mono, si era copudo o chato, si el ala tenía ocho centímetros o seis; si el chiripá le llegaba a las rodillas o a los tobillos; como era el “recao”, etc.
Pero rara vez se trata de la personalidad espiritual del gaucho y de la tragedia que culminó con su exterminio. Por eso suele darse el caso curioso y extraordinario de que en el mismo acto en que se rinde homenaje al gaucho, y hablándose del mismo tópico, se canten loas a quienes decretaron su aniquilamiento.
El gaucho era un espíritu; tenía una personalidad bien definida, encarnaba una época, y su aniquilamiento significó la transformación completa de nuestro país. Por eso creemos que el culto por nuestro pasado histórico no debe detenerse en las formas exteriores del gaucho, sino que debe llegar a su profunda personalidad espiritual, y a su precisa significación social.
Tal es el propósito de este modesto trabajo.

EL AUTOR