1. Prólogo a la edición inglesa
A finales de los años 30 el Reichführer de las SS Heinrich Himmler había concluido con éxito su plan de convertir a la SS en un ejército político con su propia base religiosa al margen de la iglesia.
Obviamente éste fue un proceso largo, dado que casi todos los miembros de la SS habían crecido en el seno de la iglesia, ya fuera ésta evangélica o católica (generalmente la mayor parte de los alemanes del norte eran evangélicos y los del sur católicos).
Ciertamente no hubiera sido prudente por parte de Himmler el mostrarse abiertamente agnóstico frente a los sistemas ortodoxos de la iglesia, pero a medida que la SS adquiría mayor poder, una forma propia de religión germánica precristiana iba generalizándose en el seno de la Orden negra.
Cada vez más y más miembros de la SS hacia finales de los años 30, dejaban abiertamente la iglesia en favor de la religión de la SS que tenía sus raíces en la civilización paleogermánica.
Esta religión SS evolucionaba lentamente en el sentido de revivir las antiguas tradiciones germánicas y eliminar las religiones judía y cristiana por ser recientes contaminaciones provenientes del Oriente Medio (incluso 2.000 años de cristianismo se puede considerar reciente frente a los miles y miles de años de religión germánica precristiana).
Hoy en día se tiende a olvidar que el cristianismo encontró grandes dificultades para extender su control religioso por toda Europa. Las religiones precristianas como el paganismo estaban profundamente enraizadas por haber permanecido inalteradas durante milenios, y los primeros cristianos hubieron de recurrir a la fuerza y a maniobras político-oscuras para lograr la conquista del poder religioso.
Incluso, después de conquistar el poder religioso en Europa, los nuevos conversos encontraban difícil abandonar sus viejos ritos como la Pascua y la Navidad (Jul). A resultas de esto, continuaron celebrando las fiestas paganas, aún bajo amenaza de severos castigos por parte de las nuevas autoridades cristianas.
La autoridad eclesiástica cambió entonces de táctica, decepcionada por el fracaso de la represión, e inventó un sentido cristiano para estas festividades. Con esta astuta manipulación los cristianos se aseguraban de que las futuras generaciones crecieran sin contacto con el verdadero sentido de sus fiestas.
Y así sigue siendo aún, con la inmensa mayoría de la población europea que permanece ignorante de sus propias raíces religiosas y del sentido original de las fiestas celebradas por sus antepasados.
La Pascua se convirtió en la conmemoración de la resurreción de Cristo, y rebautizada como Navidad la conmemoración de su supuesto nacimiento.
Ésta es una traducción del libro escrito por el teniente general de la SS Fritz Weitzel y publicado con el título original de Die Gestaltung der Feste im Jahres-und Lebenslauf in der SS-Familie {La celebración de las festividades especiales en la vida de la familia SS),
Aunque se hayan añadido algunas fotografías e información suplementaria, el texto es la traducción exacta del original, en su lectura hay que tener en cuenta que el libro fue publicado durante la guerra, y las referencias al conflicto son por ello comprensibles.
Este texto proporciona una excelente visión del pensamiento de la época, particularmente de la actitud de disgusto de muchos miembros de la SS frente a las religiones cristianas por un lado, y de aceptación de los nuevos valores de nobleza de las SS, y su religión.
Fritz Weitzel fue quizás el arquetipo del SS en términos de inteligencia, coraje, lealtad e intelecto flexible, capaz de abrazar el nuevo ideal (o mejor dicho la resurrección de uno viejo) de la SS como una orden religiosa no cristiana.
Weitzel nació en el seno de una familia con una fuerte disposición cristiana, su padre era evangélico y su madre católica. Como solía pasar en estos casos, el padre se convirtió al catolicismo, y Fritz Weitzel fue educado en la práctica de esta religión.
A principios de los 30, Weitzel abandonó la iglesia por su devoción hacia la nueva Orden SS. También persuadió a muchos de sus camaradas de la SS de que hicieran lo propio.
A finales de los 30, dos tercios de la SS en el distrito de Weitzel habían abandonado formalmente la iglesia, más que en cualquier otro distrito SS de Alemania.
Si el Tercer Reich hubiera durado mil años, en lugar de tener que luchar contra todos los países de la Tierra tras los doce primeros, el cristianismo hubiera ciertamente esparcido su última hipocresía en la Tierra, y la fe religiosa del pueblo alemán se hubiera identificado con la de la Orden SS. |