En Götterdämmerung (Encuentro con la Bestia), Saint-Loup narra sin maquillaje, lo que hace su historia es aún más conmovedora, cómo vivió, como oficial de propaganda SS, el dramático final de la guerra en Berlín, estando a cargo de elaborar planes para una futura Europa, y enterrando así, definitivamente, al pangermanismo que caracterizaba todavía a muchos combatientes del Eje.
Marc Augier (1908-1990), más conocido por su pseudónimo Saint-Loup, sería desde joven un activo militante político. Ya en 1937 fue delegado por el gobierno francés como representante de su nación en al Congreso Mundial de la Juventud, donde escuchó los ataques del "muy neutral" presidente americano Roosevelt contra Alemania, Italia y Japón. Al regresar a Francia abandonó el Partido Socialista Francés y pasó a formar parte de la disidencia del Partido Socialista Nacional de Marcel Deat. En 1942 combatió en la Legión de Voluntarios Franceses (LVF) con el grado de sargento en el Frente del Este. En 1944 fue oficial político de la División SS Charlemagne, siendo pionero y divulgador del europeísmo.
Lo que hace especial a Saint-Loup, aquello que lo diferencia de otros intelectuales NS, es su talento literario, la combinación en una misma persona de las cualidades del soldado y el literato, de la espada y la pluma, tal y como se exigía a los antiguos caballeros. Saint-Loup no es simplemente un escritor político, no, es un profeta del superhombre, en sus historias, por medio de tramas maravillosamente escritas, nos revela el ideal a alcanzar.
Es especialmente aquí, en la para muchos su mejor obra, donde nos hace partícipes de esta cruzada, llevándonos a revivir sus experiencias en los últimos días de la Guerra, época en que dirigía la publicación Devenir de la división SS Charlemagne. El libro destila un carácter trágico, el de una auténtica guerra religiosa entre dos cosmovisiones, una, la de los aliados, empantanada en los bajos instintos hedonistas, la otra, la encarnada por Alemania y sus aliados, portadores de la idea del suprahumanismo, entendido como la búsqueda de la trascendencia. Como a lo largo de toda su obra, aparecen una y otra vez con preponderancia valores como la fidelidad, la perseverancia frente a las dificultades, la aristocracia, la alegría de vivir a la vez que el desprecio por la sociedad de consumo, la verdadera democracia, la negativa a capitular y todo aquello que puede ser llamado como La voz de los ancestros.
Götterdämmerung, el Crepúsculo de los dioses en las Eddas, nos habla de terribles monstruos desatados contra Asgard, el reino de los dioses. Describe el crepúsculo del Nuevo Orden en Europa, también de terrible magnitud. La Bestia del Apocalipsis devasta Europa, Moloch ha regresado reclamando su porción de víctimas. Y es en este escenario que Saint-Loup nos transporta a las ruinas de Berlín, Sigmaringen, Hildesheim, donde la Orden SS preparaba el Reich europeo que nacería después de la victoria.
Para él, “Adolf Hitler es un profeta. Él trae la Tradición Primordial. Él es el forjador de una nueva religión. La “voz de la sangre”, en todos los pueblos, ya sean blancos, amarillos o negros, fue despertada por nosotros. Hemos derrocado la concepción del hombre huérfano, desligado de cualquier tipo de raíz, impuesta por los filósofos del siglo diecinueve. Nosotros desapareceremos, el Nacionalsocialismo continuará su revolución en las mentes”.